Bitter Sweet (Minjoong)

16.

—¿Cómo está mamá?— es lo primero que pregunta Daehyun cuando se sienta en la mesa para comer con Hongjoong.

Hace días atrás llamaron al mayor para informar de que su madre había tenido una recaída bastante fuerte. Claramente se preocupó al instante y casi que corrió hasta el hospital para verla, pero no pudo hablar con ella debido a que la tenían sedada.

—Intentaré ir hoy, pero no es seguro, tengo mucho trabajo. Pero ella estará bien, trata de ser positivo, ¿Sí?— lo ánima dándole un apretón en su mano.

—Está bien... Pero luego quiero ir a verla— pide con sus ojos algo brillantes por las lágrimas.

—Te prometo que iremos, pero para eso ella debe mejorar, tú sabes que es alguien fuerte, cuando quieras darte cuenta ya estará mejor— vuelve a animarlo.

Los dos continúan con su desayuno para que así por fin el menor pueda dirigirse a la escuela y Kim a su trabajo.
Toda esa situación lo tiene tanto pensativo como desanimado, sumándole el hecho de que había pasado más de una semana del incidente que tuvo con Mingi y ninguno de los dos se había dirigido la palabra cuando el más alto llegaba al edificio de Yunho.

Por un lado, el castaño se siente tranquilo con esto, puesto que no sabría que decir o como actuar, pero a la vez lo hace sentir mal, extraña el hecho de simplemente hablar con él y que sus miradas transmitieran tantas cosas. Pero definitivamente todo debe seguir así, por más que su corazón diga lo contrario.

Sube al último piso saludando a todos encontrándose con Wooyoung caminando de aquí para allá como de costumbre.

—Hongjoong, ¿Puedes por favor ordenar la sala de juntas? Yunho tiene una reunión en una hora y necesito que esté lo mejor posible— pide apurado acercándose a él —se supone que lo iba a hacer yo, pero debo hacer otras cosas

—Sí, por supuesto, no se preocupe— acepta y este le agradece para irse nuevamente.

Este primero se va hasta su computadora para imprimir lo que Jung le había mandado que necesitarían. Con ayuda de Jinwoo, organizan perfectamente cada papel en las diferentes carpetas para apilarlas todas y llevarlas hasta la sala.

Entra cerrando la puerta para ponerse a alinear las sillas correctamente, poner en cada puesto de la mesa la información que había sacado hace un rato y así continúa con el resto del lugar con la más mínima cosa posible.

Estaba por colocar las botellas de agua cuando su celular comienza a sonar y no puede evitar preocuparse al instante cuando nota que es del hospital donde de encuentra su progenitora.

—Buenos días, joven Hongjoong— dice una voz de mujer.

—Buenos días, dígame qué pasa— va directo con sus nervios al mil.

—Necesito que tome esto con calma, no es fácil de decir pero debemos informarle que se intentó despertar a la paciente, pero al volver en si, se alteró mucho y estuvo en un estado bastante delicado. Por ahora las visitas estarán suspendidas, hasta que ella pueda ver a más personas sin tener esos episodios— menciona de forma calmada.

—¡¿Pero cómo no voy a ir a verla si es mi madre y está así de mal?!— se altera de más, pero trata de retomar su postura al instante, la persona al teléfono no tiene la culpa.

—Créame que entendemos su frustración y preocupación, pero será lo mejor para ella, por ahora siga nuestras instrucciones por favor, estaremos haciendo todo lo posible para ayudarla

—Sí, está bien, gracias por la información. Necesito que me mantengan informado de cualquier novedad, por más mínima que sea— advierte frotando su frente.