El Blues Del Vagabundo ~ Pull-Off

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—Mi cliente no responderá ninguna pregunta hasta que nos informe por qué carajos está aquí —dijo un hombre pequeño con anteojos sentado justo al lado de Murray.

Ira Dershowitz era el mejor abogado que el dinero podía comprar. Algunos lo llamarían una eminencia en derecho penal, mientras que la mayoría lo llamaría un malnacido total y absoluto. Cuando no estaba ocupado dando conferencias, era el abogado personal de los ricos y adinerados que querían evitar que la larga nariz de la ley husmeara en sus negocios. Su apodo entre el mundo legal era el "Sr. Lagunero" por su habilidad para encontrar lagunas legales en cualquier proceso. Eso, y porque se veía como un Ganso escuálido.

Este proceso en particular, pensó el abogado, estaba tan lleno de lagunas que podía nadar en ellas.

—Le aseguro que su cliente no está siendo acusado de ningún delito —dijo Graham, sentándose frente al par—. Solo quiero hacerle algunas preguntas.

—Dice eso, pero estamos en una sala de interrogatorios con una cámara apuntándonos.

—Es estándar, y debo recordarle que el Sr. Prendergast vino por su propia voluntad.

—¡Solo porque deto a la fuerza al Sr. Wolfe, quien también es mi cliente!

—Señoras, señoras —intervino Murray, haciendo un gesto tranquilizador con las manos—, cálmense. Las dos son bonitas. Supérenlo.

—Murray, como tu abogado, te recomiendo-

—Como mi empleado —interrumpió Murray, colocando su mano izquierda sobre los hombros de Ira—, te recomiendo que te relajes. No tengo nada que ocultar. Si ves algo sps[echoso, interviene. Si no, cierra el pico.

—Gracias —dijo Graham con un suspiro—. Ahora, está aquí porque tenemos razones para creer que el señor Wolfe intentó asesinar a Henry White la noche del treinta de diciembre...

—¡Una acusación sin fundamento! —interrumpió Ira—. Quiero que sepa que todas y cada una de las conjeturas sobre cualquiera de mis clientes-

—... cortando los frenos del Maybach 57 del Sr. White alrededor de las once y media afuera del hotel Park Plaza. Desafortunadamente, su plan fracasó y mató a Zinet Geber en su lugar —dijo Graham, ignorando a Ira.

Murray dejó escapar una risa seca, mezclada con algunos tosidos. —Esto es oro. ¡El flaco Willy, un asesino! Qué cerebro criminal. Probablemente sabe quién fue Jack el destripador. Que malvado.

—Por favor, tómese esto en serio, señor Prendergast.

—No puedo tomarte en serio cuando sigues diciendo tonterías. Esto es, y perdome las palabrotas, una mierda.

—Tengo que estar de acuerdo —comentó Ira—. Estas son acusaciones enormes, supongo que estás respaldando la evidencia, ¿no?

Graham sacó el cuaderno de su bolsillo, listo para callarlo, pero decidió no hacerlo. —No tengo que discutir la evidencia con ustedes.

—Debo recordarle que represento al Sr. Wolfe, por lo que tiene que discutirlo conmigo.

—Y debo recordarle —contrarrestó Graham, puntuando la última palabra señalando con el índice sobre la mesa—, que usted representa al señor Prendergast en este mismo momento, no al señor Wolfe. No mezcle a sus clientes ahora, señor Lagunero.

Eso lo calló.

—¿Nada más que decir? Bien. Continuemos. Sr. Prendergast, la razón por la que está aquí es para corroborar un evento que el Sr. White dijo que ocurrió un... martes, por vago que parezca. ¿Ha habido alguna vez un encuentro hostil entre el Sr. Wolfe y el Sr. White?

Un Beso De Ensueño - Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora