... mira lo que me hiciste hacer

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PARK JIMIN
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Odiaba estar internado. El tiempo se dilataba de forma grosera. Un día parecía una semana interminable. Sentía que estaba en prisión preventiva, esperando el juicio que decidiría su destino... evaluaban su crimen con base en qué tan dañado estaba mentalmente.

La rutina de enfermeras en su habitación se convirtió en un juego de adivinanzas. No le estaban contando nada, simplemente lo atiborraban de pastillas que, intuía, lo mantenían sedado. Pero Jimin era más astuto. Trataba de recordar para qué servía cada una recordando su forma y gusto. Si había un rostro nuevo e inocente se atrevía a preguntar y guardaba las explicaciones sosas en una lista mental. Cuando se iban, apuntaba en las notas de su teléfono.

Todo se estaba volviendo demasiado abrumador. Lo estaban obligando a comer. Solo paraban cuando rogaba porque sentía que iba a vomitar. No le explicaban nada y hablaban de él como si no estuviera. Lo describían como uno de muchos casos clínicos... un problema a resolver. Claro, eso era. Había nacido así. Su cuerpo y su mente tenían debilidades hereditarias. No le gustaba llamarlos trastornos, así como no le gustaba llamarse marica. Pero ya no importaba si algo le parecía bien o no. Le estaban quitando humanidad. Debía aceptarse como un caso de estudio.

A veces hablaban con su mamá y escuchaba cómo la consolaban en el pasillo. De la misma forma había escuchado que lo derivarían con un especialista -- ¿de qué? -- y, si no mejoraba, debían ver de ingresarlo... Palabras más palabras menos. Tampoco había escuchado muy bien, ¿ingresarlo? ¿Era una amenaza o una posibilidad? ¿Pertenecía a un loquero o estaba siendo paranóico?

Ya ni siquiera podía llorar. Debía permanecer fuerte por la mirada triste de su familia y la estúpida compasión con la que las enfermeras lo trataban. No obtenía descanso ni alivio en tener la mente suspendida en la nada. Sólo estaba frustrado. Entendía que era difícil decidir que hacer con él, pero le dolía... Empezaba a sentir que todo era en su contra. Estaba frustrado.

La idea de huir no paraba de dar vueltas en su cabeza. Era casi delirante. Entre las cosas que pensaba mientras trataba de no ceder a esa idea, recordó una conversación estúpida que había tenido con Jungkook cuando se estaban conociendo...

La pregunta había saltado cuando se estaban burlando de las preguntas que salían en un sitio de internet.

¿Y si fueras a morir hoy, qué es lo último que harías?

Tal vez ahí se había dado cuenta que Jungkook estaba deprimido.

-- ¿Tengo que cambiar mi rutina? Digo, de por sí no puedo hacer mucho...

-- Supongo que es una actividad en específico -- dijo Jimin solo por llenar el silencio.

Jungkook estiró ese silencio un rato y luego de tenerlo como un tapete debajo de ambos, habló.

-- No lo sé. Supongo que a la gente le importa qué hace antes de morir porque sería como la escena final de una película. Qué pena sería que no le hiciera justicia a lo demás... -- dijo encogiéndose de hombros -- A mi no me importa tanto. Creo que también es lindo cuando salen los créditos y te explican en dos líneas que tal persona murió tranquilamente mientras dormía.

-- ¿Entonces como último acto en la tierra tu quisieras dormir? -- preguntó Jimin algo incrédulo.

-- Sí, supongo que es aburrido... -- dijo Jungkook de vuelta a su comportamiento siempre tímido y algo avergonzado.

-- No, creo que puede ser genial -- dijo Jimin -- Digo, no necesitas hacer una hazaña. Siento que es más cómodo. Morir parece menos feo si lo piensas como dormir y ya... salvo que nunca despiertas...

Y, mientras tanto, pienso en ti  [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora