Como era típico en Los Harunos, el invierno se prolongó hasta finales de marzo. Las temperaturas bajaron hasta helar de noche, elevándose ligeramente durante el día al salir el sol. Pero un día el sol no salió. El cielo estaba plomizo, y los pronósticos del tiempo preveían que nevaría durante veinticuatro horas. La nieve comenzó a caer al rayar el día.
Sakura la contempló
desde la ventana de la cocina. Los copos parecían frágiles, pero podían ser peligrosos. Podían bloquear caminos, cortar líneas telefónicas y tirar árboles. Estaba preocupada por Naruto.¿Cómo se las arreglaría solo? No era asunto suyo. Hacia mediodía no pudo soportarlo más y llamó a Lee:
—Me preguntaba si Naruto ha pasado hoy por el aserradero.
—No, no está aquí —contestó Lee — Llamó para decir que se quedaba en casa, que no hacía falta que TenTen fuera a buscarlo y arriesgara su vida con este tiempo.—Entonces, ¿está solo?
—Sí, ya sé que no es lo mejor, pero dijo que estaba bien, aunque la
enfermera hoy no ha aparecido.
—Alguien debería ir a comprobar que está bien, voy a llamar a sus
vecinos —contestó Sakura, colgando.Sakura probó a marcar distintos números, incluido el de Naruto, pero las líneas telefónicas estaban cortadas en parte del condado. Los equipos de mantenimiento habían salido a repararlas, pero arreglarlas todas podía llevar días.
Si se cortaba también la luz, Naruto se quedaría sin calefacción. Y, en caso de emergencia, no podría hacer nada. Sakura no se hacía ilusiones, no creía que Naruto quisiera verla.
Sin embargo sentía una necesidad imperiosa de acudir en su rescate. Por eso se abrigó bien y llenó varias cajas de víveres extra por si se quedaban varios días bloqueados por la nieve.
—¡Es una locura, no puedes ir! —exclamó Lee cuando Sakura se
detuvo en el aserradero— La mitad de las carreteras están bloqueadas, y la
cosa va a empeorar. He mandado a todos mis empleados a casa. ¡No pienso dejarte salir con este tiempo!—Te prometo que conduciré con cuidado.
—Por supuesto que va a ir —la defendió TenTen— Naruto necesita ayuda, alguien tiene que cuidar de él. ¿Llevas pilas, linternas y velas de sobra, Sakura?—Sí, y muchas cerillas.
—¿Sabe Naruto que vas para allá? —preguntó Lee.
—Naruto no sabe lo que quiere —respondió TenTen por ella— Como Sakura tenga que esperarlo, los dos se harán viejos antes de que él dé el primer paso. Pero si le queda un poco de sentido común, le estará agradecido.Además, Sakura sólo va a llevarle unas cuantas cosas.
—Está bien, llévate mi coche —accedió finalmente Lee — Tiene
tracción a las cuatro ruedas, es más seguro que el tuyo.
—Gracias —contestó Sakura.
—Buena suerte, Sakura. Naruto es un estúpido si no sabe apreciarte —se
despidió Lee con un abrazo.Sakura abandonó el aserradero. El viento soplaba fuerte, nevaba con intensidad. La visibilidad era escasa, la nieve se amontonaba sobre el parabrisas, pero ella sólo pensaba en Naruto.
Naruto vio el reflejo de los faros de un coche acercarse. El día era gris, impenetrable. Esperaba que el coche se detuviese en casa de los vecinos, pero siguió subiendo. No había limpiado de nieve el camino que entraba en su propiedad y conducía a la puerta. ¿A qué idiota se le ocurría salir con ese tiempo?
Naruto reconoció el vehículo de Lee. Alguien salió de él y se dirigió al portón trasero. Luego, cargado con una caja, caminó hasta la puerta de la casa. Naruto abrió... y se encontró a Sakura.
El corazón le dio un brinco en el pecho. Pero en lugar de demostrar alegría por verla, ocultó esa emoción tras una máscara de mal humor.
—Has elegido un mal momento para venir de visita —dijo él.
—Pensé que necesitarías unas cuantas cosas —contestó ella, dejando la caja en el suelo — Por si nieva y no puedes salir en varios días.
—No hacía falta que te molestaras, puedo arreglármelas solo.—Hay más fuera.
Sakura hizo caso omiso de sus protestas y salió a buscar otras dos cajas. Tuvo que hacer dos viajes. Durante el segundo se levantó tal viento, que Naruto ni siquiera pudo verla.Y eso que estaba a escasos metros. Se sentía como un inútil. Si algo le ocurría a Sakura...
—¡Sakura! ¡Sakura!,¿me oyes?
—Estoy aquí — contestó ella, subiendo al porche.—¿Por qué diablos no me contestabas?
—Te he contestado, pero no me has oído.
Un fuerte viento se coló por la chimenea, cerrando la puerta de golpe. Estaba encerrado con Akura. Ella estaba sonrosada del frío.
Adorable.
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Finjiendo ~NaruSaku ~
ФанфикAquel matrimonio era una farsa... pero parecía demasiado real. Cuando un terrible accidente llevó a Naruto Uzumaki al hospital, Sakura fingió ser su esposa sólo para cumplir con la promesa que le había hecho. Naruto la necesitaba y ella había deci...