Treinta Y Cuatro

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Alguien llamó a la puerta a la mañana siguiente. Naruto abrió los ojos y vio su habitación. Estaba en casa.  Solo.

—¡Ya voy, ya voy!
Tras una noche en vela, Naruto juró, se levantó y fue a abrir con las
muletas.
—¿Qué diablos quieres?

—Soy tu enfermera —sonrió una mujer de mediana edad — Eres mi primer paciente de la lista esta mañana.
—No necesito ninguna enfermera —contestó Naruto.

—Aquí dice que Sakura Haruno ha solicitado al doctor Haruno una
enfermera. Vendré todos los días mientras me necesites — dijo la enfermera, tendiéndole el papel.

—Está bien, pasa.
Media hora más tarde llegó la fisioterapeuta. Naruto fue bañado, vestido, y masajeado, pero eso no lo contribuyó a mejorar su ánimo. Luego llegó la
mujer de Reggie.

—Vengo a limpiar la casa y a cocinar. No puedo quedarme todo el día,
pero te dejaré algo preparado para que te lo calientes en el microondas. Luego
vendrá uno de mis hijos a hacerte compañía. Si necesitas cualquier cosa, sólo tienes que pedirlo.

Naruto sacudió la mano en una negativa y volvió a la cama. Según parecía, la única persona a la que deseaba ver no iba a hacerle ninguna visita.
Echaba de menos a Sakura.

El caso era que hacía sólo veinticuatro horas que no la veía. Él la había echado, toda la culpa era suya. Y tendría que acostumbrarse a vivir sin ella, que era lo mismo que acostumbrarse a vivir sin respirar.

Dio un puñetazo a la almohada. Por supuesto, sabía dónde encontrarla. Pero no iría al aserradero. Durante los primeros días, amigos y vecinos fueron a ayudar a Naruto.

Alguien limpió las ventanas, cortó leña, pasó la aspiradora... Naruto perdió la cuenta de cuántos hijos tenía Reggie. Jugaban a las cartas, veían la televisión. Era mejor que estar solo.

Pero, ¿cuándo había dejado de ser un solitario? Al final de aquella semana, Naruto tenía que ir a la clínica a una revisión médica. No sabía quién lo llevaría. ¿Sakura, quizá? Seguía enfadado y defraudado con ella. Al ver aparecer a TenTen, Naruto ocultó su desilusión.

—Tienes un aspecto terrible, igual que Sakura —comentó TenTen.
—Y a ella, ¿qué le pasa?
—Te echa de menos.
—¿Y por qué no viene? —preguntó Naruto

—¡Hombres! —exclamó TenTen, sacudiendo la cabeza—. ¿No has oído
nunca hablar de dar el primer paso?
—No hay nada que arreglar.
TenTen suspiró.

—Bien, parece que todo va bien, Naruto —dijo el doctor Haruno— ¿Has
pensado a qué vas a dedicarte ahora? Quizá te interesen las ovejas.

Media hora más tarde, Naruto salía de la consulta con una receta de vitaminas y un libro para aprender a cuidar ovejas. Tenía mucho en qué pensar, por eso no se dio cuenta de que TenEn se detenía en el aserradero antes
de dejarlo en casa.

—¿Entras conmigo? Sólo para saludar —sugirió TenTen.
Habría sido de mala educación negarse. Naruto se preparó para ver a Sakura... pero enseguida descubrió que se había marchado a comer con Neji Hyuuga. Lee lo saludó y lo hizo entrar en su despacho.

—Me alegro de verte. Ven, estaba esperándote. ¿Un café?
—No, gracias.
—¿Piensas volver a trabajar de inmediato? —preguntó Lee una vez
sentado— Podrías ser útil en la oficina un par de días a la semana hasta que puedas caminar.

—Gracias por la oferta, pero no quiero que te inventes un puesto para mí —contestó Naruto.
—Me alegro, porque no sé si podría pagarte.
—Es probable que no pueda volver a trabajar como leñador —dijo Naruto.
—Bien, entonces, ¿qué planes tienes?

—Sé mucho de camiones —contestó Naruto, poniendo las cartas sobre la mesa— Tengo dinero ahorrado, el suficiente como para comprar un par de los
grandes. Sé que tienes unos cuantos para reparar ahí detrás.

—¿En qué has pensado exactamente? —siguió preguntando Lee.
—Los leñadores se pasan la vida esperando a los camiones para cargar.

Podrías subcontratarme parte del negocio. Yo podría contratar camioneros que se ocupen del transporte y traigan la madera al aserradero.
—Me dejas impresionado, lo tienes todo planeado —comentó Lee.

—He tenido mucho tiempo, y poca cosa en qué pensar.
—Sí, lo cual me lleva a otro asunto —contestó Lee alzando una
ceja — ¿Qué tal van las cosas entre Sakura y tú?
—Se acabó.

Finjiendo ~NaruSaku ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora