59. EXTRA

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— Papi! — Wenhan había traído a los tres niños de la escuela a la que asistían. Al final se habían terminado mudando a un pueblo pequeño en las montañas, para que sus hijos pudieran tener una vida normal.

Xichen siempre llegaba contento porque hacía muchos amigos. Pero él pequeño Zhan, era muy callado. Prácticamente su hermano mayor era el único que podía entenderlo y hablar con él...

— Tengo malas noticias...— Wenhan suspiró.

Yibo al ver que su hijo se quedó en la entrada se preocupó por el pequeño doncel.

— ¿Qué sucedió?

— El... La maestra quiere hablar con ustedes. Sobretodo contigo Yibo.

— ¿Ah?

— Si, te espera mañana a las 7.

Xiao Zhan, que había ocupado parte de su tiempo en una pequeña fundación... Llegó también preocupado.

— A-Zhan... ¿Le vas a contar a tus padres que paso en la escuela?

El niño se mordió los labios.

Yibo se acercó a su esposo y le besó. — No lo presiones. Seguro es alguna estupidez.

Xiao Zhan soltó un bufido.

***

— El piensa que puede tener todo lo que quiera.

— ¿Como eso es un problema? — Gruñó Yibo.

— Señor Lan... El pequeño Zhan solo tiene cinco años y puedo decir que no se comporta como un doncel.

— ¿Y bien?

La maestra se sintió frustrada. —El no pide las cosas nunca. Ustedes saben que casi no habla... Si quiere algo solo lo toma y si sus compañeros reclama...

— Pues me llama y yo le compro lo que quiera.

— Lan Wangji! — Zhan reclamó. — Deja hablar a la profesora.

— El punto es... Parece que no le importara ir golpeando a las demás personas si no hacen lo que quiere.

Yibo soltó una carcajada. La profesora atónita no lo podía creer.

— Si algún día un niño devuelve el ataque...

— Que se atreva! Que se atreva a tocar a mi bebé...

— Profesora. — Zhan que había envuelto sus labios para no reírse le pidió un segundo a solas para hablar con Yibo. — Solo será un momento.

— Me gusta que no se deje.

— Y si le pegan... Es pequeño...

— Los mato!

— Shhh... Shh... Yibo.  No puedes estar hablando de esa manera. — Empezó a susurrar muy bajito. — Mi amor. Se supone que dejamos esa vida atrás...

— ¿Ah si? ¿Qué hiciste con la niñera?

Zhan trago entero. Miró al piso avergonzado... — Mírate. — Lo sostuvo de la cintura. — Ni siquiera eres capaz de negarlo.

— Ella se lo busco. Esta vez es diferente... ¿OK? Dijiste que tu papá siempre te protegió asi..así... Yo quiero que mis hijos tengan amigos y si hay que regañar a A-Zhan...Hay que hacerlo.

A Yibo se le aguaron los ojos. — ¿Tu no estas viendo que es una mini  versión de ambos al mismo tiempo?

— Si... Lo amamos. Pero debe aprender a convivir... No queremos que sea solitario. ¿OK?

— Mn... — Yibo asintió a regañadientes. Guardo su arma. — Le diré que lo que sea que quiera me lo pida a mi.

Zhan rodó sus ojos... Tenía mucho trabajo por hacer... No sólo con su doncelito sino con su marido también.


Hijo de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora