Treinta: Cabañas

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Cuando la alarma sonó por toda mi habitación, no fui yo quien la apagó, sin embargo no me queje, me acomode mejor en la cama con la intención de seguir durmiendo hasta que una leve nalgada me hizo abrir los ojos de golpe.

───Ya es hora, si sigues durmiendo llegaremos tarde y quiero desayunar en ese lugar, dijiste que tenía una linda vista.

Sunghoon no dijo nada más, agarró su ropa y se metió al baño, a los minutos pude escuchar la ducha por lo que supuse que se estaba bañando. Yo por otro lado seguía procesando esa nalgada que Park me había dado.

Estaba jodido.


¡★!




El viaje había sido tranquilo, Sunghoon se había dedicado a poner música desde su celular mientras me daba indicaciones a base de un mapa que me había hecho comprar en la primera parada que tuvimos en un autoservicio.

Él había dicho que siempre le pareció divertido las películas donde la chica que iba de copiloto daba malas indicaciones al que conducía y al final ambos terminaban perdidos. Dudé en comprar el mapa, realmente no lo necesitábamos pero él insistió, dijo que quería probar que no era tan difícil como lo hacían ver en las películas y bueno, ese pequeño puchero en sus labios me convenció.

Sunghoon tardó alrededor de media hora para intentar descifrar cómo poner el mapa, yo no interviene porque realmente no sabía mucho de eso, sólo lo dejé ser mientras secretamente me colocaba un auricular del lado donde Park no pudiera verme para así poner el gps en mi móvil mientras la pequeña máquina me decía por dónde ir.

Cuando Sunghoon intentaba guiarme por otro lado yo sólo miraba el mapa haciéndole creer que realmente sabía leerlo y le daba pequeños consejos de cómo podríamos "tomar un atajo".

Lo importante era que habíamos llegado bien, despues de casi cuatro horas de viaje, llegamos a las hermosas cabañas que mi padre había alquilado para todos.

Fue recién cuando estacione junto al auto de Jena que había recordado un pequeño detalle.

───¿Ese no es el auto de Jena?

No le había dicho a Sunghoon que la salida era familiar.

En mi defensa, estaba nervioso por la declaración de ese día.

───Bueno... ───apagué el motor y Sunghoon guardó el mapa───. Olvidé decirte, mi padre fue quien nos invitó.

───Oh... ───creí que iba a molestarse, sin embargo Sunghoon se veía desanimado.

Sentí feo en el pecho.

───Hoonie ───el apodo salió de mis labios sin darme cuenta y Sunghoon también pareció sorprendido porque me miró sonrojado. Le sonreí nervioso───. Perdón por no habertelo dicho, estuve mal pero realmente lo había olvidado.

Sunghoon negó rápidamente.

───Usas ese tonto apodo conmigo para que baje la guardia ───reí. Esa realmente no era mi intención pero parecía funcionar───. Al menos dime que vamos a pasar tiempo juntos, no tiene sentido si no nos conocemos bien.

Alce una ceja en su dirección. Aquella última frase podría malinterpretarse fácilmente.

───Hay una habitación para nosotros ───Park se sonrojo───, y no es necesario que estemos todo el tiempo con ellos, con cenar juntos es más que necesario.

Sunghoon asintió y se sacó el cinturón de seguridad.

───Entremos ya, parezco una novia tóxica haciendo una escena.

No pude decirle nada porque Sunghoon se apresuró en tomar su mochila de los asientos traseros y salir del vehículo. Hice lo mismo, me saqué el cinturón, tomé mi bolso y salí del auto poniéndole el seguro.

Antes de entrar y enfrentar a las odiosas víboras que mi padre metió a mi vida, tomé la mano de Park y lo hice mirarme.

───Te ves lindo haciendo una escena por querer estar a solas conmigo ───Sunghoon abrió sus hermosos labios listo para decirme algo, sin embargo nada salió de esa boquita───. Dime, Hoonie, ¿qué es lo que tenía planeada esa cabecita tuya con la idea de nosotros dos solos en una cabaña?

Sunghoon enrojecio como un tomate y yo sonreí de lado ante el tierno tartamudeo.

Solté su mano y le di una pequeña caricia en su mejilla, algo que últimamente solía hacer mucho sin ninguna razón en especial, sólo me gustaba sentir la suave piel de sus mejillas bajo mi tacto.

───Deja de ponerme nervioso ───apenas logró murmurar.

───Esa no era mi intención.

───Sí claro, olvidas que te conozco.

Para mi mala suerte, en este corto periodo de tiempo que habíamos pasado juntos Sunghoon realmente parecía conocerme y obviamente que él usaba eso a su favor.

No contesté a lo que me dijo, simplemente le regalé una pequeña sonrisa y me acerqué para dejarle un corto beso en los labios, sólo uno porque sino iba a arrastrarlo hasta mi auto, sentarlo en su asiento y treparme encima para pedirle que...

───¡Ya llegaron! ───la odiosa voz de Hana me hizo volver a la realidad, por suerte───. ¡Sí viniste, Hoonie! Con Jena dudabamos de que realmente quisieras pasar un fin de semana entero fuera de tu casa.

Hana comenzó a bajar por las escaleras de madera para seguramente agarrar a Park y llevárselo pero yo fui más rápido al tomarlo de la mano y pegarme a él. Cuando Hana llegó frente a nosotros, fingio una sonrisa.

───Es bueno salir de casa y conocer lugares nuevos, más si el chico que me gusta está conmigo.

Sunghoon sonrió en grande. Me gustaba realmente las respuestas que daba Sunghoon con Jena y Hana pero en ese momento, justo mientras tomaba su mano y acariciaba con mi pulgar el dorso de su mano, justo en ese momento supe que todo era real y eso me hacía sonreír lleno de una felicidad que no sentía desde hace años.

¡Te Pagaré!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora