Capítulo 27

1.3K 144 8
                                    

°De todas las posibilidades, ocurre la única que no tenías prevista°

Probablemente, sentía que la semana habia sido eterna, porque habían pasado demasiadas cosas en poco tiempo.

En el lapso de 5 días, había firmado mi nuevo contrato y aumento de sueldo como jefa de la nueva unidad creada. Mis compañeros del piso 2 me habían hecho una despedida que me hizo emocionarme hasta las lágrimas, y eso que solo estaría en un piso diferente, ni me imaginaba como estaría en caso de tener que irme de la empresa en algun momento.

Tuve muchas reuniones con Erin, con el Sr. Brown y con el Sr. Mackenzie. El traspaso de mis proyectos a otros colegas y la selección de las personas que serían mi nuevo equipo de trabajo. La mudanza de escritorio hasta mi nueva oficina, exclusiva para mí en el piso 5 y la celebración que hicieron mis amigos como nueva jefa.

Todo en tan poco tiempo, se sentía como si hubiese sido un mes.

Y más cuando en ninguno de esos movimientos, vi a Cameron por la oficina.

Sabía que él debía estar igual de ocupado que yo. El Sr. Mackenzie fue a la oficina varias veces a la semana, seguramente para juntarse con él y hacer el relevo del cargo como corresponde.

La empresa organizó una pequeña despedida el viernes por la tarde, para desearle buena suerte en sus proyectos de vida a nuestro anterior gerente, pero Cameron tampoco apareció.

Tan solo tuve noticias de él, cuando al siguiente lunes, ya instalada en mi nueva oficina, completamente sola en el 5to piso, una llamada de Evangeline me sorprendió.

Siempre relacionaba a Evangeline con el Sr. Mackenzie, pero, según lo que habia escuchado, Cameron no habia decidido cambiar a Evie por alguna otra secretaria y habia decidido mantenerla en el puesto.

Por supuesto, Evangeline estaba de lo más encantada.

—Evie, buenos días — saludé con cariño — ¿Cómo ha ido para ti todo esto del cambio?

—Buenos días Jade, en realidad, has sido bastante extraño, ya estaba acostumbrada a trabajar con el Sr. Mackenzie y bueno. Ryd... digo, el Sr. Ryder, es bastante diferente a él.

—¿Diferente mal o diferente bien? — quise saber.

—Depende... la verdad es que a veces siento que no me necesita y eso está bien porque tengo mucho menos trabajo que antes... pero temo que eventualmente no me necesite en absoluto y me cambien de puesto o peor... que me despidan.

—Tranquila Evie, si decidió mantenerte como su secretaria es porque lo haces bien, quizá solo le cuesta delegar algunas cosas.

—Si me cambian, llévame contigo Jade — suplicó ella en un susurro.

—Está bien... — dije poniendo los ojos en blanco — ¿Para qué me llamabas?

—¡Ah! Claro... lo olvidaba — dijo y se aclaró la garganta antes de hablar — el Sr. Ryder necesita verte en su oficina ahora mismo si es posible.

Si hay algo a lo que nunca me acostumbraría, seria escuchar a alguien decir Sr. Ryder a Cameron.

¿Así debía llamarlo ahora también? Solo pensarlo se me hacía extraño, era demasiada familiaridad que habíamos compartido como para tratarlo con tanta formalidad.

Supongo que ahora entiendo porque le decía Edward al Sr. Mackenzie.

Salí de mi oficina y fui por las escaleras, estábamos a solo un piso así que sería más rápido así que esperar el ascensor.

En cuanto me asomé por la escalera, Evie levantó su teléfono y me anunció. Hubiese deseado que no lo hiciera tan rápido y poder hacerle un par de preguntas antes de entrar a su oficina.

El más dulce de mis errores©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora