... eres dulce

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PARK JIMIN

Volver a la rutina era consolador para Jimin. Especialmente después del quebrantamiento en su salud que lo había dejado fuera del juego casi un mes. Pero, odiaba tomarse las cosas con calma. No tenía tanta paciencia. Así que su rutina había incrementado intensidad desde el día uno. Tomaba todas sus clases e intercalaba las tardes o noches, que antes tenía libres, para sesiones de estudio y ensayos solitarios. Los sábados se habían convertido en días de biblioteca. Los domingos, de ensayo a ocultas en su habitación. Jimin se veía cada día más cercano a los del club de estudio nocturno. Incluso comenzaba a tener ojeras que fueran a juego con lo cansado que estaba a diario.

-- ¿Jimin-shi, crees que vamos bien? -- preguntó Jungkook ajustando los googles en su rostro, muy atento a las probetas que tenían en frente.

Jimin comparó el tono de la probeta con la descripción de sus apuntes. Era opaca y apenas se notaba un cambio -- Eso es lo que dice el libro ¿no?

-- Algo así. Pero se ve algo deslavada. ¿No nos faltó agregar algo? Quizá calculamos mal...

Jimin comenzó a checar todas las sustancias que habían empleado y cómo habían dado con esos resultados. -- ¿Y si hacemos el balance otra vez? ¿Tienes tu calculadora?

-- Ay no... La dejé en casa ¿No trajiste tu mochila? -- dijo Jungkook algo apenado mientras ordenaba descuidadamente la mesada de laboratorio.

Jimin estuvo a punto de levantar su morral del piso. Pero notó a tiempo que este estaba dado la vuelta. Otra vez. Pero había una novedad. En sus costuras estaba pintado PERDEDOR con plumón rojo. Suspiró agradecido que fuera la parte interna del bolso y lo pateó rápidamente para que quedara oculto bajo una banca.

-- Pensé que sí, Kookie. Pero lo dejé en el salón -- se excusó rápidamente -- Le pediré prestada la calculadora a Yeon-sso...

Cuando la clase de química finalizó, Jimin usó su carta de eterno olvidadizo y regresó al laboratorio como todo un intruso. Pasó un rato no grato dejando caer sus libros al suelo mientras le daba la vuelta a su morral en las penumbras. Cuando guardaba sus cosas, se percató que la delgada estuchera con sus lápices estaba curiosamente pegajosa. Una esquina en particular cubrió su mano de alguna sustancia delgada y desagradable al tacto.

La soltó de inmediato y creyó, firme y sin fundamento, que habían echado a sus cosas algún resultado fallido de aquel laboratorio... No sería la primera vez que alguna broma de mal gusto se salía de control.

¡¿Acaso querían quemarle las manos o algo peor?! ¡¿Tan ruin y despreciable era su existencia?! Lanzó el resto de sus cosas en la mochila. Se la colgó y salió corriendo sin medir su velocidad. Únicamente pensaba en quitarse lo que sea que tuviera en las manos de inmediato. No quería pensar ni en duchas químicas, ni en su lista de alergias, o en que podría descubrir una nueva...

El mundo a tanta velocidad no tenía mucho sentido. Esquivó a una o dos personas al pasar. Hasta que inevitablemente pasó. Chocó contra alguien y ambos cayeron.

-- ¡¿Qué demonios?!

-- L-lo siento -- forzó Jimin aunque su voz apenas era audible.

-- ¿Park?

Una voz familiar le trajo un poco de calma. Pero estaba seguro que aunque intentaba ocultarlo, su rostro era más elocuente. Sentía el corazón en la garganta. Alzó la mirada y se encontró con el rostro confundido de Yoongi.

Y, mientras tanto, pienso en ti  [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora