Uno: Jena cero

1.4K 184 68
                                    

Si había algo que me molestaba de sobremanera eran esas dos mujeres intrusas en mi familia, aquellas quienes por alguna razón se creían con el derecho al voto y opinión.

Disculpen si sueno grosero pero es que simplemente no puedo ni verlas, porque Lee Hana y su hija me sacan de mis cabales.

Los pongo un poco en contexto.

Mi nombre es Jake Shim, pertenezco a la familia con una dinastía bastante importante en Corea. No somos fáciles de acceder y tampoco somos muchos en la familia, anteriormente sólo éramos seis: mi abuelo, mi tía, mi prima, mi padre, mi madre y yo, pero hace un tiempo mi madre falleció y tras un duelo bastante doloroso, Lee Hana apareció junto a su salvaje hija para arruinar mi existencia.

No me molestó que mi padre quisiera iniciar nuevamente su vida, por eso le di la oportunidad a esas dos mujeres que un día aparecieron en mi casa con malos modales y pasos fingidos.

Lee Hana era la mujer que se aprovechó del corazón débil y herido de mi padre. Ella, una simple mesera en un bar de mala muerte en la que mi padre cayó en un mal movimiento, se aprovechó por completo del dolor ante la ausencia de mi madre y no dudó en ponerse en acción al ver sus bolsillos llenos.

Lee Jena por otro lado era su hija, por ende mi hermanastra, y sí que intenté formar alguna relación con ella, pero la niña parecía largar veneno cada vez que yo estaba cerca.

Las odie en poco tiempo por lo que al cumplir la edad suficiente me fui de la casa, ellas obviamente no pudieron ocultar su emoción ante la noticia, pero para la mala suerte de los tres mi familia era tan unida que todos los sábados en la noche había una cena en la casa del abuelo Shim.

No las quería ver, las evitaba en cada ocasión, pero tampoco iba a alejarme de las personas importantes en mi vida por ellos. Así que ahí estaba yo, sentado en el lugar de siempre escuchando las venenosas palabras disfrazadas de "consejos" que Hana le estaba dando a mi prima.

───Quizás sólo estés confundida ───rodé los ojos ante el comentario───. Ryu, cariño, las chicas a tu edad no saben lo que quieren, es mejor que conozcas a más personas, a más chicos.

Nadie le dijo nada al respecto y sabía que no iban a hacerlo, porque ante la vista de todos Hana sólo le estaba dando su más humilde opinión a Ryujin, algo que ella no necesitaba, obviamente.

Por Dios, ella tuvo el valor de confesar ser homosexual y nosotros estábamos bien con eso, pero Hana parecía odiar la idea e intentaba convencer a Ryujin de que estaba mal, cuando claramente eso no era así.

Tonta.

───Yo sé lo que me gusta, señora Lee ───reí, porque si había algo que ella odiaba era que la llamaramos señora Lee, porque: "me siento excluida de la familia".

Ella ni siquiera era parte de esta familia.

───Dudo que lo sepas ───Jena se metió a la charla entre las dos mujeres y yo simplemente las vi desde mi lugar, comiendo de mi chuleta───. Podrías probar con unos chicos, quizá no conociste al indicado.

Ryujin se removió en su asiento incómoda.

───En realidad ellos no me gustan, yo-.

───Tú no sabes nada ───Jena volvió a interrumpirla y yo tomé aire para no gritarle que se callara.

Me estaban cansando y que ninguno de ellos dijera nada al respecto me ponía de mal humor.

───Creo que puedo saber cuales son las cosas que me gustan, Jena, y si digo que me gustan las mujeres es porque así es. Lamento que te desagrade la idea pero no intentes cambiarme.

Taeyon, la madre de Ryujin y mi preciosa tía miró a Jena curiosa y fue cómico ver como la mini víbora se escogía en su lugar.

───Me malentendiste, sólo intentaba que entres en razón, es decir, que una Shim sea homosexual dañaria nuestra imagen.

Y no lo aguanté, me reí en su cara porque eso me sonó a que ella se creía una Shim y no señor, eso nunca.

───¿Hay algo gracioso, Jake? ───Hana me preguntó, casi arruinado mi diversión.

Amargada.

Pero no iba a quedarme callado ante ella, así que asentí y me acomode en mi asiento.

───No creo que eso arruine nuestra imagen, ser homosexual no es nada malo, ¿verdad? Es decir, si el abuelo las aceptó a ustedes, ¿por qué no aceptaría a la chica que Ryujin elija?

Mi padre me miró con una clara advertencia y Ryujin me agradeció en un pequeño susurro que sólo yo pude escuchar. En cambio Hana me miraba totalmente ofendida, como si no fuera verdad lo que acababa de decir.

¿Le duele la verdad? Debería de acostumbrarse.

───Pareces bastante molesto ───Jena saltó a defender a su madre. Su mirada fija en la mía───. ¿A poco también eres gay? ¿por eso defiendes tanto a Ryujin? Oh vamos Jake, no tengas miedo de confesar tu orientación, nadie es perfecto.

¿Que yo qué? ¿En qué momento las cosas voltearon de esa forma? Porque defender a mi prima no significaba yo fuese gay, aunque eso no tenía nada de malo pero claro, Jena quería avergonzarme, hacerme ver como un nieto imperfecto y el hijo fallado, pero eso no iba a funcionar, acusarme de ser gay no cambiaba el hecho de que ella no era nadie en esta familia, y yo se lo iba a demostrar.

───No le temo a nada, pero si tan curiosa estás por mi vida privada, sí, te lo diré, soy gay ───Jena abrió los ojos sorprendida y mi padre me miró con una ceja alzada, esas fueron las únicas reacciones que pude ver en el momento───. ¿Sorprendida? Pensé que querías saberlo.

Jena parpadeo un par de veces antes de poder retomar su postura burlesca y responderme adecuadamente. Su sonrisa fea apareció de nuevo.

───Una lástima, debe ser difícil para ti, todas las chicas están detrás tuyo, pero ningún chico, ¿eso no es decepcionante?

Niña tonta, ¿se cree que puede hacerme sentir mal con algo tan tonto como eso? Soy Jake Shim, incluso si de verdad era gay los chicos me lloverian a montón.

Negué ante su comentario y le di un trago a mi bebida antes de hablar.

Iba a hacerla callar, cueste lo que me cueste.

───Lamento decepcionante pero en realidad ya tengo pareja, y me atrevo a decir que es el chico más lindo que alguna vez podrás ver.

Eso sonó muy gay, pero valió la pena cuando Jena no supo como responderme a eso, sin embargo me arrepentí en cuanto mi abuelo se dirigió hacia mí.

───No sabía que tenías pareja, Jake, ¿por qué no lo traes el próximo sábado? Me encantaría conocerlo.

Me congelé mientras pensaba en cualquier excusa para escapar de esa mentira, pero cuando Jena comenzó a quejarse al respecto, supe que la mejor forma de hacerla callar de nuevo era aceptando la oferta de mi abuelo, y así fue.

Jena: 0

Jake: 2

Ahora me faltaba conseguir un novio para el próximo sábado.

Fácil.

¡Te Pagaré!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora