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Yunho da otra vuelta más en su cama intentando dormir pero es imposible, gracias a esto, se levanta de golpe restregando con frustración su cara. Observa el reloj a un lado de él e indica que son casi las dos de la tarde, al ser fin de semana decidió quedarse por mucho rato acostado sumergiendose en su tristeza.

En todos esos días no había parado de trabajar, su mecanismo de defensa para no caer en la locura había sido entregar aún más en su empresa, solo llegaba a ocuparse él mismo de cualquier asunto que estuviera pendiente. No hablaba con casi nadie, ni siquiera con Wooyoung, conversaba lo estrictamente necesario y nuevamente se encerraba en su oficina para continuar.

Todos sus sentimientos en esos instantes ya se habían convertido en una profunda decepción, unos años atrás, si eso hubiese ocurrido de seguro estaría mucho peor, pero en ese instante es como si de una u otra forma se lo esperara. Ahora que tiene más claridad para pensar, se da cuenta que hubo muchas circunstancias que no debieron darse en su amistad con el peliplata. Claro está, no significa que no le duela, porque principalmente se siente traicionado y dolido pero aquí es donde se pregunta... ¿Realmente estaba enamorado de Mingi?

Últimamente solo hacia una balanza en todo lo que sentía por las dos personas que están en su corazón ahora mismo y por supuesto esta se inclina mucho más para alguien en específico. Todo dentro de él se siente confuso, no cree poder soportarlo, un poco de paz es lo único que pide.

Algo que también lo tiene más inquieto aún es que ni sus padres, ni los de Song saben acerca de la separación. No es como que pretendía salir corriendo a contarles, pero ya su mamá empezaba a preguntar la razón de verlos tan distantes y él ya no sabía que excusa poner, tiene miedo, muchísimo, en realidad. No quiere escucharla decir que es su culpa por echarlo a perder todo, aunque esto no sea cierto, se supone que es el hijo perfecto, quién no comete errores, por lo tanto, ella solo buscará cualquier manera de echarle todo el peso sobre sus hombros y más aún cuando se enteré que su ex-novio le fue infiel.

Decide levantarse por más que quiera quedarse acostado para darse una ducha y quitar un poco el estado demacrado que tiene. Le haría una visita a Wooyoung y a San, no puede negar que aún sigue resentido con el último mencionado por no decir todo lo que sabía, pero ya mirándolo de otra forma, comprende el hecho de no haberse entrometido desde un inicio.

Después de lavar sus dientes, comer, cubrir el cansancio de su rostro con maquillaje y vestirse, sale con rumbo a la casa de sus mejores amigos.
Durante todo el camino continuó sumergido en su mente con tantos dilemas, ahora ansiaba llegar para ver si podía distraerse un poco de tanta tormenta que tiene en su cabeza.

Al parquear en la residencia, baja de su auto junto con el pastel que había llevado para ellos, pretendía ahogar sus penas en dulces, por eso camina apresuradamente en dirección a la entrada y lo dejan pasar sin ningún inconveniente hasta el departamento de estos. Luego de tocar el timbre espera unos segundos y la puerta se abre con San quien le sonríe tímidamente al verlo.

—Hola, Yun. Pasa— saluda haciéndose a un lado.

El rubio no dice mucho y se adentra para quitarse los zapatos mientras que puede escuchar la voz de Jung conversando con alguien pero no puede distinguir la voz de la otra persona puesto que el pelinegro tiene un tono bastante alto.

—Les traje esto— le extiende la caja al contrario que lo toma con duda.

—Yunho...

—Antes de que digas algo... No estoy enojado contigo, San. En un principio sí, esa noche dije demasiadas cosas hirientes cegado por mi dolor e impotencia, pero pude entender tus puntos e intentaste hacer lo más razonable para ti y para todos— dice logrando que el más bajo suelte aire aliviado.

Bitter Sweet (Minjoong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora