Treinta y uno: Límites

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Despues de todas las preguntas sin sentido que estaba haciendo Hana, decidi tomar a Sunghoon y hacerlo entrar a la cabaña, detrás nos seguía Hana, ella seguía hablando pero realmente ya no le estaba prestando atención.

Cuando entramos mi padre estaba sentado en el sofá. Sonreí porque hace mucho que no lo veía vestido de forma casual, siempre llevaba un traje bien planchado junto a una corbata a juego y unos zapatos bien lustrados, pero en esa ocasión tenía una camiseta fina y floreada, unos pantalones cortos y unas sandalias ligeras en sus pies. Se veía bien, su cabello despeinado también le daba unos años de juventud.

───¡Llegaron! ───recién entonces pude notar que mi padre tenía una bebida en su mano, algo de un color anaranjado en una copa───, creí que vendrían más tarde, asumiendo que Jake no iba a levantarse temprano.

Dios mío, ¿él en serio estaba tomado? Apenas iban a ser las diez de la mañana y, aunque no estaba completamente ebrio, sabía por la forma en la que hablaba que ya había tomado más de tres copas de alcohol.

───¿No crees que es muy temprano para beber?

Mi padre negó y le dio otro trago a su bebida. Hana fue rápidamente corriendo a su lado y le quitó disimuladamente la copa, algo que le agradecí en silencio.

───Se suponía que sólo era una copita ───ella se veía avergonzada, seguramente por Sunghoon───. Es mejor que vayamos a darnos un baño.

───¿Juntos?

Bien, era demasiado para mí. La forma en la que dijo aquello me hizo querer vomitar porque vamos, no fue para nada sutil ese tono coqueto que usó.

Hana se llevó a mi papá lejos, seguramente al baño para quitarle todo el alcohol con agua. Yo por mi parte suspire y le pedí a Park que olvidara eso pero él dijo que hasta le pareció gracioso.

Íbamos a ir a nuestra habitación aunque realmente no sabíamos cual era, de todas formas era mejor buscar puerta por puerta que quedarnos parados ahí, así que quisimos ir por el pasillo derecho pero entonces, para mi gran mala suerte, la pequeña víbora apareció.

───¡Hoonie! ───Jena corrió a los brazos de Sunghoon, como toda niña desesperada de atención se tiró a sus brazos en un abrazo───. Me alegra mucho que haya venido, oppa, no quería estar sola aquí.

Bien, no era la primera vez que Jena estaba abrazando a Sunghoon, para nada, pero era la primera vez que lo abrazaba mientras restregaba su cuerpo contra el de mi hombre. ¿Qué le pasaba a esa?

Jena llevaba puesto un bikini negro y debía admitir que tenía un lindo cuerpo. Yo no la soportaba, sí, pero ella tenía una linda figura, una cintura pequeña, pechos llamativos y unas piernas finas, yo creía fielmente que cualquier chico estaría embobado en ella, su cara también era muy bonita, delicada y un cabello negro azabache liso que envidiaba secretamente.

Lee Jena era la definición de "chica estándar" que muchos tenían, lástima que era una pequeña víbora venenosa. Es decir, la niña podía tener al chico que quisiera, hasta Jay había admitido que estaría con ella si se le daba la oportunidad, ¿entonces por qué ella seguía empeñada en llamar la atención de Sunghoon? Oh claro, porque es una pequeña envidiosa.

No hizo falta que alejara a Sunghoon de ella, cuando Jena intentó aplastar su pecho con el de Park, él se soltó de su agarre y se alejó de ella, casi corriendo a esconderse detrás mio, como si fuera un pequeño niño asustado.

Yo reí y Jena hizo un tonto puchero.

───¿Sabes cuál es nuestra habitación? ───no iba a discutir con ella, no al menos por el momento.

Jena intentó mirar a Sunghoon pero él ni siquiera le dirigía la mirada, me pareció algo tierno pero no comenté nada al respecto.

───Oh claro, no me di cuenta ───cuando ella no respondió mi pregunta, yo la miré confundido pero ella seguía con su vista fija en Park───, ¿te pone incómodo que esté así vestida, oppa? ───¿ella cómo acababa de llamarlo?───. Lamento si lo puse nervioso ───rio, una pequeña risita falsa───, pero debería de acostumbrarse, estamos en una playa, va a verme así seguido este fin de semana.

¿Ella estaba en serio acomodando su escote delante nuestro? Vamos, eso era caer demasiado bajo.

───Pareces una pequeña pe─.

───No estoy nervioso ───Sunghoon se adelantó a decir, interrumpiendome───, simplemente no quiero crear ningún tipo de malentendido entre nosotros.

Jena hizo una mueca, confundida.

───¿De qué habla?

───He estado tolerando sin ninguna queja los afectos con demasiada confienza que muestras conmigo y realmente estoy contento con la idea de que te haya agradado, eso significa que puedo llevarme bien con la familia de mi novio ───ella fruncio el ceño ante esa última palabra───, sin embargo Jake te lo había comentado, no me gusta el contacto físico de personas que no son cercanas a mí y yo creo que para evitar malentendidos debemos poner límites.

───¿Límites? ───ella estaba confundida.

Sunghoon asintió.

───No creo que sea adecuado que coquetees conmigo de ninguna forma, he notado las miradas, los toques sutiles y las palabras que usas conmigo, intenté mantenerme al margen pero me di cuenta que al aceptar que sigas con esto le estoy faltando el respeto a Jake.

Jena soltó una risa, una tan falsa que me hizo querer reír, sin embargo me mantuve serio.

───¿Crees que estoy coqueteando contigo? ───ella cruzó sus brazos sobre su pecho. Descarada───. Hoonie, creo que confundes las cosas, sólo intentaba ser tu amiga.

Miré a Sunghoon, él ya se había parado a mi lado, enfrentando directamente a la víbora.

───Entonces supongo que confundí tus intenciones, aunque eso no quita el hecho de que es demasiado para alguien que sólo intenta ser mi amiga ───Jena enrojecio e intentó cubrirlo con su cabello───. Por favor, a partir de ahora mantengamos un contacto familiar, de cuñado a cuñada, ¿bien?

Jena mordió con fuerza sus dientes, su mandíbula tensa y sus dedos apretando la piel en sus brazos me hizo saber que estaba furiosa y su madre no estaba ahí para ayudarla.

───Lamento que hayas confundido mis intenciones ───por fin habló, mirándome luego a mí───. No sabía que te causaba tantas inseguridades que me acercara a tu novio, debiste haberme dicho, lamento confundirlo.

Pequeña perra. ¿Causarme inseguridades? ¿ella a mí? Por favor, a Sunghoon le gustaba yo, estaba seguro ya de eso y ni aunque se le ofreciera directamente iba a tener una oportunidad.

───¿Confundirlo? ───reí con su mirada aún fija en la mía───, Jena, por más que le restringes las tetas en la cara, no vas a lograr nada en Sunghoon, él simplemente se cansó de aguantar tus intentos de coqueteo, así que ten algo de dignidad y sólo dinos dónde está nuestra habitación para poder tener privacidad con mi chico.

───¿Desde cuándo eres tan vulgar?

───¿Y tú desde cuando eres tan regalada?

───¡Le diré a papá lo que me dijiste!

───Dile, de seguro le encantará saber las razones de porqué te llamé así.

Ella inflo sus mejillaz molesta y yo simplemente sonreí con suficiencia.

───Busca tu habitación solo.

Y se fue, empujandome y moviendo sus caderas de forma descarada. Era una maldita niña.

¡Te Pagaré!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora