Veintinueve: Inocencia

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Luego de unos días junto a Park, el viernes ya había llegado y me encantaría decir que despues de varias sesiones de besos con él, obtuve lo suficiente, sin embargo estaría mintiendo.

Era ridículo como cada vez sólo quería más, más y más de él. Me sentía como un adolescente hormonal y eso era casi humillante.

Por ejemplo ese día la señora Park me había invitado a cenar antes de que me llevara a su hijo a las cabañas por todo el fin de semana, yo obviamente le dije que no era necesario pero ella insistió y, en vez de estar pasando un tiempo con ella, me había dejado arrastrar por Park hacia la cocina solamente para que me acorralara contrala heladera y me deborara.

Al menos para mi confort sabía que Sunghoon estaba tan desesperado como yo.

Intenté alejar a Park y cortar el beso, sin embargo apenas pude despegar nuestros labios él comenzó a besar mi cuello. Suspire, era impresionante la cantidad de marcas que el idiota estaba dejando ahí, cada vez era más difícil esconderlas.

───Park, basta, tu mamá puede entrar y vernos.

Obviamente, yo todavía seguía avergonzado por la última vez que nos vio en la sala, ni siquiera podía verla despues de eso, mucho menos cuando ella hacía bromas al respecto.

───Ella no va a entrar.

Apenas pudo decir eso cuando volvió a besarme. Quise quejarme, en serio lo intenté pero vamos, últimamente yo sólo era un idiota que se derretia en sus brazos y aunque nunca iba a admitirlo en voz alta, los labios de Sunghoon eran adictivos.

Pero cuando creí que estaba perdido en él, Sunghoon se separó bruscamente y dio un grito de dolor. Lo miré completamente asustado pero todo susto desapareció cuando vi a la pequeña Mina sosteniendo el palo de amasar en forma de ataque mientras Sunghoon sobaba su espalda y se quejaba del dolor.

───¿Qué haces con Jake oppa? ¿lo estás lastimando?

Sonreí. La inocencia de la pequeña Mina era hermosa y muy graciosa, más cuando Sunghoon intentó acercarse a mí y ella alzó el palo para golpearlo de nuevo.

───¡Para! No le estaba haciendo nada malo.

───¡Lo estabas mordiendo! ───Mina miró mi cuello y rápidamente lo cubri───, ¡está lastimado! Eres malvado, tú no eres mi hermano, ¿qué hiciste con él?

Reí cuando Sunghoon tartamudeo intentando buscar alguna excusa.

───Ayudame, Jake.

───Mina, linda, Sunghoon no me estaba haciendo daño.

Mina me miró dudosa.

───Pero usted estaba haciendo ruidos raros.

Me sonroje y Park soltó una carcajada.

───E-es que Park me piso el pie sin querer.

───¿Y su cuello?

───Un mosquito, Sunghoon estaba intentando matarlo.

───Pero él lo estaba moriendo.

───Intentaba quitarle la hinchazón ───alce una ceja hacia Sunghoon. Que tonta excusa───. Dicen que si succionas la hinchazón se va rápidamente.

Mina nos miraba, intentando adivinar si estábamos diciendo la verdad o le estábamos mintiendo. Al final decidió bajar su arma letal y asintió con un poco de duda.

───Lo siento Hoonie, pensé que estabas lastimado a Jake oppa.

Sonreí y me acerqué a ella para tomarla entre mis brazos, ella se dejó cargar fácilmente y yo dejé un beso en su mejilla.

───Que lindo es que me cuides.

───Siempre voy a cuidarlo, oppa.

En ese momento la señora Park entró en la cocina, nos miró y mostró confundida cuando vio que Mina sostenía el palo de amasar mientras Sunghoon todavía se estaba quejando por el golpe.

───¿Qué pasó aquí?

───Tienes una hija muy agresiva ───Sunghoon le dijo y Mina comenzó a defenderse.

Al final, despues de una pequeña discusión por ambos hermanos, todos terminamos cenando la rica lasaña de la señora Park y, luego de un pequeño mostre, Sunghoon y yo nos fuimos a mi departamento ya que a la mañana siguiente debíamos salir temprano.

Había creído que estaría nervioso por pasar la noche a solas con él, sin embargo ambos estábamos agotados y lo primero que hicimos fue cambiarnos e irnos a dormir.

En la madrugada me había despertado cuando sentí un peso sobre mi cuerpo y grande fue mi sorpresa cuando vi a Park abrazandome, casi sobre mi cuerpo, sin embargo no lo aleje, sonreí y volví a cerrar los ojos.

Definitivamente algo me estaba pasando con él.

¡Te Pagaré!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora