— Pongan los globos por aquí!... — Zhan estaba tan emocionado. Debido a que los años anteriores habían estado mudándose y tratando de no llamar la atención todas las celebración habían sido pequeñas y muy cuidadas. Pero para el cumpleaños número ocho de sus niños, estaba haciendo una gran fiesta y había decidido invitar a todos los compañeritos.
— Si, los bocadillos... ¿Qué carajos es eso?
Xiao Zhan abrió los ojos de par en par.
— Xichen dijo que quería una pista de carros en escala real. Así que instalarán una temporal.
— ¿Qué?! — La boca de Zhan se descolgó y enseguida fue a buscar a su esposo. Una cosa era celebrar con todas las de la ley... Pero esto era una total exageración.
— ¿Una pista de carros? ¿Enloqueciste?
Al lado de Yibo, los dos niños celebraban animados con gritos...
— No y no.
— Mis hijos quieren una pista y yo les doy una pista.
— ¿Qué pasa si te piden un avión?
— Tengo algunos helicópteros en desuso.
— Wang Yibo!
— Papi... ¿Quién es Yibo?
Zhan se mordió los labios. — Nadie ... Nadie, mi amor. Por favor ve a jugar. Necesito decirle un par de cosas a tu padre.
Yibo se desabrocho el pantalón.
— Esto se pone interesante.
— Usted señor... — El castaño desabotono su camisa. Zhan se puso nervioso... ¿Por qué tenía que ser tan atractivo? — No me va a malcriar a mis hijos.
— Es su cumpleaños. ¿Por qué no hacerlo memorable? — Zhan se rindió. Los besos en el cuello eran su debilidad...
— Solo esta vez. Los niños están felices.
— Bien... Iré a terminar de... — Su mano fue sostenida alrededor de un objeto duro. — La fiesta... La fiesta...
Zhan se apartó cuando su mano hirvio y la boca se le hacia agua. Su esposo estaba tan duro...
— ¿Ni siquiera le daras un besito?
Zhan besó sus labios y huyo del lugar.
Yibo resopló y se ajustó la ropa para salir a encontrar los padres de sus amigos, aunque de lejos porque tenía un aura extraña que hacía que nadie se le quisiera acercar. También porque Wuxian miraba de forma asesina a cualquiera que estuviera a menos de un metro de su marido... La sonrisa angelical se volvía perversa.
Yibo estaba disfrutando de la fiesta hasta que su pequeño doncelito se metió detrás de el, escondiéndose.
— ¿Qué le pasa a mi precioso?
El pequeño Zhan no decía nada. Xichen llegó con una sonrisa amable y le dijo al padre... — Ese niño que acabo de llegar es nuevo. Siempre lo molesta y lo persigue...
Al castaño le hirvio la sangre. Yixuan lo detuvo en su impulso. — Wangji! Recuerda que es un niño... NIÑO!
— Lo sé... Solo le voy a enseñar que nadie intimida a un Lan.
— Niño! — El tono fue duro. — ¿Cómo te llamas?
El niño sonrió animadamente... mientras buscaba con la mirada al niño detrás de Yibo. — Soy A-Ying ... Señor... — enseguida le rodeó buscando al pequeño... Yibo se sintió fastidiado. Hasta que miró a su doncelito...
¿Qué carajos?
— Lan Zhan... Lan Zhan...
El pequeño lo miró de forma afilada y después se escondia. ¿Por qué su indomable doncelito se dejaba intimidar?
A Yibo se le iba a salir el corazón. — Tu aléjate de mi pequeño!
— Es que es tan bonito. — Empezó a picar sus mejillas.
Yibo levantó a Lan Zhan con el. — Ni mires a ese niño... — Su estómago se retorcio. Su bebé estaba sonrojado...
— ¿Wangji? ¿Qué haces?
Zhan lo siguió por toda la casa.
— Mi pequeño está cansado.
— Lan Zhan... — Escuchó y después vio con una sonrisa brillante buscando y persiguiendo al pequeño.
— Que se vaya... — Lo cubrió como a un bebé...
Zhan vio a su bebé sonrojado... Entendió lo que estaba sucediendo. — Wangji! Wangji!... Baja el niño ya... Vamos a hablar de algo.
Finalmente a regañadientes tuvo que aceptar que a su hijo le podía llamara atención el molesto niño de cabello negro..Durante toda la fiesta estuvo refunfuñando mientras lo veía.
En la noche Zhan decidió compensarlo por su paciencia.
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— Señor Lan! Su esposo puede venir en cualquier momento. No quiero problemas.
— No se enterara. Esta tan ocupado con los niños!
Le besó el cuello y desabotono la camisa. Zhan sonrió... Le encantaban los roles...
Debido a la presencia de los niños alrededor aveces era un poco difícil intimidar. Pero ese día parecían cansados.
— Mnnng... Más...Más...
Zhan tenía ereccion de Yibo en su boca. Su cabeza subía y bajaba.
— Papi! ...
Nadie respondió.
— Papi! — Lan Zhan volvió a llamar y la puerta se abrió. Sí, el niño había ido a buscar las llaves y abrió.
— Papi... — Inclinó su cabeza. — ¿Por qué estás encima de papá?
Zhan sonrió nerviosamente. Yibo apenas estaba recuperando el oxígeno. — Tu papá me estaba... leyendo un cuento.
— Más bien tu me lo estabas recitando a mi.
Zhan gruñó y murmuró bajito. — Callate.
Si el pelinegro se movía, el niño vería algo que no debería.
— Papi... ¿Me lo puedes leer? Es que no puedo dormir.
— Mi amor...
— Si, ven acá.
Yibo gruñó y empujó su pelvis recordandole a Zhan que estaba duro aún. Zhan levantó los hombros. Yibo se recostó... — Wuxian!!! Por favor!!!
— Lo siento! ... — Levantó al niño entre sus brazos.
Miró a su doncelito. Lo amaba pero... — Había una vez un príncipe doncel que le hacía la vida imposible a su padre a pesar de que su padre, el rey lo amaba como nadie... Fin. — Yibo recibió un pellizco de Zhan...
El último extra 🤷♀️🙏🙋♀️
