-Kiara. ¿Cómo te fue?
-Vane, tenemos que hablar.- mi voz parecía a punto de quebrarse.
-¿Qué pasó? ¿Estás bien?- Se incorporó y me miró. Parecía en verdad preocupada.
-No sé. ¿Estamos bien?
Vanessa suspiró resignada. No era la primera vez que se lo preguntaba esa semana.
-Amor, ya te dije que sí.
-No te creo.- Me senté a su lado.- Necesito saber qué pasa. Necesito que hables conmigo.
-¿Laura te dijo algo?
-¿Laura? ¿Qué tiene que ver ella? ¿Te molesta que me haya reconciliado con ella?
-Ay, no, mi amor, nada me alegra más que eso. No, yo...- volvió a suspirar, parecía buscar las palabras.- Lo siento. Tenés razón. Laura tenía razón.
-¿De qué?- se me caían las lágrimas.
-Tranquila.- Vane me abrazó y acarició mi pelo.- Todo está bien, estamos bien, no estoy molesta.
Me aferré a ella y a lo que me decía y lloré.
-No quería preocuparte y al final hice todo lo contrario. Lo siento.
De apoco me calmé y sin separarme de ella me contó la visita de la inspectora y sus preocupaciones respecto a nuestra relación.
-¿Por qué no me contaste?
-No quería preocuparte.
-Pues lo hiciste.- le reproché.
-Lo sé, lo siento. Soy una idiota.
-Sí.- estuve de acuerdo.- Entiendo que quieras cuidarme, pero no necesito que me cuides así. Necesito que compartas tus miedos y preocupaciones conmigo, en especial cuando es algo que me involucra.
Vanessa se mostró apenada y yo no voy a negar que estaba enojada. Por un lado porque no me había contado y había hecho que me preocupara y me había hecho sufrir, pero por otro lado porque creía que no era algo tan grave. Es decir, en ese momento, comparado con todos los escenarios que mi mente había imaginado, la idea de que nos descubrieran o tuviéramos problemas laborales por culpa de nuestra relación era de verdad lo que menos me importaba. Ya vería, con el correr de los días, que no iba a ser tan simple.
Aun así, esa noche finalmente hablamos del tema y las cosas entre nosotras volvieron a la normalidad.
-Se siente mejor compartir mis miedos con vos.
-¿Ya ves?
-Sí, lo siento, de verdad. Sé que te lastimé, otra vez.
-Está bien, tenemos que trabajar un poco más en eso de hablar las cosas. No estás sola, Vane, estoy acá, quiero estar acá. Estamos juntas en esto.- Puse mi mano sobre la suya y ella la tomó con una sonrisa.
-A veces me parece mentira.
-A mí también, creeme. Tengo tanto miedo de perderte.
-No, no vas a perderme, porque no pienso dejarte ir.- Llevó mi mano a sus labios para dejar un beso en mis nudillos.
Sonreí como idiota, esos gestos que tenía conmigo me tomaba totalmente por sorpresa. A veces recordaba cuando la conocí y nunca hubiera imaginado tenerla así, frente a mí, arrepentida, besando mi mano y disculpándose una y otra vez. Mis miedos se disiparon por completo.
Esa noche no volvimos a hablar del tema. Pedimos pizza y nos acurrucamos en la cama a ver una película. Me consintió todo lo que pudo y por sobre todas las cosas, apenas se separaba de mí, era como si no quisiera romper el contacto, era su manera de asegurarme que no iba a ir a ningún lado.
Me sentí mejor después de hablar con Kiara. Laura tenía razón, no podía ocultarle cosas así, debía confiar en ella. Y no era que no confiara, solo quería protegerla, pero parece que nunca sabía en verdad cómo hacerlo y terminaba empeorando las cosas. Ahora la tenía durmiendo a mi lado y se la veía relajada, sin duda también se sentía más tranquila. Me prometí que iba a ser mejor, no iba a darme por vencida ni huir o alejarme de nuevo, Kiara se merecía algo mejor.
El domingo la desperté con el desayuno y lo sé, no era más que un vago intento de compensar mi mal comportamiento, pero aun así quería hacerlo. Ella lo recibió con una gran sonrisa. No era raro que la despertara de esa manera a ella, sin embargo era claro que esta ocasión era diferente, quería que supiera que no iba a ir a ningún lado, solo quería estar con ella y por el fin de semana todo lo demás me daría igual.
Bien, acá nuevo capítulo. Me salieron algunos trabajitos así que no estuve escribiendo tanto, pero prometo no dejarme estar meses y meses.
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Tramposo Destino
RomanceKiara conoce a Vanessa como su profesora de la universidad pero todo entre ellas termina mal. El destino no se conforma con eso y vuelve a juntarlas. ¿Qué pasará esta vez?