Sin amor - Ruta alterna Carsein

Capítulo 24. Y vivieron felices... (4)

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La tarea de Carsein era simple. Debía recrear la imagen de Jieun en su mente, atrayendo las memorias acumuladas con ella.

Él fungiría de ancla y los recuerdos como la cadena.

Y el vendaje a base de las garras de Chang Xue se introduciría en el cuerpo de Jieun como su nuevo Chi, sustituyendo el anterior y absorbiendo la misteriosa energía que poseía.

Liver sería la forjadora, uniendo estos elementos alrededor de Jieun con su propio Chi.

En términos simples, estaban a punto de cometer un crimen contra Dios. Por supuesto, era algo que ninguno de los presentes sabia.

Las tiras blancas y negras aumentaron su velocidad de rotación. Los rayos que brincaban de la barrera, explotaron en chispas.

La textura de burbuja que Carsein vio al entrar formaba remolinos.

El viento se agitaba con gran violencia, arrastrando las hojas de los árboles y arrancando los pétalos de las flores.

Las nubes se unían en el cielo, dando un color totalmente oscuro.

Zen que observaba desde la seguridad de la triple barrera, empezó a conjurar una barrera tras otra, al escuchar las primeras tres romperse, tan pronto Carsein entró junto a Jieun.

Liver en su último gran esfuerzo, enterró sus pies en la tierra, dos círculos en sus manos aparecieron, lentamente sus labios formaron una palabra tras otra al acercar los círculos que rotaban en diversas combinaciones.

Energía se desprendía de sus manos, ingresando a la barrera, las tiras blancas y negras redujeron el espacio hasta unirse a los cuerpos de Jieun y Carsein.

***

Abrió los ojos de golpe, mostrándose ante él un paisaje iluminado por burbujas cristalinas brillantes flotando.

Parpadeo un par de veces acostumbrando su vista. La voz de Liver ya no se escuchaba, ni ningún otro sonido.

Solo él, las burbujas y un espacio negro.

Sin una superficie en la cual apoyarse, trato de impulsarse hacia adelante, consiguiendo moverse, empujo sus brazos y piernas como si nadara, buscando cualquier cosa que le diera una pista.

—Un destino cambiado. Es un destino construido. —Se detuvo. Una voz monótona resonó. — La libertad de elección otorga aprobación para abrir una de las múltiples puertas de las posibilidades.

De una en una las burbujas explotaron, produciendo el sonido de cerrojos abriéndose, desprendiendo luz que creció en tamaño y formo una silueta humana.

—Adelante, joven que ha abandonado su destino.

Chispas blancas saltaron cuales copos de nieve, develando a una joven mujer de cabello negro a los hombros, sus ojos cerrados y usando un vestido de tirantes sueltos en color negro con una cintilla alrededor de su cintura en color blanco. Su cabello y falda se movían en ondas por un suave viento.

—Ve, Carsein de Rass...

Susurró por última vez la voz, desvaneciéndose.

Carsein braceó y pataleó, moviéndose hacia adelante, chocando con una nueva burbuja de cristal que explotaba, dejándole ver un recuerdo.

Una niña paseando con sus padres, jugando entre extraños artefactos metálicos junto a otros niños, cargando a un bebé, entrando a un edificio con otros niños y tomando la mano de una mujer con un delantal.