Capítulo 62

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~ Jimin

Todo lo que había pasado había sucedido en el peor momento posible: una semana antes de la competición de Nova. Aunque no lo manifestaba abiertamente, se la veía apática, mirando todo el tiempo el teléfono, sin hacer gran cosa aparte de ir a entrenar a la playa y reprimir a duras penas su impulso de querer llamar a Jungkook, engañándose a sí misma diciendo que lo mejor sería dejarle su tiempo para procesar lo que había sucedido. En todo ese tiempo, Jungkook no la había llamado ni una maldita vez, y era una conducta que me estaba enfermando.

Otra de las cosas que podían con mi ser era el hecho de que en los ojos de Nova siempre brillara la culpabilidad, en mayor o menor medida, cada vez que me miraba. Me había repetido en numerosas ocasiones que todo había sido culpa suya, y que por su insistencia me había arrastrado a esto a mí también. Había acabado por prohibirle que me volviera a decir algo así, ¿cómo podía preocuparse por mí en unas circunstancias como aquellas?

Algo me decía que Nova conservaba la voluntad de competir porque su subconsciente insistía en convencerla de que su hermano estaría ahí, en la grada del estadio cuando compitiera, porque él también se lo había prometido y esperaba con ilusión la fecha del evento. En el fondo, yo también me sentía culpable por haber propiciado un conflicto entre ambos conociendo los límites. A pesar de todo, no dudé en superarlos porque Nova era increíblemente especial.

Cada vez que Nova iba a entrenar a la playa me escabullía a la piscina de la universidad, donde entrenaba antes de todo este drama, y esperaba a Taeyang con la intención de acallar la ira que latía en mi interior. Todos los días que iba encontraba el polideportivo cerrado precisamente porque Nova ya no estaba yendo, pero a pesar de ello, todos los días esperaba el tiempo que Nova tardaba en volver de la playa deseando que, alguno de esos días, Taeyang hubiera tenido que visitar la piscina para cualquier cosa. Sin embargo, ese día no llegaba, a pesar de que habría dado lo que fuera por tenerlo delante a solas.

Ese día acabó llegando también en el momento más inoportuno posible. Le había prometido a Nova que iría a verla competir, pero el día se complicó tanto que acabé llegando cuando todo el mundo casi se había sentado esperando a que salieran las competidoras. Nova era la favorita, y yo confiaba en que lo iba a hacer tremendamente bien.

Me apeé del coche tras haberlo estacionado de mala forma en el primer lugar que encontré y anduve lo más rápido posible en dirección al lugar de competición. Estuve a punto de traspasar el umbral de la amplia puerta cuando una voz que me resultaba mucho más que familiar impidió que llevara a cabo mi propósito.

- ¿Adónde te crees que vas, Park? -inquirió Taeyang.

Apreté mi labio y mi puño con fuerza, recordando que durante todo este tiempo estuve buscándolo, pero lamentando haberlo encontrado en aquel preciso momento. No podía formar una riña en la competición de Nova, por muchas ganas que tuviera de asestarle un buen golpe a Taeyang. Contuve la ira a duras penas, lo justo para recordar que hablarle todavía no estaba prohibido.

- Hay dos opciones: o eres idiota y me haces una pregunta cuya respuesta es obvia, o te crees con la potestad de decirme adónde tengo que ir -respondí-. Por lo que te conozco, creo que es la primera. Nos vemos, Taeyang.

- Nova se está haciendo muy conocida ¿no crees? -insinuó él, haciéndome frenar de golpe.

- ¿Qué quieres decir con eso?

- Quiero decir que sería una pena que su reputación se arruinara -hizo una pausa-. Y la tuya también. Me he enterado de que tu madre se dedica a la política.

[PJM] Si tú no fueras túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora