PARK JIMIN.
Tras despedirse de Yoongi en la parada de autobús, Jimin echó a correr. Sacó torpemente su teléfono para checar la hora. Pero la pantalla del aparato estaba completamente negra y no cedía a sus intentos de desbloquearla. Ya no le quedaba batería... El muchacho maldijo en voz muy baja y apretó el paso. Taemin le había asegurado una hora en la que podría distraer a su madre. Estaba seguro de que había pasado más tiempo con Yoongi. Aunque, al mismo tiempo, se había sentido tan breve...
Jimin casi tropezó en la entrada de su casa. Pero sintió alivio al notar la planta inferior de la casa en penumbras. Sacó las llaves, tomo aire y calmó un poco su respiración. Debía ser lo más silencioso posible. Incluso dejó de respirar por un momento, mientras destrababa la puerta y la abría lo más lentamente posible como para que la madera no crujiera.
Entró a casa y cerró la puerta con la misma cautela. Sin embargo, sintió que se le salía el corazón cuando la luz principal del salón se prendió de golpe y una silla fue arrastrada. Giró de inmediato. Habría preferido ver la silla flotando y descubrir que la casa estaba embrujada...
-- ¿Dónde estabas? -- preguntó su madre, de pie, con una postura imponente. Mantenía los brazos cruzados y el ceño fruncido.
-- Y-yo...
Antes de que Jimin pudiera tartamudear algo más, la mujer cambió por completo de actitud y abrazó a su hijo.
-- ¡¿Tienes idea de lo preocupada que estaba?! -- dijo, separándose de inmediato para checarlo con la mirada. Lo tomó del mentón para que la viera a los ojos. -- ¿No pasaste frío, Minnie? Sabes lo fácil que puedes atrapar un resfriado...
Jimin hizo un ruidito de afirmación, tratando de evitar contacto visual. No lo había soltado.
-- Lo siento, mamá.
Nuevamente la atención de su madre se desvío a la bolsa que Jimin llevaba en manos.
-- ¿Qué traes ahí?
-- Mis cosas... Ehm... las... Las dejé olvidadas en el autobús al vo-volver a casa y t-tuve que ir a Objetos Perdidos...
La mujer tomó la bolsa y tras revisarlas soltó un suspiro.
-- Ay, Jimin ¿Cuándo vas a ser responsable con tus cosas? ¿Y si las perdías para siempre? ¡¿Y si perdías tus pastillas?! ¡¿Cómo se te ocurre llevar todo eso en una bolsa?! ¡Para algo tienes una mochila...
Tras ese sermón, siguió otro y otro... Si acaso creía que los estudios eran un juego. Si no sabía cuánto les había costado mudarse a Seúl y cuánto aún debían juntar para cancelar el préstamo del banco por el anticrético de la casa... Que quién se creía andando por ahí como si fuera el dueño del mundo mientras ella tenía los nervios alterados por su ausencia. Que cuándo apreciaría el esfuerzo que hacía por ellos... Y qué pasaría si le hacían daño o se perdía por escaparse a lo bruto... Que por qué hablaba con el bueno para nada de su hermano antes que con ella...
Jimin mantuvo silencio, mordió su labio inferior por dentro y agachó la cabeza durante todo ese rato. Como siempre, su madre lograba que sintiera que lo que había hecho no tenía perdón. Y el joven, evidentemente creía que lo que la mujer reclamaba era válido. Cómo había podido ser tan malagradecido y malintencionado...
Después de que el muchacho se disculpara por quincuagésima vez y su madre amenazara con prohibirle las clases de danza, terminaron el enfrentamiento. La mujer le dejó saber los términos y condiciones de su castigo durante un mes y Jimin subió, finalmente, a su habitación.
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Y, mientras tanto, pienso en ti [Yoonmin]
FanfictionDejó el piano como una herida abierta. Desolado, Yoongi intenta sobrellevar sus últimos años de secundaria sin pensar en los terrores del pasado. Juega baloncesto, habla poco, duerme menos. Sus sueños, opacados por terribles pesadillas, ya no le imp...