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Mingi se estaciona en frente de la residencia donde viven Wooyoung y San, ambos les pidieron ayuda tanto a él como a Yunho con las invitaciones para su boda, ya que estas habían llegado en la mañana. Enseguida como las tuvieron en su poder, los llamaron para que estuvieran allá.

—¿En serio no te vas a quedar?— reprocha el rubio quitándose el cinturón.

—Lo siento Yun, pero debo ordenar algunos papeles y repasar un poco la reunión que tengo para el lunes. Dile a Woo y a San que me disculpen, pero que para su prueba de trajes les prometo que sí estaré— se excusa tratando de convencer a su novio.

—Está bien, pero recuerda que hoy tenemos la cena con tus papás y los míos

—Sí nene, lo sé, nos vemos allá en la noche— asiente y el contrario deja un corto beso en sus labios a manera de despedida para después bajar y adentrarse a los edificios.

Camina un poco hasta el ascensor después de pasar por la recepción y al llegar al departamento de sus amigos, puede ver algunas cajas en la sala.

—Hola Yun— saluda Wooyoung desde el suelo tratando de abrir una de estas —¿Y Mingi?

—Está algo ocupado con algunos pendientes, dijo que lo disculpen pero que les promete estar presente para la prueba de los trajes— repite las palabras del peliplata y Jung simplemente asiente mientras que Choi arruga un poco su entrecejo devolviendose a su habitación.

—¿Ya comieron? Podemos pedir algo— pregunta el rubio sentándose junto al pelinegro.

—En realidad Sannie está cocinando, casi nunca pedimos domicilios, nos gusta comer lo que prepara el otro, además de que la mayoría de veces lo hacemos juntos y es más bonito— comenta con naturalidad.

Yunho se queda en silencio por un momento, como si aquellas palabras hubiesen calado en alguna parte de su corazón con un sentimiento extraño.

—No recuerdo alguna vez que Mingi haya cocinando para mi— dice con su tono de voz bajo.

—¿Cómo que no? Les voy a dar una clase de cocina a ambos, están muy mal— bromea Wooyoung y el contrario solo suelta una risa nasal.

—Sí, supongo que nos hacen falta— intenta seguir la corriente —pero ya, vamos a abrir esto, necesito ver qué tal quedaron

—Estoy tan impaciente por verlas— aplaude finalmente abriendo la caja y soltando un chillido —¡Sannie ven!

El pelinegro sale de la habitación tan pronto como su prometido lo llamó y no puede evitar sonreír ampliamente cuando le enseña una de las invitaciones. Este la agarra analizandola con detenimiento con un brillo precioso en sus ojos y un rostro de enamorado a más no poder.

—¿Te gustan, mi vida?— cuestiona con ilusión.

—Me encantan, están perfectas— afirma dejando un beso en la mejilla mientras que Jeong los observa con cariño.

Yunho termina de apilar las invitaciones para así tomarlas una a una y ponerlas en sus respectivas envolturas, luego serían repartidas a cada uno de los invitados a la boda.

—Quedaron tan preciosas, aún no puedo creer que esto es para mi matrimonio, estoy muy feliz— menciona emocionado Jung.

—Están tal cuál las planearon, me encantan— halaga el rubio tomando otra entre sus dedos —me hace muy bien verlos con tanta felicidad

—Así estaré yo cuando Mingi y tú se casen— dice y el mayor borra poco a poco su sonrisa —¿Pasó algo?— pregunta preocupado acercándose más a su amigo.

Bitter Sweet (Minjoong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora