Capítulo 22. Y vivieron felices... (2)

52 11 0
                                    

***

Apenas su mirada se desvió al suelo, viendo como dejaban a Liver detrás y al mirar hacia delante, sus ojos se abrieron en asombro.

—"¿Cómo no lo pensé antes?"

El único lugar a menos de un kilómetro para pasar el tiempo, era el pequeño prado de flores que Chang Xue le mostro amablemente en uno de sus paseos.

Y ese precioso lugar estaba muriendo ennegrecido por una oscura estela de aire negro.

—Ese es... —Escuchó decir a Zen. Antes de que pudiera seguir su mirada, ambos aterrizaron de emergencia, refugiándose en los árboles que aún se mantenían en pie.

El aire negro desato corrientes, obligándolos a no abandonar la seguridad detrás de los árboles. Jieun quedó protegida por el árbol delante de ella y Zen cubriendo su espalda.

Lentamente Jieun asomó su cabeza para ver quién o que provocaba ese torbellino venenoso y ponía en riesgo sus vidas.

—"Chang Xue... Carsein..."

Si ambos estaban en el centro de esa cosa, necesitaban salvarlos de inmediato.

Su boca se abrió y un escalofrió obligo a su cuerpo a aferrarse en el tronco del árbol.

Entre la oscura bruma, a metros lejos de ellos, Carsein estaba recostado en el suelo, incapaz de moverse, encima de él, una pequeña figura se cernía, esta pequeña figura poseía un cabello negro como las espinas de un puercoespín elevándose y deshaciéndose; donde estarían sus manos dos garras se formaron, enormes uñas negras que se arrastraron por el suelo se alzaban en el aire.

Era absurdo, totalmente absurdo y el pensamiento se volvió palabras tan pronto lo dejo emerger.

—¡Chang Xue lo matara! —Intentó salir y ayudar a Carsein, pero Zen la detuvo del brazo.

—¡Jieun no vayas!

—¡Déjame ir!, ¡Chang Xue... a Carsein...!

Ambos comenzaron a forcejear, sin embargo, Jieun no conseguía ningún progreso en liberarse, solo podía observar con impotencia las garras que matarían a Carsein y volverían a Chang Xue un asesino.

De aquella bestia dos franjas rojas viajaron desde sus ojos por sus mejillas hasta la barbilla. Le vio mover los labios por pausas y sus garras apuntando directamente a Carsein.

—"Esto es mi culpa" —Las lágrimas cayeron de los ojos de Jieun, dejando de pelear para liberarse. —"No hay nada que-"

—¡Chang Xue!

Ambos giraron en la dirección de la voz.

Era Liver que venía corriendo a toda prisa, un aura rodeaba su cuerpo y al igual que Chang Xue espinas parecidas a las de un puercoespín salían de su cuerpo, excepto, que el color era un blanco dorado.

Estaban tan impactados que el agarre de Zen en la mano y brazo de Jieun se aflojó hasta que solo permaneció una leve sensación.

Para ella, ese fue su única oportunidad, girando sobre su propio eje dio la vuelta y corrió con toda la fuerza acumulada en sus piernas.

El aire rozando sus mejillas al correr en contra de este, estirar sus extremidades con total libertad y dejar a sus pies moverla hasta que alcanzaran el límite, nunca imaginó que sus olvidadas habilidades de atletismo servirían en un momento como este.

—"Tengo... tengo que... ¡Tengo que llegar!"

Sintió el estirón muscular, escuchó su nombre siendo gritado por Zen y Liver.

Sin amor - Ruta alterna CarseinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora