-¿Qué hace ella acá?-preguntó mirando a Kiara.
-Lau...
-¿Por eso no querías que venga ayer? Estabas con ella. ¿Desde cuándo? ¿No pensabas decirme?
-Laura.- quise hablar para explicarle, pero no me lo permitió.
-No. A vos no quiero escucharte. De hecho, no quiero escuchar a ninguna, me voy.
-Lau, escuchame, esperá.- Kiara quiso detenerla.
-No, Kiara, ya te escuché bastante, llevo años escuchándote.- volteó a mirarme.- Cuando vuelva a romperte el corazón no se si voy a estar para evitar que te ahogues en llantos. Y limpiate, tenés labial por toda la cara.
Salió por la puerta dejando a Kiara con una mano cubriéndose la boca y a mi con una sensación extraña creciendo en mi estómago.
-Si querés me voy, la paro en la puerta y le digo que suba así hablan tranquilas...- hablé sintiéndome una completa estúpida.
-No. No quiero que te vayas. Está enojada, la entiendo. Cuando esté más tranquila hablaré con ella. Ahora necesito que te quedes conmigo.- se acercó y no dudé en envolverla en mis brazos.
-¿Y si tiene razón?
-¿En qué?
-¿Si vuelvo a romperte el corazón?
Suspiró y me abrazó con más fuerza.
-Simplemente no lo hagas. Yo confío en vos.
Dejé un beso en su pelo y acaricié su rostro.
-No voy a soltarte, lo prometo.
Ella me dedicó una tímida sonrisa antes de juntar sus labios con los míos suavemente.
-¿Querés contarme cómo te fue hoy?
Asintió y ambas nos sentamos en el sillón. Me contó su día, había vuelto a la escuela 45. Se había iniciado una investigación sobre lo sucedido, prácticamente todo el personal había sido interrogado, también los alumnos. Además, había hablado con la directora, con otros docentes, incluso con los padres del chico.
-Eso fue lo más duro. Verlos ahí, buscando respuestas, con tanta impotencia por no haber podido hacer nada por su hijo. Si yo me sentía así, no me imagino ellos.-Dejó escapar una lágrima que sequé enseguida.- Tenías razón, no había forma de que yo fuera a trabajar hoy.
-Tomate todo el tiempo que necesites y no te preocupes por las clases, yo puedo cubrirte, de hecho fue divertido volver al aula de secundaria un rato. Tus alumnos me preguntaron mucho por vos, están preocupados, te quieren.
-¿Estás segura que es porque me quieren y no porque lo que en verdad las preocupa es tenerte a vos como suplente?
Me quedé en blanco un momento. Tenía razón, no había pensado eso y era una causa probable, pero no iba a reconocérselo.
-No, yo sé que te quieren.
-Claro.- respondió ocultando una sonrisa. Me había dejado en total evidencia.
-¿Puedo preguntarte una cosa?
-Ajá...
-¿Qué quiso decir Laura con eso de "evitar que te ahogues en llantos"? Me pareció que estaba siendo demasiado específica.
Kiara bajó la vista notablemente incómoda por mi pregunta.
-¿Hay algo que no se?- pregunté con cautela.
-No quiero hablar de eso ahora.- siguió evitando mi mirada.
-Está bien.-tomé su mano.- Entiendo, pero cuando estés lista, quiero que puedas hablar conmigo de lo que sea. Sé que destruí gran parte de nuestra relación y que no importa cuánto nos queramos y deseemos estar juntas ahora, recomponerla va a llevar tiempo e incluso puede ser doloroso, pero estoy dispuesta a todo para reparar mis errores.
Estaba realmente sorprendida por lo que acaba de escuchar. Vanessa tenía razón. Reconstruir nuestra relación no iba a ser todo color de rosas. Aunque muchas veces sentía que nada había cambiado entre nosotras, que la química estaba intacta, lo cierto era que habían pasado cuatro años y queramos o no, lo que haya pasado en ese tiempo tiene que habernos cambiado, por mínimo que sea. No podíamos hacer como si no hubiera pasado nada, seguir donde lo dejamos ignorando lo demás. Cuando bajara la euforia de la reconciliación íbamos a tener que llevar adelante una relación y para que eso funcionara debíamos ir despacio, darnos nuestros tiempos. Tiempo, eso que hace cuatro años no nos habíamos dado y, en parte, había sido la causa de todo eso.
-No debería haberme acostado con vos esa noche.
-¿Qué?
-Es decir, no me arrepiento, fue hermoso, no se que hubiera pasado si no lo hubiéramos hecho en ese momento, tal vez no hubiera ocurrido nunca, pero...
-¿Decís que todo esto no hubiera pasado? ¿Que no nos habríamos enamorado?
-No, yo ya estaba enamorada de vos esa noche, eso no habría cambiado. Pero creo que si hoy besara a una mujer que me dice que nunca estuvo con otra mujer, no me la llevaría a la cama esa misma noche.
-Yo ya era bastante adulta como para saber que hacer y que no.
-Pero aun así eras nueva en eso. Era nuevo para vos y, justamente, cuando uno es adolescente no piensa, pero como adulto sí. Si me hubiera puesto en tu lugar por un momento me habría dado cuenta de lo aterrador que podía ser todo para vos.
-Kiara, no te culpes, yo insistí mucho esa noche.
-Vos no tenía idea en que te metías.
Suspiró.
-Es cierto, no tenía idea. No tenía idea de lo que sentías y tampoco sabía lo que yo sentía.
-Si hubiéramos hablado más...
-Si en vez de huir hubiera compartido mis miedos con vos.
Sonreí y entrelacé mis dedos con los suyos.
-De ahora en más vamos a hacer las cosas de otra forma.
-Es un trato.- dijo apretando suavemente mi mano antes de dejar un beso en el dorso.
Espero les guste, estoy trabajando para poder actualizar más seguido, pero tampoco quiero publicar cualquier cosa por haberlo escrito rápido.
Gracias a todas las que leen! :)
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Tramposo Destino
RomanceKiara conoce a Vanessa como su profesora de la universidad pero todo entre ellas termina mal. El destino no se conforma con eso y vuelve a juntarlas. ¿Qué pasará esta vez?