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—Min, no me voy a perder— ríe Hongjoong al sentir como el menor lo abraza por detrás mientras caminan a la par empujando el carrito de las compras.

—Hay que estar precavidos, nunca se sabe en qué momento te puedan robar, solo te protejo— se excusa apegandose más y el castaño solo puede reír.

Esa tarde los dos optaron por comprar lo que estarían necesitando para su reunión con Seonghwa y Yeosang por la noche en casa de Kim. Por lo tanto, primero estuvieron en el supermercado buscando todo lo relacionado con comida y su siguiente parada fue el centro comercial, ya que Mingi insistió en que deben comprar decoración.

Recorren el sitio tomando lo necesario y comparando precios mientras hablan de sus planes para más tarde y se ponen de acuerdo entre ambos sobre lo que harían. A simple vista parece ser un plan aburrido, pero los dos lo están disfrutando de sobremanera, tener más convivencia entre ellos más allá de lo que es su ámbito de cada día, es muy satisfactorio y genera una calidez inmensa en ambos corazones.

Terminan de obtener sus compras y salen del lugar con dirección al estacionamiento donde está el auto del peliplata. Pero algo acapara por completo la atención de Hongjoong y este no puede evitar dar salitios a la vez que agita el brazo del contrario.

—¡Mira Min! Una cabina de fotos, vamos a tomarnos algunas— sugiere emocionado.

—Pero mi amor, tenemos demasiadas cosas encima— recuerda levantando los bolsas.

—¡Eso no importa! Se acomodan, por favor, por favor— insiste haciendo unos ojitos que claramente el más alto no puede resistir.

—Está bien, tú ganas— se rinde siendo guiado por el mayor.

Adentran las monedas en el respectivo sitio y toman lugar en la cabina junto a las bolsas que tenían, quedando algo apretados. Aún así, Kim se encuentra bastante emocionado y toma algunos de los objetos que hay para que las personas los usen. Se decidió por dos diademas a juego colocándosela al más alto quién solo se estaba dejando hacer.

—¿Listo?— pregunta y el peliplata asiente sonriendo.

Al recibir la afirmación, se acomodan en distintas poses comenzando su sesión; varían en estas desde ellos juntos simplemente mirándose con amor, separados, con caras raras e incluso un corazón. La última foto estaba por ser tomada y ya al castaño se le acabaron las ideas sobre como continuar posando. Pero antes de que el flash los envolviera, Mingi toma su rostro besándolo, acción que lo toma por sorpresa dejando el momento perfectamente capturado ante la cámara.

—Creo que esta fue mi favorita— murmura el peliplata aún sobre sus labios.

—Podrá pasar el tiempo y me seguirás poniendo igual de nervioso siempre— dice Hongjoong, pues no puede evitar sonrojarse ante lo que constantemente le dice el menor.

El contrario planta otro pequeño beso sobre su nariz para tomar la tira de fotos que ya estaba lista admirandolas con adoración. Automáticamente separa una con mucho cuidado para guardarla en su billetera como un tesoro.

—¡Oye, yo quería esa!

—Muy tarde, bebé. Además esta pose fue mi idea, así que me la quedo— responde a los reproches del más bajo quién lo mira mal a forma de broma y empieza a caminar indignado.

Y así como anteriormente se había quedado absorto en aquella cabina de fotos, esta vez mucho más cuando nota la pista de patinaje en hielo que está frente a ellos. Con rapidez gira su cabeza hacia Song quién sabe a la perfección la idea que corre por aquella mente, más aún cuando enseguida forma un puchero juntando sus manos.

Bitter Sweet (Minjoong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora