Trece: Almuerzo de cumpleaños

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La vida era un asco, en realidad la mía lo era. No sé en qué momento terminé en un almuerzo de cumpleaños de la persona más detestable del mundo junto a un novio falso que, a decir verdad, ganaba demasiado dinero para sólo tener salidas conmigo.

Sunghoon estaba ganando demasiado dinero y eso me molestaba, me habían dicho que Park era amable y servicial, te ayudaba en todo lo que podía sin pedirte nada a cambio y aunque yo insistí, no esperé estarle pagando en cada salida que teníamos, ¿será que esta también va a cobrarme? Yo no le pedí que viniera, fue a voluntad propia.

De todas formas no es como que el dinero fuese el problema, si bien era una cantidad bastante generosa, no era algo que se me complicara de dar, el asunto era que Park Sunghoon era un engaño, cuando alguien más me mencionara lo "amable y genial" que era, le escupiria en la cara.

───Nos alegra que pudieras acompañarnos Hoonie, Jena no deja de mencionar que te quería en su cumpleaños.

Eso llamó un poco mi atención. Miré a mi hermanastra sentada junto a su madre, ella estaba levemente ruborizada, avergonzada a lo que se veía pero no creía que así fuera, ella era tan falsa que nada en sus expresiones eran creíbles. Hana por su parte intentaba inútilmente hacer resaltar a la mini víbora frente a mi falso chico. Patéticas.

───Gracias por invitarme ───Sunghoon sonrió con cortesía───, no esperaba ser integrado tan rápidamente.

Siendo sinceros yo tampoco lo esperaba, aunque sabía que no habían razones para rechazar a Sunghoon, nunca había presentado a nadie ante mi familia, nunca llevé a una pareja a una cena familiar, ni siquiera mi padre conoció a alguna cita que tuve, siempre fui cuidadoso al no mezclar a mi familia con las chicas a quienes veía, por eso no sabía qué esperar del sábado anterior, si bien sabía que iba a ser genial porque Jena se perdería en Sunghoon, no me permití pensar mucho en la interacción que mi familia podía tener con la primera persona que presentaba como mi pareja, quien a sorpresa de todos resultó siendo un chico.

Sunghoon les agradó demasiado para mi sorpresa, si bien sabía que él era encantador por naturaleza, no esperaba que le tomaran cariño tan rápidamente.

───Eres de la familia ahora, cariño, y si Jake te deja ir, quédate tranquilo que mi hija sería una excelente esposa.

Dejé caer el pedaso de carne que estaba a punto de comer y parecía que no era el único sorprendido porque vi como Sunghoon a mi lado se quedó congelado con una mano en dirección a la copa de agua que estaba por tomar.

¿Esa mujer en serio acababa de insinuar aquello? ¿es que no tenía ni un poco de respeto ante nuestra falsa relación? Era intolerable.

Park retomó su acción, tomó la copa y le dio un par de tragos largos y yo aproveché el silencio que me estaba dando para largarle un poco de su veneno a la cobra mayor.

───Pareciera que quieres robarme el novio para dárselo a tu hija, Hana ───ellas me miraron fijamente, seguramente esperando mi gran ataque───. Eso me recuerda, Sunghoon tiene muchas pretendientes, ¿saben? Hay muchas chicas detrás de él, aunque siento lástima por ellas, es decir, fijarse en un chico gay que nunca podría mirarte es demasiado triste, y son peores aquellas que intentan inútilmente llamar su atención, ellas son extremadamente patéticas, ¿no lo crees, Jena?

La vi inflar su pecho con molestia. Sí, le había dado en su orgullo y sabía que no iba a decir nada porque estaba sumamente avergonzada, pero su madre era otro caso.

───¿Patético dices? Jakey, los chicos pueden cambiar de opinión, los instintos de los hombres son básicos, ellos ven unas piernas lindas y corren tras de ellas.

───Eso es verdad ───todos miramos a Sunghoon quien se había atrevido a meterse en la venenosa conversación. Maldito tonto, ¿le está dando la razón a Hana?───. Yo corro tras las piernas de Jake.

El ruido del cubierto de mi padre que habían caído sobre el plato de porcelana fue lo único que se escuchó luego de las palabras de Park, y es que todos nos quedamos mudo ante tal confesión. Por Dios ¿de dónde diablos salió eso?

Mi cara ardía de la vergüenza, no sabía si su plan era callarla a Hana o a mí, quizá su intención era que todos comamos en silencio, si ese era su plan, lo logró demasiado bien.

No me animé a ver la cara de mi padre en lo que restó del almuerzo, no me animé a ver a nadie en realidad, todos volvimos a comer sin volver a mencionar ese tema. No nos quedamos en silencio, mi papá comenzó a sacar otro tipo de charla y todo siguió de forma tranquila, sin embargo yo mantenía mi mirada fija en la comida.

Cuando la hora de irnos llegó Hana quiso invitarnos a ir a su casa pero me adelanté a negar por ambos, ella quiso insistir pero Sunghoon me salvó esa vez.

───Lo lamento mucho, le prometí a mi mamá que iríamos hoy con Jake a ayudarla en algunas cosas de la casa.

───¿Jake hace cosas de casa? ───la voz de Jena se escuchó burlona y me contuve de mandarla al diablo.

───Jake me ayuda mucho en mi casa.

Bueno, la forma en la que dijo eso fue un poco...

───De todas formas espero que puedas asistir esta noche, Hoonie.

───Intentaré hacerlo, señorita Lee.

Quise reír cuando Hana hizo una mueca ante la mención de su apellido, pero fui bastante profesional al mantenerme serio y despedirme de mi padre para llevarme a Park lejos.

Bien, había logrado sobrevivir a un almuerzo con esas dos, ahora sólo quedaba sobrevivir al viaje con Sunghoon.

¡Te Pagaré!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora