Epílogo

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2 años después

Probablemente, la vida estaba predispuesta para que cometamos un montón de errores, voluntarios e involuntarios que nos preparen para poder afrontar obstáculos en la vida.

O simplemente cometes esos errores por idiota, por intentar huir de ellos. Pero algo de lo que aprendí es que por más que intentes huir, estos están destinados a encontrarte, de alguna u otra manera, aparecerán frente a ti cuando menos lo esperes y te darán un bofetón en la cara que te obligará a mirar hacia otro lado y ver que hay otro camino.

Cameron se habia ido a Londres, pero no por 2 años, solo por 2 meses, al inicio del proyecto. Yo lo habia acompañado durante 1 mes, haciendo uso de mis vacaciones que me obligaron a tomar porque nunca las solicitaba.

En realidad siempre prefería seguir trabajando que tomarme vacaciones, hasta que tuve la enorme motivación de compartir todo ese tiempo libre con el amor de mi vida.

Cuando regresó, me enseñó el nuevo tatuaje que se habia hecho allá para recordar el país que habia visitado. En su antebrazo se habia tatuado un avión, cuya estela marcaba un corazón trazado con un hilo rojo. Todo un simbolismo de nuestra relación.

Pero no todo fue fácil, vivir con Cameron era terriblemente difícil. Era como vivir con 3 personas diferentes. A veces su humor estaba por las nubes, bromeaba, reía y bailaba en cualquier momento del día. Otras, estaba tan estresado pensando en cómo ayudar a todo el mundo, que se frustraba y se encerraba en su mundo por varios días. Y otras, era completamente serio y el hombre adulto aparecía en ciertas ocasiones.

Habíamos terminado viviendo en mi departamento de manera indefinida, y sí, discutíamos bastante. Mucho más de lo que me hubiese imaginado. Pero esas discusiones eran totalmente necesarias para poder mantener esta buena relación que teníamos, porque ocultar las cosas que sientes, es el peor daño que te puedes hacer a ti mismo y a otros.

Quizás era un poco difícil vivir con las 3 personalidades de Cameron, pero lo más importante, es que a pesar de todo, todas sus personalidades me amaban, y yo lo amaba a él.

Justo ahora, nos encontrábamos en Berlín, en una nueva reunión de socios del EBI que se estaba desarrollando.

Habia decidido acompañarme para poder conseguir inversionistas para la fundación. Este trato que habia logrado Edward en fusionar la empresa y la fundación nos hacía imparables buscando dinero para nuevos proyectos.

Nos habíamos tomado un día libre para recorrer la ciudad y mientras me abrazaba por la cintura desde mi espalda y apoyaba su mentón en mi hombro, disfrutábamos de una hermosa vista en uno de los tantos puentes que cruzaban el río Spree.

Giré mi rostro y vi a Cameron mirar hacia el paisaje. Llevaba anteojos para el sol porque el viaje nos habia sorprendido con el verano de Alemania, así que el clima estaba agradable.

—¿Qué? — preguntó cuando me descubrió mirándolo.

—¿Te he dicho lo guapo que eres? — dije mientras besaba su mejilla.

—No. Podrías decirlo más veces — dijo con una sonrisa engreída.

Fanfarrón. Se lo decía prácticamente todos los días.

Dejó un beso en la comisura de mi boca antes de pegar su mejilla a la mía.

—Sabes, estaba pensando que podríamos aprovechar este viaje y sacar algo de provecho — comentó.

—¿Algo de provecho? ¿No te parece suficiente con todos los inversionistas que hemos conseguido? — quise saber mientras lo observaba.

Sonrió un poco más.

—En realidad estaba pensando en algo más de provecho para nosotros — dijo mientras abría la palma de su mano y me daba un caramelo de piña.

Ya no era algo de todos los días, pero siempre me sorprendía con algun caramelo u otro obsequio dulce en algunas ocasiones.

Rápidamente lo abrí y me lo metí a la boca.

—¿Qué tienes en mente? — dije apoyando la cabeza hacia atrás en su hombro.

—Pensé que... podríamos conseguir algunas cosas gratis si decimos que estamos de luna de miel.

Solté una carcajada. Aun recordaba esa tonta locura que habíamos planeado y nunca llegamos a hacer.

—¿Quieres que vuelva a ser tu falsa esposa? — dije aun riéndome.

—mmm... quizás no tan falsa.

El abrió la palma de su mano otra vez y dejó a la vista un hermoso anillo plateado con una piedra Jade decorada con pequeños diamantes a su alrededor.

Ahogué un jadeo de la impresión y el caramelo que me estaba comiendo se coló por mi garganta y me lo tragué en seco. Me llevé la mano al pecho mientras tosía con desesperación.

—¡Jade! — exclamó Cameron mientras me tomaba de los brazos —sabía que te sorprendería, pero...

—¡Estás loco! Por poco me ahogo con un caramelo — le reclamé.

Nos quedamos mirando el uno al otro, ahora de frente mientras el seguía con el puño cerrado con el anillo en su interior en el centro del pecho.

—Entonces... — dijo algo nervioso mientras se quitaba las gafas de sol y la ponía en su cabeza — ¿Quieres ser mi verdadera esposa esta vez?

Nunca lo habia visto tan nervioso. Pero lo disimulaba bien.

Me acerqué lentamente a él y pegué mis manos en su pecho antes de alzarme y besarlo en los labios.

Él seguía cauteloso y atento a lo que diría, pero aun así cerró los ojos y disfrutó de mi beso.

—Sabes a piña, Jade — murmuró con una sonrisa — a piña colada — bromeó.

Sonreí.

Probablemente, seguiría discutiendo y peleándome con Cameron toda la vida.

Probablemente, seguiríamos cometiendo errores y derramando una que otra lágrima en el proceso.

Probablemente, nos equivocaríamos otra vez y nos haríamos daño involuntariamente.

Probablemente, lo arreglaríamos como siempre lo hacíamos.

Probablemente, seriamos felices para siempre.

Probablemente...

¿Quién sabia realmente lo que ocurriría después?

Las decisiones son una piscina de escenarios que todas tienen igual probabilidad de ocurrir y todo va transformándose a medida que vas avanzando en el camino.

Así que, aunque planees todo con sumo cuidado, no tienes como saber lo que ocurrirá, pero tienes en tus manos el poder de dirigir tu vida hacia el camino que deseas.

Así que, probablemente, estaba cometiendo otro dulce error con Cameron Ryder.

Pero... ¡a la mierda!

Luego me encargo.

🍬  Fin  🍬

El más dulce de mis errores©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora