... hacemos una apuesta

135 24 46
                                    


PARK JIMIN

.

Esconderse era algo que Jimin hacía muy seguido desde pequeño. Aunque no era particularmente bueno en ello. Podía pasar desapercibido en espacios llenos de gente si verdaderamente quería, pero era demasiado inquieto como para no llamar la atención. O había algo raro en él que hacía que la gente volteara a a verlo. No sabía y a veces sentía que estaba mejor sin enterarse. En ese espacio tan reducido, algo húmedo y frío, sentía que en cualquier momento lo atraparían. Como si jugara a las escondidas, pero algo muy malo pudiera pasar si lo encontraban.

A lo lejos, logró escuchar una conversación entre los mismos sujetos que lo habían estado molestando. Agudizó el oído para intentar entender. Nuevamente, captó en seguida que hablaban de él.

-- ¡Ves! Te dije que era gay.

-- Solo es una foto. Eso no demuestra nada.

-- ¡Intenta conquistarlo entonces!

Un coro de risas siguió esa declaración. 

-- ¡No! ¡Qué asco!

Jimin apretó los puños sobre su mochila y deseó teletransportarse lejos de ahí.

-- ¡Vamos, Ha-Jun, es obvio!

-- Okey, okey, ganaste. Toma tu dinero...

Siguieron hablando, pero Jimin ya no quiso prestar atención. Realmente lamentaba no haberse ido con Hoseok... Más bien, había tenido suerte de que no hubieran encontrado la photocard decorada de su bias de EXXO... Pensó en quitar la foto que sí habían visto de su billetera e incluso en deshacerse de ella. Pero no podía. Atesoraba esa foto. Extrañaba mucho a Hyunjin. Ambos compartían la misma pasión por la danza y aunque sólo habían pasado un año juntos, Jimin lo echaba de menos cada día. Sólo eran amigos. Aunque Jimin se mentiría a sí mismo si no admitía que tenía un crush en él. Admiraba, no solo la  belleza de los rasgos del muchacho, sino también su cuerpo y la forma en la que entregaba todo su ser en una coreografía. Desde los gestos faciales más minúsculos, hasta los saltos más complicados. Hyunjin era simplemente hermoso...

De pronto, se escucharon pasos acercarse. Jimin, se sonrojó hasta las orejas como si quien estuviera fuera hubiera entrado en sus pensamientos de adolescente y se hubiera enterado de todo. Sin embargo, no era una sola persona, iban varias, caminando y haciendo ruido mientras se acercaban. Se espantó. Se suponía que él estaba tomando una ducha... ¿Qué le harían si supieran que sólo estaba escondiéndose como un cobarde?

Ya presa del pánico, Jimin se quitó los zapatos y abrió la regadera, apartando todo lo que pudo los tennis y su mochila. El agua helada golpeó su cuerpo haciendo que se estremeciera. Pero se mantuvo en completo silencio, mirando fijamente el seguro del cubículo. Asegurándose, con ese gesto, de que ahí dentro él tenía el control y estaba a salvo.

Tras varios minutos, que se le hicieron eternos, finalmente los escuchó salir y cerró la regadera. Estaba completamente empapado y tenía frío. Su cabello estaba pegado a su rostro, toda su ropa pesaba y se pegaba a su piel de forma desagradable. Pero, aún así, decidió esperar unos minutos más antes de exprimir sus prendas y salir, cautelosamente.

Primero, abrió el cubículo, con el corazón en la mano, y miró hacia afuera, checando que no quedara nadie. Esperó ante el silencio, comprobando que no se escuchara ninguna ducha funcionando. Luego, se quitó los calcetines y se puso los zapatos. Tomó sus cosas y caminó silencioso. Se dirigió a los vestidores, ya confiando en que estaba solo. No soportaría otra humillación. No ese mismo día. Abrió su casillero y notó que no le quedaban cambios de ropa. Había llevado todo a lavar el día anterior. Suspiró, derrotado, y quiso azotar la puerta del casillero.

Y, mientras tanto, pienso en ti  [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora