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Lo primero que alcanza a escuchar Daehyun al cruzar la puerta del salón es el bullicio de sus compañeros al verlo llegar. Todos se encargan de darle abrazos y palabras llenas de cariño por su cumpleaños, seguido de ellos cantándole a la vez mientras le extienden un pequeño pastel con una vela en medio.

—Muchas gracias a todos, de verdad— sonríe observándolos —significa mucho para mí.

—¡Menos cursilería y más pastel!— grita una de sus amigas, sacándole carcajadas al resto, quienes la apoyan.

Daehyun simplemente los deja divirtiéndose con el pastel; entre ellos se encargaron de comenzar a partirlo y darlo a los demás empezando por él, dejándolo extasiado por el maravilloso sabor. Aunque cualquier pensamiento sobre el chocolate que tiene su parte se va muy lejos cuando nota a esa figura familiar que lo tiene de cabeza últimamente, y mucho más cuando llega a él con esa sonrisa.

—Feliz cumpleaños, Dae— expresó, extendiéndole un sobre.

—Gracias, Sung... Aunque no era necesario que te molestaras en un regalo— contesta con vergüenza.

—No es ningún tipo de molestia cuando se trata de ti y lo sabes— recalca, tomando su mano con disimulo por encima del pupitre —espero que te guste.

—Estoy seguro que sí— menciona sintiendo cómo el rostro le arde por el sonrojo.

—¡Jaesung, ven por pastel!— escuchan a lo lejos, logrando romper la atmósfera que crearon; solo atinan a reír mientras agachan sus cabezas y caminan con el resto.

Estuvieron así por un rato hasta que fue momento de iniciar con la jornada escolar. Todo el día transcurrió con normalidad, a excepción de ese alguien que no desprende sus ojos del pelinegro, causándole fuertes latidos en su corazón y para nada molestia con esta acción.

A pesar de no demostrarlo todo el tiempo, Daehyun suele ser alguien demasiado analítico. En todos estos últimos meses, se dedicó a poner sus sentimientos sobre la mesa. Si bien por mucho tiempo él creyó que solamente le interesaban las chicas, llegaron aquellos ojos brillantes que lograron darle un vuelco.

Inicialmente no fue para nada sencillo; el temor, las dudas y la zozobra por no saber qué hacer lo invadieron en poco tiempo. Sin embargo, gracias a informarse y al entorno con el cual convive, pudo obtener una mejor percepción acerca de aquello y así tomarlo con calma mientras vive su proceso. Comprendió que, como todo, son etapas que está viviendo en su adolescencia: experimentar, tener conflictos internos, batallas y más que hacen parte de la vida del ser humano, lo cual fue de gran ayuda para no ahogarse en aquel mar profundo de dudas.

Finalmente decidió afrontar aquello con paciencia, tomándose el espacio para decidir lo mejor para su persona y aquellos a su alrededor, ya que por más que sea su proceso, también considera de suma importancia velar hasta cierto punto en cómo lo llevan los demás.

—Te hice un girasol— le extiende Jaesung el lienzo donde reposa la linda flor que se dedicó en hacerle.

—Yo hice esta para ti, ¿Lo ves? La constelación forma nuestras iniciales— explica sintiéndose cálido cuando la cara contraria se llena de completa ilusión.

—Me encanta, es perfecta— confirma, tomándola entre sus manos —Dae.

—¿Mm?

—¿Qué plan tienes para hoy?

—Aún no lo sé, quizás salga con mi hermano y su novio— responde algo pensativo —¿Por qué?

—Me gustaría invitarte a salir.

—Oh, claro que sí, me encantaría— acepta feliz.

—Bien— murmura tratando de disimular lo contento que está.

Bitter Sweet (Minjoong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora