El Blues Del Vagabundo ~ Outro

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El tiempo es algo voluble.

Los humanos lo usan como una regla absoluta para medir cada aspecto de su vida y, sin embargo, el tiempo es tan poco confiable como una plancha de ropa quince minutos antes de una reunión. Va dolorosamente lento cuando necesitas que vaya rápido, y se vuelve increíblemente rápido cuando menos lo esperas. Sea cual sea el caso, el tiempo suele ir en contra de lo que queremos que haga.

Extiende el dolor insuperable a una eternidad y reduce la diversión a un mero susurro. Nunca confíes en el tiempo, porque siempre te apuñalará por la espalda.

Una lección que Clara Prendergast aprendió de la manera más dura cuando los últimos cinco minutos de su vida se estiraron para exprimir hasta la última onza de sufrimiento.

5'00"

Lo primero que notó Clara al despertar fue que era pasada la medianoche. El cielo estaba ennegrecido con nubes siniestras que se cernían en la distancia, cubriendo el tenue brillo de la luna mientras flotaban. El reloj del tablero del automóvil marcaba "12:05".

Lo segundo que notó fue que estaba sentada en el asiento del conductor de su Dodge. El motor estaba encendido, rugiendo fuertemente como si alguien estuviera tratando de pisar el acelerador a fondo. Su cabeza la estaba matando, enviándole dolor como agujas por todo el cuerpo si desviaba la mirada hacia un lado.

Lo tercero que notó fue el cadáver de Murray atado al asiento del pasajero.

4'42"

Clara gritó, o al menos lo intentó. Su garganta se sentía como si estuviera rellena de algodón y forrada con arena. Su marido, su dulce y jovial Murray, estaba tirado como un pez destripado en su asiento. Uno de sus ojos se había salido de su órbita, balanceándose de un lado a otro contra la brisa helada. El lado izquierdo de su rostro estaba destrozado y roto, con pedazos de su mandíbula y cráneo perforando su piel, revelando hueso y médula. Su lengua caía de la barbilla rota, chorreando sangre, poco a poco, sobre su camisa blanca. Un líquido blanco lechoso se filtró a través de su cráneo fracturado, formando espuma cerca de la base de sufrete.

El lado derecho de su rostro descansaba en paz y sin molestias, sin darse cuenta del desastre sangriento a solo unos centímetros de distancia.

4'37"

Clara trató de palpar el rostro de su amado, para desvanecer esa ilusión, pero notó que sus manos no respondían. Sintió que sus extremidades se entumecían y se debilitaban como si les hubieran drenado toda la energía. Con dolorosa determinación, levantó las manos hasta la altura de los ojos, solo para encontrar su muñeca cubierta por un líquido cobrizo y escarlata. Trató de buscar la palabra que describía ese líquido, pero su mente era un desastre. Cada vez que Clara intentaba cerrar el puño o mover las manos, su energía flaqueaba, dejándola como una muñeca de trapo temblorosa.

Poco sabía ella, sus tendones habían sido cortados.

4'23"

La ligera corriente de aire que recorría el coche le indicó que las ventanillas estaban bajadas. Le asustó lo tranquila que estaba, considerando que acababa de despertarse en medio de...

¿Dónde estaba ella, de todos modos? Lo último que recordaba era pelear con Murray. Todo lo demás después de eso fue borroso. Trató de observar su entorno, pero todo lo que podía ver eran filas tras filas de casas estrechamente unidas entre sí..

Sus pies tampoco respondían. Podía mover las piernas, pero no tenía poder en sus movimientos. Se sentían muertas, solo un trozo de carne colgando de su pelvis.

Fue más consciente de su entorno después de unos segundos. A lo lejos, el río rugía contra el viento. Lo más probable es que estuviera cerca del rio, probablemente, dadas las casas adosadas. Ella estaba sedienta.

Un Beso De Ensueño - Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora