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Los espacios en los que Hongjoong puede estar con Seonghwa y Yeosang es algo de lo que no se cansaría. Hace semanas que no habían podido salir ni siquiera por un café debido a los trabajos de todos, últimamente habían sido consumidos por estos. Pero ese día, la pareja invitó al castaño junto a Daehyun para que los acompañen a elegir los nuevos muebles para su casa.

Estuvieron en diferentes locales observando, comparando precios y demás. Pero ninguno había podido terminar de gustarle completamente a Kang, ya los pies de todos comenzaban a doler por caminar tanto. Por eso, se detuvieron en una cafetería.

—Pero mi amor, ese blanco que acabamos de ver era lindo— comenta Park observando a su novio.

—Se iban a ensuciar muy rápido, Hwa. Además, se ve que no era cómodo

—¿Y los cafés que vimos en la quinta tienda?— dice Kim.

—Muy caros

—¿Y los beige de la primera tienda?— interviene Daehyun.

—Ninguno de ustedes me entiende— se cruza de brazos suspirando.

—Tranquilo, Sangie. Vamos a una última y si no te gusta ninguno, los mandamos a hacer como tú quieras— propone el mayor sacándole una gran sonrisa al contrario.

—Gracias, te amo— habla dejando besos en su mejilla.

—Y pensar que veo esto todos los días. Si hiciera una competencia entre ustedes contra Hong y Mingi acerca de quienes son más cursis, creo que me exploto primero yo— ríe el menor de ellos contagiandolos.

—¡Oye! Mingi y yo no somos cursis

—No, para nada— contesta Seonghwa irónico —ya que hablamos de Mingi, estaba pensando en que deberíamos hacer algo todos juntos para integrarnos más. Cómo ahora tú y él son inseparables, debo observarlo de cerca para saber si le envío a la policía o no

—A veces me preocupas— soltó el castaño molestándolo —pero me parece una buena idea, quizás una cena en mi casa

—Tal vez este domingo— opina Yeosang terminando su postre.

—Bien, esta noche le diré a Min, a ver qué opina

—Hoy me espera mucho trabajo en ese evento, de solo pensarlo me muero del cansancio— se queja el pelinegro mayor.

—Ni me lo digas. No entiendo por qué Minho insiste en que debo ir a eso, será tan incómodo ver a Yunho, a sus padres y sobretodo a los de Mingi, he estado con el estómago revuelto desde que lo supe— lloriquea Hongjoong.

—Dae y yo no tenemos esos problemas, mientras ustedes están en su evento de gente rica, nosotros veremos series— sonríe Yeosang chocando sus palmas con el menor.

—Así es, tenemos suerte— se encoge de hombros con superioridad.

—Mejor sigamos a ver si hay algo que convence al señor Kang— declaró Kim levantándose de la mesa.

Los cuatro continuaron con la búsqueda y afortunadamente, hubo unos muebles que ganaron totalmente el corazón de Yeosang, quedando completamente encantando con estos.
Así que, entre todo el papeleo correspondiente se tardaron un rato, tanto, que se les hizo mediodía. Decidieron almorzar algo en un restaurante cerca para finalmente dejar al otro par frente a su casa.

Cuando estuvieron por llegar, notaron el carro de Song estacionado junto con este apoyado en él mirando su celular. Después de estacionar, Hongjoong se baja con rapidez caminando hacia el más alto que no se había percatado de él, pero cuando lo hace, lo recibe en sus brazos besándolo con calidez.

Bitter Sweet (Minjoong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora