PARK JIMIN
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Era la primera vez que viajaría solo. Sentía que una cámara lo seguía por la multitud, evaluándolo. Jimin cuidaba mantenerse sereno, con la postura erguida, y la cabeza en alto, mientras caminaba por la estación. Seguía el ritmo de su hermano, arrastrando su maleta como si fuera parte de sí mismo. El traqueteo de pisadas aceleradas y ruedas de valijas alrededor, incrementaban sus nervios y lo hacían sentir algo encerrado. La gente en masa iba a su ritmo propio. Uno vertiginoso pero fijo. A diferencia de él, parecían saber exactamente qué hacer y a dónde ir. Jimin creía que podía equivocarse incluso en su siguiente paso. Trataba de relajarse pensando en que Taemin lo acompañaría todavía, por un rato. Pero la idea de que pronto tendría que manejarse solo volvía inmediatamente y se sentía pequeño.
A medida que se acercaban al andén que había fijado como punto de encuentro, su nerviosismo incrementaba. Estuvo a punto de caer, al tropezar con sus propios pies en un descuido. Se regañó a sí mismo y aceleró un poco para no perder de vista a Taemin. En eso, palpó los bolsillos de su abrigo hasta sentir los boletos y documentos que tenía guardados ahí, confirmando su presencia. Recordó, como si de un listado o una ficha de estudio se tratara, lo que tenía que hacer, a quien saludar o no y cómo en un orden insaltable. De no sentirse tan avergonzado, habría apuntado todo eso en una libreta y la tendría consigo todo el rato. A veces creía que necesitaba un conjunto de instructivos para vivir.
¿Y si perdía sus documentos? ¿O una maleta? ¿Si cometía un error? ¿Y si perjudicaba a los demás pasajeros por ser lento y torpe en orden de no equivocarse? ¿Y si hacía el ridículo?
¿Qué haría? ¿Qué haría? ¿Qué haría?
Lo peor era que sólo se ponía más nervioso cuando pensaba que estaría en compañía del chico que le gustaba. Claro, Yoongi ya lo había visto hacer tonterías o ser idiota. Y, a veces sentía demasiada pena por eso. Pero, para su sorpresa, a su hyung parecía no importarle. De todas formas, le asustaba que algo pudiera cambiar para mal por pasar mucho más tiempo juntos de lo acostumbrado...
Sólo quería que todo saliera lo mejor posible. A veces, tenía el impulso de tratar de impresionarlo, de tratar de acercarse y ver cómo respondía, si acaso había esperanza en que sus sentimientos fueran correspondidos. Pero, al rato sentía que era inútil e innecesario. Le gustaba lo que tenía con Yoongi, sus conversaciones y sus silencios, sus bromas internas... Le gustaba él, Yoongi. No lo que podría llegar a ser. No quería arruinar lo que habían logrado con algo tan tonto como sentimientos románticos imposibles. Pues eso, tan lindo y cálido, era más de lo que creía merecer.
Aún así, no podía evitar preocuparse por la impresión que iría a causarle si se portaba como un niñito perdido. Volvió a revisar que tuviera sus documentos a mano, como si en una de esas fueran a desaparecer. Pensó en lo cool que se vería una vez superara esos malditos nervios. Suspiró. A veces, para Jimin, las cosas más pequeñas se volvían extra complicadas. No lo eran. Lo sabía. Pero su mente le juagaba en contra. Quería hacerlo solo y quería hacerlo bien.
Pero la situación no estaba ayudándole para nada. Ni bien llegaron al punto de encuentro y sus ojos divisaron a Yoongi, todo dio un giro repentino. La multitud ya no era protagónica. Sino una niebla que se iba disipando, ruido de fondo que pasaba a segundo plano. Los ojos de Yoongi cruzaron camino con los suyos. Se reconocieron e intercambiaron una sonrisa. Al ver la de Yoongi, el corazón de Jimin saltó de una velocidad ya difícil, a la energía que domina a un fanático emocionado al ver a su artista favorito. De ser posible, habrían luces, spotlight entre ambos, como en una película.
No supo cuándo la distancia se hizo tan corta como para que pudieran saludarse. Pero la atmósfera de burbuja de un minuto atrás seguía sintiéndose muy presente. Tal vez porque sólo habían suavizado sus sonrisas y estaban completamente concentrados en el otro.
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Y, mientras tanto, pienso en ti [Yoonmin]
FanfictionDejó el piano como una herida abierta. Desolado, Yoongi intenta sobrellevar sus últimos años de secundaria sin pensar en los terrores del pasado. Juega baloncesto, habla poco, duerme menos. Sus sueños, opacados por terribles pesadillas, ya no le imp...