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Después de que Yeosang llamara a Hongjoong la noche anterior casi que hiperventilado por la afirmación positiva de su jefe para un posible puesto, cosa que le pareció muy fácil para ser real, Kim no pudo pegar un ojo en toda la noche.

Su turno en la cafetería inicia desde las seis de la mañana hasta las doce del mediodía y la cita que tiene es a las diez, así que en su interior solo piensa en como pedirá permiso para retirarse muchísimo antes de que su tiempo de trabajo acabe.

Eran las nueve y el castaño seguía pensando en como acercarse hasta su jefe. Aprovecha un momento en el cuál está desocupado y toma todas las fuerzas que tiene yendo hasta la pequeña oficina que queda de la parte de atrás del local tocando la puerta y escuchando desde adentro que pasara.

Fue un poco difícil convencerlo y el mayor al principio se negó. Pero finalmente accedió a que se fuera antes diciendo que solo porque es su primera vez haría una excepción. Por lo que Hongjoong toma todas sus cosas y se cambia a una ropa más formal para irse directo a su encuentro. Todo el camino sus manos están sudorosas y se siente más ansioso de lo normal, esto no era nada nuevo para él pero extrañamente se encuentra bastante asustado.

El autobús finalmente para en frente del gran edificio de las industrias de los Jeong y con unos minutos de sobra antes de la reunión. Así que cruza la calle entrando hasta donde se encuentra a Yeosang para acompañarlo.

—Te ves guapo— halaga después de saludarlo.

—Siempre— sonríe nervioso —siento que me desmayaré

—Tranquilo, no es tan cruel, solo debes saber cómo manejarlo y ya está— lo tranquiliza a la vez que suben por el ascensor.

Marca el botón del tercer piso y durante su recorrido no hablan, solo se puede sentir el ruido que hace el aparato y el pequeño timbre indicando que llegaron a su piso.
Antes de que Kang tocara, ambos inhalan bastante aire para así dejarlo salir y entrar al escuchar la afirmación desde la parte de adentro.

La primera impresión de Hongjoong hacía su posible jefe es que a pesar de tener una cara que genera ternura, su mirada te causa escalofríos. Sinceramente se esperó un señor de edad y amargado, pero la persona frente suyo era absolutamente todo lo contrario a lo que imaginaba.

—Buenos días, señor Jeong. Él es mí amigo de quién le comenté— presenta Yeosang logrando captar la atención del más alto.

—Buenos días, mucho gusto. Kim Hongjoong— saluda con cortesía extendiendo su mano, acción que este imita levantándose de su silla.

—Es un gusto Hongjoong, puedes tomar asiento. Muchas gracias Yeosang, nos puedes dejar a solas— indica.

El pelinegro asiente formulando un "suerte" cuando Kim le da una última mirada antes de que saliera.

—No me he presentado, soy Jeong Yunho, otra vez es un gusto conocerte— habla mirándolo fijamente.

—El gusto es mío, señor

—¿Puedo ver tu currículum?— pregunta y el contrario contesta afirmativamente entregandoselo a su vez que lo mira con detenimiento —puedes hablarme acerca de tus habilidades, en lo que eres bueno, por qué te gustaría estar aquí— comenta volviendo a fijarse en él. 

Toda la seguridad de Hongjoong vuelve a su ser. Responde a cada una de las preguntas que le hace el hombre dejándolo bastante interesado en sí. El castaño comenta de sus puntos fuertes como lo es el diseño, la organización y esfuerzo por las cosas, hablando sinceramente acerca de si mismo y de lo que es capaz de hacer.

Yunho no lo había interrumpido en ningún momento, le gusta su firmeza al hablar pero a la vez cuenta con un tacto inigualable cuando las palabras salen de él. Puede notar a kilómetros su fluidez para tratar con otras personas y también que es bastante inteligente, dejándolo impresionado con tan impecable presentación. Además de esto, maneja a la perfección muchos de los campos en los cuáles un secretario necesita para ayudarlo.

Bitter Sweet (Minjoong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora