Diecinueve: Confusión

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Quería esconderme. Estaba orgulloso de haberle cerrado la boca a Lee Jena pero avergonzado porque estaba seguro que mi padre y abuelo habían escuchado algo tan obsceno salir de mi boca y por la forma en la que ambos miraban de mí a Sunghoon, podía asegurar que lo estaban imaginando.

La botella de vino rota en el suelo había manchado toda la alfombra, estaba seguro que esa gran mancha iba a costar en salir y que la pobre empleada iba a maldecirme por el resto de la semana.

Normalmente por más avergonzado que estuviera de las cosas que hacía o decía mientras estaba enojado, nunca me arrepentía, no me retractaba de nada ni huía, pero estaba seguro que en esta ocasión escapar era la mejor solución.

───Creo que lo mejor será que nos vayamos ───miré a Sunghoon, apenas podía ver su rostro ya que tenía la mirada gacha, observaba fijamente el piso, seguro no sabía cómo mirar a mi familia───, no quiero que Sunghoon se sienta incómodo.

Tomé a Park de la mano, escuché a Jena murmur algo pero no pude entenderla, de todas formas ya no creía que sería una buena idea seguir discutiendo. Pasé junto a mi abuelo y me disculpe por la alfombra, le prometí traerle otro vino para su colección y me fui con una leve despedida a mi padre.

No sé por qué sentía el ambiente tan tenso, quizás no fue la forma de besarlo, sin previo aviso, y tampoco fue ético decir aquello tan a la ligera, mucho menos frente a mi padre y abuelo, pero ya no estábamos ahí, subí a Sunghoon al auto y había conducido hasta llevarlo a una plaza para que pudieramos hablar, pero él no decía nada.

Estuvo todo el viaje callado, en la plaza tampoco hablaba y me estaba molestando un poco, me hacía sentir culpable y yo no sabía disculparme de forma correcta.

───Lo siento ───creí que era lo correcto decirlo───, voy a pagarte más por eso, lo prometo.

Entonces por fin despues de un largo tiempo Park me miró. Sus ojos estaban brillosos, sus mejillas seguían sonrojadas, me preguntaba si realmente seguía tan avergonzado como para seguir así.

───¿Va-as a pagarme más? ───asenti rápidamente. Creí que eso era lo correcto pero vi como Sunghoon rodo los ojos y desvió la mirada───, realmente eres tonto.

───¿Disculpa?

Juraba que había escuchado mal, Sunghoon no podía haberme insultado, tampoco había una razón para hacerlo.

───¿Es lo único que me dirás, que vas a darme más dinero?

No entendía.

───¿Qué quieres que te diga?

Volvió a mirarme, pude ver que estaba enojado, podía verlo pero no lo entendía. ¿Qué hice?

───¿Es que todavía no te das cuenta, Jake?

───¿De qué?

───Por Dios ───pasó sus dedos entre su cabello, pude ver la frustración en esa acción, veía que también seguía enojado, pero yo no sabía qué hacer───. Mejor llevame a casa.

No discuti, no tenía energías y no quería hacerlo, simplemente nos subimos al auto y lo llevé hacia su casa, el camino fue en silencio, ninguno dijo ni una sola palabra hasta que llegamos a su casa.

Estacione el auto y dejé que él bajara, se despidió apenas en un susurro y caminó hacia dentro del patio, me quedé dentro del auto para ver que entrara a la casa pero no lo hacía, en vez de eso lo vi buscar en su bolsillo y despues sacar su celular, estuvo un rato así hasta que se dio la vuelta y me miró a lo lejos.

No tardó mucho cuando caminó de nuevo hasta mi auto y se subió, tomó au respectivo asiento y suspiró cansado.

───¿Puedes prestarme dinero para un hotel y un remis?

¡Te Pagaré!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora