... no importará, ¿verdad?

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Park Jimin
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Jimin pensaba que estar ebrio sería diferente y malo, pero era como darle un descanso a su cerebro. No sobre pensaba tanto. Podía reírse de casi todo y sabía que nada tendría tanta importancia al finalizar la noche. Se preguntaba si recordaría todo al día siguiente. No importaba mucho. De vuelta en el salón principal, Hyunjin y Rosé les dieron la bienvenida con un par de vasos. Notó que se les habían unido Seugmin y Jiwo, nunca habían hablado mucho pero Jimin intuía que eran amables. Yoongi no se apartaba de su lado, parecía su sombra. 

-- Jugamos en línea como rivales a muerte y luego comenzamos a salir -- contó Hyunjin después de llamar de imprevisto a su novia a larga distancia. Era austriaca y no hablaba mucho coreano. No la vieron pero se oía amable pese a que su voz era algo ronca.

-- Todos aquí piensan que se la inventó para dejar de rechazar a tantas chicas a la semana -- dijo Rosé ocultando su risa cubriéndose los labios.

-- Tampoco exageres, Rosie -- protestó el aludido. -- Y Fel es real, ya la escucharon.

-- No la vimos. Podría ser una inteligencia artificial -- sugirió Seugmin riendo.

Jimin estuvo a punto de preguntarle si estaba seguro de que se trataba de una "ella". Pero, cuando dio unos pasos hacía atrás, alguien lo golpeó. Chocaron y el vaso de la persona cayó en su suéter.

-- ¡Ay, perdón! ¡qué maldita torpe! -- dijo de inmediato Su voz era suave y aguda. Cuando Jimin subió la mirada, trató de recordarla, creía haberla visto antes pero no sabía su nombre -- ¡Lo siento mucho!

-- No pasa nada. Yo soy igual de torpe -- dijo, usando unas servilletas para intentar limpiar un poco el desastre. Aunque era bastante inútil.

-- No, perdón -- dijo ella tomando algunas servilletas y pasándoselas mientras miraba lo arruinado que había quedado el suéter -- Quítatelo, lo llevo yo a la tintorería.

-- ¡No! No hay...

-- ¡Ay no! ¡eso sonó tan mal! -- chilló cubriéndose la boca con las manos -- ¡ya lo arruiné! Perdón.

-- No, está bien -- rio Jimin incómodo, pero consiente de qué se sentía meter la pata así. 

-- Ay... En... en realidad quería darte esto... -- balbuceó sacando un papel de su bolsillo.

Jimin lo tomó sin entender mucho. -- ¿Otra servilleta de papel?

Escuchó un par de risas de fondo.

-- Es mi número... -- dijo bajo antes de echarse a correr -- ¡Bueno, adiós!

Cuando volteó, sin terminar de entender lo que pasaba, los demás aullaron como sirenas de patrulla para molestarlo.

-- Salir con este o Hyunjin es sólo ser espectador, caray... -- suspiró Seugmin.

Jimin desdobló completamente la servilleta para encontrarse con un número de teléfono escrito en una caligrafía poco reconocible. Se preguntaba cómo se sentiría hacer eso de escribir tu número y dárselo a alguien. ¿Habría tenido el valor de hacer eso para comunicarme con Yoongi si no hubieran intercambiado números casi por accidente? ¿Cómo se vería la caligrafía de Yoongi en una servilleta como esa? La habría atesorado para siempre...

-- ¿Qué debería hacer con esto? -- preguntó, tras salir de su ensoación.

-- Antes que nada, no lo pierdas -- rio Jiwo.

-- Eso es pedirle mucho -- comentó Yoongi. Jimin los miró haciéndose el ofendido, aunque sus predicciones fueran muy probables.

-- Deberías llamarla y llevarla a una cita, duh. Puedes ser normal por una vez, ¿no?

Y, mientras tanto, pienso en ti  [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora