... no te vayas

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MIN YOONGI
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Le resultó complicado no atacar a sus amigos. Aparte de metiches, habían engañado a Jimin con lo de la cerradura. Los habían encerrado fuera ¡A propósito! Yoongi solo le había comentado su plan a Jungkook como último recurso al notar, más temprano, que nada saldría como esperaba. Estaba más que dispuesto a dejarles al menos el recuerdo de un buen golpe a cada uno. Sin embargo, Hobi saltó como una pequeña voz de la razón a destacar que, evidentemente, Yoongi estaba empapado hasta los huesos. Y que si no hacía algo al respecto pronto podría enfermarse... Cosa que no podría importarle menos. Pero, aceptó esa excusa solo porque a Jimin sí que le importaba e insistió en ayudar a secar sus cosas mientras él tomaba una ducha.

Así, fue guiado a una habitación principal, a un pintoresco cuarto de baño. Recibió toallas y un conjunto de ropa seca. El agua caliente contra su piel fue gloriosa por unos minutos. Tenía los músculos tensos, especialmente los hombros. El izquierdo dolía con particular énfasis. Un manchón violáceo explicaba el porqué. Cerró los ojos y disfrutó un momento de la tibieza del agua sobre su cuerpo... Habían pequeñas cosas en las que Yoongi deseaba poder detenerse por años, pausar su vida ahí. Esa sensación, por ejemplo, o la risa de Jimin a su lado... Se preguntó si algún día olvidaría como se oía. Le habían dicho que lo primero que desaparece de una persona en los recuerdos de otra era su voz. Otra razón para querer prolongar esos instantes con Jimin...

¿Cuándo había pasado a tratase de él? Sus pensamientos estaban plagados de Jimin. Casi como si su cerebro fuera un gran museo y casi todas las obras representaran al bailarín. Sonrió un poco avergonzado por sus pensamientos. De existir, si era honesto, sería el único museo al que querría entrar.

Luego de encajar el resto de su ropa mojada en una bolsa y cambiarse, vio su teléfono y se dió cuenta de que ya era marzo. Realmente no se había fijado en la fecha hasta ese momento. Se acercaba su cumpleaños y el aniversario del peor día de su vida...  Imaginó que por eso sus pesadillas eran más precisas y repetitivas últimamente. Se sentía crónicamente enfermo de esa tragedia. Nunca dejaba de doler. El tiempo no borraba los hechos. No de su desequilibrado cerebro. Se mordió la lengua. Dejó la toalla de su cabello colgando en su cuello y salió del cuarto de baño antes de comenzar a pensar demás.

Jimin seguía en la habitación, estaba distraído, terminando de secar la billetera de Yoongi con una toalla. Volteó al oírlo salir. Su cabello giró junto a él y cubrió ligeramente la mitad de su rostro. El impulso de recoger esos mechones detrás de su oreja apareció y está vez Yoongi lo dejó ganar. Cortó la distancia y lo hizo antes de racionalizarlo y que la pena se lo impidiera.

La sonrisa tímida de Jimin valió el bochorno. -- Ehm... Ay... olvidé lo que te iba a decir... -- río.

-- Ah, perdón... -- balbuceó Yoongi contagiado de nerviosismo que parecía perfumar el aire entre ambos.

-- No, no... Eres lindo -- sonrió Jimin mirándolo directamente a los ojos.

¡¿Como tenía el coraje para hacer eso?! Yoongi sintió la sangre subir a sus mejillas y colorearlas hasta sus orejas. Sabía que las cosas serían diferentes entre ambos pero no esperaba ese nivel de coqueterio descarado. Aunque, estaba hablando de Jimin... siempre jugaba con eso y aparte no tenía que esforzarse en lo absoluto para ser atractivo. Sus pensamientos al respecto mantuvieron encendidas sus mejillas.

-- Ah, ya recordé... -- dijo Jimin, apartándose para tomar una libreta del conjunto de cosas que había salvado de la mochila de Yoongi afectada por la tormenta.

El mayor la reconoció de inmediato y sintió que se le bajaba la presión.

-- Si se estropeó, tíralo. No es de importancia -- dijo de inmediato, casi rapeando, preparado para quitarle el cuaderno de un salto.

Y, mientras tanto, pienso en ti  [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora