°No sabrás que tan profunda es la poza, hasta que tengas el pie en ella°
Probablemente, mi sonrisa nerviosa no estaba ayudando a mi tarea de fingir completa normalidad mientras miraba los números del ascensor pasar de uno en uno hasta detenerse en el número 5.
En cuanto las puertas se abrieron, un joven rubio y de ojos claros apareció y sonrió abiertamente al verme.
Nate.
Nate, estaba aquí.
Aquí. En persona. Caminando directamente hacia en mí, en el 5to piso de la empresa donde trabajaba.
Nate.
Respira, Jade. Respira.
—¡Nate! — exclamé con la mandíbula tensa por mantener una sonrisa normal — tanto tiempo. ¿Qué haces aquí?
—¡Jade! — llegó a mi lado y me saludó con un gran abrazo — tanto tiempo. Me dolió un poco que no te despidieras cuando te fuiste de la fiesta del seminario.
Oh. Claro. La fiesta que habia dejado para ir a enrollarme con Cameron y que al final, ni si quiera lo habia conseguido.
—Lo siento. No me sentía bien ese día y volví al hotel temprano — mentí para disculparme, pero Nate no parecía en absoluto molesto.
—Me alegra volverte a ver, estas muy guapa — dijo recorriéndome con la mirada.
Respiré. Intenté tomármelo con calma.
Nate era un invitado inversionista de nuestra empresa.
Guapa no era algo tan malo.
—Gracias... — dije sonriendo con amabilidad — ven, sentémonos en mi oficina. ¿quieres algo?
—No, solo venia de pasada. Llegué ayer por la tarde y aún tengo varias cosas que ordenar, pero te aceptaría un café otro día después del trabajo.
Solté una risa nerviosa. No entendí si quería una cita o solo era una salida amistosa de compañeros de trabajo. O algo así.
Nos acomodamos en el pequeño sofá de dos cuerpos que habia en mi oficina. Nate se quitó la cazadora que traía y la dejó a un lado mientras miraba a su alrededor.
—No sabía que tenías un piso completo para ti. Eres más importante de lo que me hiciste creer — comentó mirando la oficina.
—Me ascendieron hace 1 semana — expliqué mientras servía dos vasos de agua y me sentaba junto a él. Me aceptó el vaso y luego lo dejó en la mesa de café — estamos armando esta unidad nueva, por eso estoy sola. Me acaban de aprobar el presupuesto para el personal.
—Ya veo... — comentó de manera distraída — entonces eres jefa, me agrada.
—Aún no me acostumbro — reí.
Nos quedamos en silencio, habia conocido a Nate en un contexto completamente diferente. No sabía cómo tratarlo ahora que las posiciones nos dejaban en un mundo nuevo.
—Podrías haberme escrito y avisarme que llegabas — hablé para romper el silencio.
—Oh... bueno, quería sorprenderte.
Y vaya que lo habia logrado. En el peor día.
Me dio esa mirada intensa. La misma que me habia dado en el puente antes de besarme, pero no se acercó, ni si quiera se movió, pero por dentro sentía que me estaba desnudando en su mente.
—¿Te gustaría conocer la empresa? — ofrecí para poder salir del lugar y tener más gente a nuestro alrededor — vamos, te haré un tour por el edificio.
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El más dulce de mis errores©
RomantikJade Bell es una joven cuyo único objetivo en la vida es lograr obtener la confianza de su jefe y representar a la empresa en un importante viaje de negocios en Londres. Sin embargo, las oportunidades no siempre llegan como se esperan, y para su des...