Capítulo 14. Unir la mitad de dos corazones rotos. (2)

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***

—Fue un placer, Lian Hua. —Hablo nuevamente Liver, poniéndose de pie y recogiendo los platos. —Yo lavare. ¿Por qué no la llevas a dar un paseo, Chang Xue?

—¡Si! —Los ojos de Chang Xue tenían brillantes estrellas.

Sujetó la mano de Jieun y con un simple jalón logro levantarla de su asiento.

Jieun abrió su boca asombrada por la fuerza de un niño de tan solo diez años. ¿Con que lo alimentaria Liver exactamente?

La respuesta nunca llegó, ambos se encaminaron al interior del bosque, sin salir del perímetro de exploración del campamento.

Con decepción Zen los vio desaparecer. Tendió su plato a Liver, preparado para ayudarla, pero ella negó, señalándole que volviera a la tienda donde descansaba Carsein y cambiara sus vendajes.

La robusta mujer contuvo una gran carcajada al notar los hombros caídos y paso lento de Zen.

Un adolescente enamorado de una joven mujer desconocida y celando a un niño. Le alegraba ver que aún quedaba cierto rastro infantil en Zen.

Apagó la fogata, y colocó la tapa a la olla para mantener el calor de las sobras que usarían en la cena. Con los platos y vasos en mano, caminó a una esquina donde tenía un jarrón de agua y un gran plato hondo. Quitaría los restos de comida con un trapo y enjuagaría con un poco de agua para que cayeran lo que restara.

El tiempo a solas, sin la voz estrepitosa de Chang Xue o los regaños maduros de Zen, causaban que Liver tuviera recuerdos de sus días en el Imperio.

Soledad, amargura, tristeza y muerte. No había nada en el Imperio Si Ke Xing que valiera la pena para permanecer.

Las leyes de prohibición respecto a los maestros del Chi y demostraciones de manejo o relación a la energía elemental dificultaron la vida de muchos ciudadanos y descendientes de familias prominentes. Sin aquel que venció al anterior Emperador para que les ayudara o guiara a un lugar libre del temor y discriminación del resto de ciudadanos. Ella tuvo que esconderse junto a Chang Xue, la última de la rama secundaria de la familia Imperial.

Un destino peor a la muerte, el vivir con miedo eterno.

Cambió su nombre, su apariencia y comenzó a estudiar para un trabajo que le diera dinero, comida y techo, todo por Chang Xue. Progresivamente conoció a Zen, un huérfano de las calles y otro heredero de la energía elemental, lo cuidó como su propio hijo y aceptó volverlo su discípulo no solo en farmacéutica, medicina y venenos, incluido el propio control de su energía elemental. Todo para vivir con la cabeza gacha y fuera del radar.

Hasta que ocurrió ese incidente el año pasado.

El cielo se partió en dos, una torrente de luz descendió, agitando los poderes de todos los restantes herederos de la energía del Chi. Muchos fueron encarcelados, dispuestos a la horca. Por suerte, ellos se salvaron al vivir fuera de la villa más próxima. Liver recordó los antiguos pasajes de los primeros libros escritos durante la doctrina neutral de los maestros elementales.

[El día que el equilibrio del mundo tambalee, de los cielos se enviara a la persona con la capacidad de traer el orden dentro del caos, de causar el caos dentro del orden. Una nueva tierra se abrirá.]

El texto era viejo y solo relataba basura profética que era incendiada por su carente valor a los propósitos de la anterior familia Imperial. Para ella, fue el único rayo de esperanza motivándola a abandonar esas tierras.

Sin amor - Ruta alterna CarseinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora