Catorce: La pequeña Park

716 138 8
                                    

───Perdón.

La voz de Sunghoon me alivió bastante. Si bien tenía algo de miedo por viajar con él despues de todo lo que dijo frente a mi padre, tampoco me gustaba el silencio horrible que tenía en mi auto durante largos minutos.

───¿Por?

No estábamos muy lejos de su casa, como dije el viaje fue silencioso y bastante largo desde el restaurante, pero para mi suerte ya no faltaba mucho.

───Por lo que dije de tus piernas y todo eso.

Claro.

No es como que me molestó realmente, no fue la gran cosa, fue el momento de vergüenza que sentí por mi padre, no podía ni mirarlo porque sabía que iba a ponerme rojo, y eso era absurdo.

───Está bien, de todas formas sirvió para que las víboras tragaran su propio veneno.

───Ya.

Él se volvió a quedar en silencio y para mi gran fortuna llegamos a su casa pero Park parecía tan perdido en sus manos que ni siquiera lo notó. Era algo lindo.

───Llegamos.

Él alzó la vista, algo sorprendido al parecer pero también bastante perdido ya que torpemente tomó su mochila e intentó abrir la puerta del auto.

───Esta mierda.

Reí. Era la primera vez que lo escuchaba decir algo así, una especie de insulto apenas audible.

───Está trabado, Park.

───Destrabalo.

Le regalé una sonrisa de lado y saqué dinero de mi billetera para pagarle lo del almuerzo, esperaba que la rechazara porque, repito, yo no le pedí que me acompañe, pero él sólo la agarró y me agradeció.

Le saqué el seguro a la puerta y al parecer tomé por sorpresa a Sunghoon ya que la puerta se abrió de golpe y él cayó hacia afuera.

No me esperaba eso, ver a Sunghoon tirado en el suelo, con sus piernas al aire todavía dentro del auto y sus brazos moviéndose inútilmente para levantarse. No pude evitarlo, me reí.

No me daba vergüenza admitir que me estaba retorciendo en mi asiento mientras no podía detener mi ataque de risa, es que la situación era fantástica, o al menos eso creía hasta que Sunghoon logró levantarse y me miró sumamente molesto.

───Eres un idiota, ¿por qué hiciste eso?

Sequé la lágrima que se me había escapado de la risa y me acomode en mi asiento. Sunghoon se veía bien hasta enojado, podía entender a Jena.

───Me pediste que le quite el seguro y lo hice, ¿tú cómo hiciste para caerte?

Sunghoon comenzó a sacudirse la ropa mientras yo apagué el motor para salir y verificar que el chico no se haya lastimado, porque si bien no era mi novio para cuidarlo y me reí en su cara por la caída memorable, tampoco era tan desalmado para dejarlo así e irme.

Me acerqué a él y tomé sus manos para ver si tenía alguna herida, no había nada, tampoco en su rostro así que quise subir su camiseta para ver si su espalda se lastimó al recibir el mayor impacto pero Park me empujó como defensa.

───¿Qué haces?

───Quiero ver si te lastimaste.

───Estoy bien.

Miré su rostro y me sorprendí al verlo totalmente rojo. ¿Park Sunghoon estaba avergonzado? Eso era nuevo.

Levanté ambas manos en modo de rendición y di unos pasos hacia atrás. No entendía muy bien esos ataques que tenía, es decir, había momentos donde Sunghoon aparentaba ser ese chico que todos decían que era: amable, sonriente y atento. Por otro lado estaba ese Sunghoon que te miraba coqueto y tiraba ciertos comentarios, o cuando se avergonzaba, también era otra persona cuando estaba molesto, ¿será que sufre trastorno de personalidad múltiple? O sólo era bipolar.

De todos modos Sunghoon parecía ser alguien nuevo cada día.

Creí que lo mejor era irme a mi departamento pero entonces una pequeña niña apareció corriendo y se tiró a los brazos del castaño para ser levantada por el mismo. Me quedé sorprendido porque la niña era Sunghoon con peluca.

───Sungie, ¿dónde estabas? Mamá no me dejaba llamarte porque decía que estabas muy ocupado.

Sunghoon le sonrió, una sonrisa que nunca había visto antes, aunque obviamente no iba a verlo tan felíz cuando prácticamente lo obligue a fingir una relación amorosa para humillar a mi hermanastra.

───Tuve que salir.

───¿Con tu novio?

Ella me miró con una gran sonrisa, una sonrisa brillante como cualquier niña inocente de su edad tenía, pero igual me hizo sentirme bien, como si la niña me devolviera la tranquilidad que su hermano me quitaba.

───¿A poco te dijo que soy su novio?

Sunghoon se puso más rojo si eso era posible.

Él me había contado que aquella noche que salimos, tuvo que contarle a su familia que nosotros estábamos saliendo, así que no dudé en cargar a la niña cuando ella estiró sus brazos hacia mi dirección.

───Sí, ¿eres Jake, verdad?

───Lo soy, ¿y tú eres la hermosa mujercita que tiene el corazón de mi chico?

Ella rió totalmente complacida con lo que le acababa de decir.

───Me llamo Mina.

───Lo sé, Sunghoon me habla mucho de ti.

Bien, esa era una pequeña mentira, pero yo quería ver a la niña sonreír, no podían culparme, Mina era una hermosura.

───¿Qué te dijo de mi?

Iba a responderle con alagos que la hicieran sonreír pero lamentablemente una señora apareció y por el rostro pude deducir rápidamente que era la madre de Park.

¿Es que esta familia fueron calcados a mano? No lo entendía.

───Oh, hola.

La señora me sonrió y yo le devolví el saludo. Pude aprovechar esa situación donde Mina se fue a los brazos de su madre para así despedirme e irme, pero no eran tan maleducado para no presentarme, así que con una gran reverencia le dije mi nombre y, seguido de eso, Mina agregó un, "es el novio de Sunghoon".

Quise morir de vergüenza en ese momento.

¡Te Pagaré!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora