Sin amor - Ruta alterna Carsein

Capítulo 18. Dejar el pasado atrás. (2)

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Repetir otro teatro, desperdiciando alimentos, significaba una larga charla con Liver del valor de estos, el dinero gastado, el esfuerzo al cocinarlos y otras reflexiones filosóficas que ya sabía de memoria.

—¿Te parece divertido?

—Hmm...

—¡Oye! —Zarandeó a Jieun, apretando su agarre.

—¿Qué?, estoy considerando mi respuesta, no fuiste el único afectado. ¿Sabes?, Zen tuvo que pagar las consecuencias de tu testarudez. —Exhaló, negando de un lado a otro. —Jamás imagine que en nuestros pocos días de convivencia y una experiencia cercana a la muerte, exteriorizara tus sentimientos por mí.

—¿Sentimientos?, ¿Cuáles sentimientos?

—Como siempre, Sir Carsein es un hombre de corazón puro.—Guio su mano al hombro de este, palmeándolo y mirándolo afectuosamente. —Tranquilo, no tienes que casarte con la Maestra Liver solo porque te vio desnudo.

Las mejillas de Carsein se colorearon debido a la furia acumulada por el sarcasmo de Jieun, volviéndose verdaderamente un incendio carmesí a la simple mención del compromiso matrimonial debido al incidente con Liver.

—Tampoco estoy dispuesta a tomar la responsabilidad de ti. No soy ese tipo de mujer, aprovechándome de la debilidad de alguien delicado. —Terminó de decir, encogiéndose de hombros.

—¡Déjate de todas esas mierdas!, ¡No soy una mujer! —Reclamó Carsein, arrojando a Jieun por el cuello de su ropa y liberándola en el proceso.

—Eso es obvio. —Dijo ella, masajeando su cuello, dando un vistazo a la sombra cerniéndose cerca de la entrada.

—¡Entonces no me trates como si fuera una dama en apuros! —Gritó Carsein, alzando sus brazos.

—Oh... —Entonó ella, bajando su mano y sentándose erguida en el suelo con las piernas cruzadas. Asintió, cerrando los ojos, mostrándose reflexiva, abrió sus ojos nuevamente y ladeando el rostro, dijo: —Sir Carsein no es necesario ser una dama para encontrarse en apuros. ¿Cómo podría ignorar su llamada de auxilio?

—¿Eh?

—Si. ¿Recuerde?, Sir Carsein y Zen lloraron por ayuda, después Zen me dijo que usted buscaba por mí y la Maestra Liver dijo que necesitaba que yo hablara de nuevo con usted. Es bastante obvio, que Sir Carsein necesita algo de mí y con gusto apoyare a un brillante caballero.

Jieun puso una mano en su pecho, bajando apenas la cabeza en señal de reverencia.

Los ojos de Carsein parecían a punto de salirse de las cuencas en su rostro, todo el cuerpo le temblaba y apretaba los puños, encajándose las uñas, demostrando poseer un férreo control a posta de mantenerse sereno, sin desviarse de su objetivo original.

—Grasper...—Gruñó su segundo nombre, levantando la mirada afilada. —Deja tus juegos por una jodida vez y dime la verdad. ¿Qué obtienes de todo esta farsa?

—...

—Te moviste en los círculos sociales como un mero fantasma, odiaste la elegancia, despreciaste a Aristia con formalidades frías y déspotas. Y tomaste los corazones de los plebeyos para ti. Entonces, solo porque mueren algunos, ¿Quieres escaparte?, ¿Deseas librarte de la responsabilidad de esas vidas?

Carsein no era del tipo de persona que ataca por la espalda o usando las debilidades del otro, prefería ser directo y eso era exactamente lo que hacía, aun si eso pareciera todo lo contrario. Su sinceridad era tan pura, que podría estar cometiendo un acto malvado sin darse cuenta.