PARK JIMIN
.Detrás de la sonrisa tonta que aparecía sin previo aviso en los labios de Jimin, el miedo se pintaba como un manchón de tinta. Parecía absorbido por una nueva sintomatología. Soñaba despierto con Yoongi. Imaginaba su sombra, sus manos desocupadas, su mirada más simple y la forma en la que sus labios pronunciaban palabras. Perdía la noción del tiempo. A veces, una punzada cruzaba su pecho o se le iba el aliento. También estaba seguro de que se había hecho más estúpido y que nunca se había sentido tan abrumadoramente feliz.
La confesión había sido terrible, repentina, brusca, casi tonta. Pero Jimin la aceptaba porque estaba seguro de que no había otra forma para ellos. Debían estallar. Y pese a que habían salido bien parados de esa vorágine de emociones, temía por lo que seguiría. Tenía la necesidad adolescente de entregarse por completo, de correr, tomar su mano, besarlo por horas y pedirle estar siempre juntos. Estaba seguro de que podría dedicarse exclusivamente a amarlo por el resto de su vida y nunca arrepentirse. Sentía euforia, casi manía...
Se la bajó permaneciendo un minuto bajo el agua fría de la regadera.
No habían llegado a ningún acuerdo, no eran novios ni pareja ni salían... sólo eran algo más. Indefinido por el silencio entre ambos. No sabía si eso le molestaba o todo lo que había pasado lo había adormecido tanto que ya no sabía cómo era estar enamorado. De todas formas, pensaba preguntarle al planear la cita que le había prometido.
Hoy le daban de alta. Poco más y Jimin lo gritaba en la terraza del hospital. Se lo había dicho múltiples veces a todo mundo, como si hubiera cumplido una condena en prisión por algo injusto y finalmente saliera libre. Ya era hora, su gripe estaba cediendo y una bota ortopédica era suficiente para proteger su tobillo. Lo entretuvieron en una última revisión. Lo estarían medicando y una sonrisa amable decoraba su rostro cada cierto tiempo. Iba bien. Sin embargo, le fue difícil mantener ese gesto al ver los kilos que había subido en la pantalla diminuta de la balanza. Pensó que era un problema y sería resaltado de inmediato cuando volviera a la academia. Pero el rostro frío de Harumi diciendo que tal vez deberían echarlo para que no diera mala imagen a la Academia, le recordó que tal vez no podría regresar. De todas formas, era un problema...
Su teléfono vibró con insistencia. Se excusó y fue hacia los baños cuando, además, comenzó a sentir náuseas. El número de la balanza se repetía en su cabeza una y otra vez, sin dejarlo en paz. No era tan diferente, solo un par de números más... Si tuviera otro cerebro podría racionalizarlo fácilmente. Pero, solo le bastó recordar el peso calórico de lo que había desayunado para que devolviera todo en la taza.
Enjuagaba su boca cuando su reflejo quiso provocarlo. Estaba sanando. Era un hecho. Los moretones habían desaparecido y solo eran pequeñas sombras en su piel. Su labio estaba como nuevo. Sus mejillas ya no estaban hundidas ni las cuencas de sus ojos tan marcadas... Estaba mejorando. ¿Por qué sentía rabia al respecto?
Las notificaciones en su teléfono volvieron a distraerlo. Vio el aparato con cierto temor y suspiró antes de desbloquearlo. No paraban de incrementar desde hace unos días. A un inicio, de forma paulatina. Lo obvio. La gente que lo seguía y sus amigos habían visto su video. Jimin no era idiota. Había pensado bien lo que hacía antes de subirlo a internet. Y, como había predicho, estaba ganando atención. Su cuenta estaba en blanco salvo por esa publicación. Un chico lastimado bailando como respuesta al daño. Había algo de bello y mucho morbo en todo eso. Pero, ahora, comenzaba a estallar. Sus números subieron de golpe, reproducciones, vistas, guardados, comentarios...
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Y, mientras tanto, pienso en ti [Yoonmin]
FanfictionDejó el piano como una herida abierta. Desolado, Yoongi intenta sobrellevar sus últimos años de secundaria sin pensar en los terrores del pasado. Juega baloncesto, habla poco, duerme menos. Sus sueños, opacados por terribles pesadillas, ya no le imp...