Capítulo 34

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~ Nova

Tal vez estaba perdiendo la poca dignidad que me quedaba, tal vez me había precipitado al declarar que nunca pretendí una relación seria con él sin antes aclarar lo que realmente sentía, pero algo dentro de mí reclamaba su atención de una manera casi enfermiza. La ira que había hablado por mí durante todo este tiempo había sido real, pero el hecho de estar junto a él y pretender mantener mi ira era como pretender dejar incólume un témpano de hielo frente al sol.

- Dijiste que todo el mundo se merecía saber la verdad -recordé por segunda vez esa noche-. Si no te gusto, ¿mentías cuando me besabas?

Frente a mi pregunta, el primer impulso de Jimin fue apretar su mandíbula y mirar hacia otro lado. Apreté mis labios, preguntándome si, tal vez, estaba excediéndome y poniéndolo en una postura demasiado complicada.

- ¿Y qué pasa si me gustó besarte? -preguntó por fin-. Me gustó tu beso, eso no quiere decir que me gustaras tú.

Sus palabras volvieron a parecerme hirientes y punzantes, pero algo me decía que se debía a que estaba completamente acorralado.

- A eso me refiero, solamente es atracción física -concedí, recortando todavía más la distancia entre nosotros.

- No lo comprendes -continuó, evadiendo de nuevo mi mirada.

- Está bien -pronuncié, suspirando profundamente-. Solo una cosa más, lo prometo -propuse, consiguiendo que volviera a mirarme a los ojos.

- Tú dirás.

- Cuando te cortaste la mano mientras trabajabas, me quedé con un favor por canjear ¿recuerdas? -pregunté, a lo que él asintió-. No te voy a insistir más. Lo único que quiero es que me respondas de verdad, ese es el favor.

- ¿A qué? -musitó con cierta dificultad.

- ¿De verdad no habría cambiado nada si no hubiera sido la hermana de Jungkook? -cuestioné-. Tienes que responderme con sinceridad, pensando en mí como Nova, sin más. No pienses en mí como la hermana de Jungkook, ni como esa chica que te dijeron que necesita cuidado y supervisión.

- Tal vez no habría sido igual -admitió por fin, haciendo que mis ojos adoptaran un brillo especial-. Pero no tiene sentido preguntarse lo que habría pasado de no haber sido así, porque es así y no se puede cambiar.

- Si no sentimos nada el uno por el otro, eso no debería ser relevante ¿verdad?

Nos miramos a los ojos por un instante y, en un acto de valentía, llevé mi mano a la suya rozándola ligeramente. Para mi sorpresa, su mano no se retiró. Apreté mis labios sin dejar de mirarlo a los ojos, fue entonces cuando percibí que los suyos se habían dirigido a mi boca, y me dio la sensación de que se estaba conteniendo como los niños cuando debían esperar a comerse el postre después.

Su mirada y su mandíbula afiladas me hacían delirar, me hacían desearlo tanto que parecía insoportable. Y eso, a su vez, me hacía atrevida. Me puse de puntillas y llevé mi mano a su cuello mientras aproximaba mi rostro al suyo. Dudé por un instante en el que parecía que Jimin iba a retroceder, pero reanudé mis intenciones cuando verifiqué que se mantuvo firme. Sin embargo, cuando mi rostro y el suyo estaban solo a un palmo, cuando ya podía percibir su respiración en el filo de mis labios, dirigió su mirada hacia otro lado, consiguiendo que me detuviera.

- Haz caso a tu familia -musitó con la voz ligeramente ronca, para después relamerse-. No te gustaría estar envuelta con alguien como yo.

- Ya no soy una niña, -respondí con el mismo tono de voz-, puedo elegir con quién verme envuelta.

[PJM] Si tú no fueras túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora