Capítulo 12

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~ Jimin

Una sensación que no había sentido prácticamente nunca, pero que, sin conocerla, ya sabía que sería tan adictiva como cualquier droga. Eso fue lo que sentí mientras besaba los labios de Nova, mientras sus puños agarraban suavemente mi camiseta haciendo que algo en mi estómago se contrajera, mientras percibía cómo su saliva tenía sabor a soju. Sentía que tenía el peso de una pluma, y que podría elevarme por el cielo en cualquier momento.

Sin embargo, poco tiempo después sentí una punzada de miedo en la boca de mi estómago, como poniéndome sobre aviso de cualquier amenaza. <<No vas a ser lo suficientemente bueno para ella>>, pensé. Me maldije a mí mismo, esos pensamientos intrusivos que habían tallado concienzudamente en mi cabeza afloraban siempre en los momentos más inoportunos.

La lengua de Nova rozó ligeramente la mía consiguiendo que las buenas sensaciones se sobrepusieran a las malas de un plumazo, algo que nadie había logrado nunca. Antes siquiera de separarme de sus labios, sabía sin tener que pensarlo mucho que ya estaba enganchado a ella irremediablemente.

Como si hubiera entre nosotros alguna especie de consenso no verbal, separamos nuestros labios simultáneamente, y antes de que pasaran cinco segundos ya tenía unas ganas inaguantables de besarla de nuevo. Sus ojos se posaron en los míos y su respiración estaba ligeramente agitada. Apreté mis labios y sonreí levemente, gesto que ella imitó en mucha mayor medida.

- El miedo no puede ser uno de los motivos por los que dejes de hacer lo que te gustaría -mencionó ella.

- Desde luego, a partir de ahora no va a serlo.

Me lancé a por sus labios de nuevo mientras acunaba su rostro en mis manos, y agradecí que Nova correspondiera mi beso de buena gana. Determiné que las decisiones acerca de si estaba haciendo lo correcto o acerca del peligro de toda esta situación las abordaría más adelante, cuando no tuviera una fuente de adrenalina y serotonina frente a mí besando mi boca.

Más tarde, acompañé a Nova hacia la cafetería e insistió en que no era necesario que la llevara de vuelta a su casa, pero pedí a cambio que me mandara un mensaje al teléfono en cuanto llegara. Su misterio seguía siendo una faceta atractiva de su personalidad, y yo estaba de acuerdo en ir descubriéndola poco a poco, al ritmo que nosotros marcáramos.

Cuando ya había llegado a casa y me había cambiado de ropa, la pantalla de mi teléfono móvil se iluminó notificándome de que acababa de recibir un mensaje. Como si de un adolescente me tratase, tardé más en detectar la iluminación de mi teléfono que en mirarlo. Me descubrí a mí mismo sintiéndome decepcionado por haber sido Jungkook quien me había escrito.

En su mensaje, Jungkook me recordaba que sus padres volvían mañana. Chasqueé con la lengua sabiendo que me había comprometido y que pasaría mi primer día libre tras tanto trabajo en cualquier lugar que no fuera mi cama. Estuve a punto de disculparme y decirle que aplazáramos el plan, pero ver una llamada de Nova apareciendo en la parte superior de mi pantalla hizo que todo lo demás dejara de importar, así que le confirmé apresuradamente la cita a Jungkook para responder a Nova.

- ¿Has llegado a casa? -pregunté desde que descolgué.

- De una sola pieza -confirmó ella-. Gracias por esta noche.

- Podemos repetir cuando quieras -ofrecí.

- ¿Qué tal mañana? -propuso ella.

- Tienes que estar de broma -repliqué yo, esbozando una suave sonrisa.

[PJM] Si tú no fueras túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora