~ Nova
Jimin era completamente diferente. Me había tratado de una forma agradable y cálida durante todo el día. Tanto que, aunque intenté respetar su voluntad de mantenernos lejos el uno del otro, al final terminé como siempre: reclamando su contacto y su calor.
El corazón me latía desenfrenadamente contra el pecho y amenazaba con escaparse en cualquier momento. No tenía ninguna duda de que mi cara estaría completamente enrojecida, pero la escondía en su cuello por pura inercia. El placer de su tacto me sorprendió, pero todavía me había sorprendido más el espasmo del orgasmo que me había provocado y que, sin duda, había sido el mejor que había experimentado jamás. Por eso, cuando mi respiración se había acompasado mínimamente y ya no me avergonzaba mirarlo a los ojos, me separé ligeramente haciendo contacto visual y acaricié sus labios con las yemas de mis dedos.
- Necesito más -musité mirándolo a los ojos.
Temí por un instante que se negara categóricamente, teniendo en cuenta que no hacía otra cosa que no fuera mirarme a los ojos. Sin embargo, sus pupilas brillaban con el mismo deseo con el que, con toda probabilidad, estaban brillando los míos. De un momento a otro, Jimin volvió a abordar mis labios besándolos con deseo, y pude percibir que desabrochaba el botón de su pantalón.
Las cosas iban en serio y a ninguno de los dos nos faltaban ganas de hacer lo que estábamos a punto de hacer, ajenos a todo juicio social y moral. Decidimos de forma tácita que ya nos preocuparíamos de eso más adelante, después de disfrutar el uno del otro y que, en este momento, no había nada ni nadie capaz de interrumpir y estropear el ambiente. Nada, excepto el sonido de la llave en el picaporte abriendo la puerta principal y la voz de Jungkook anunciando su llegada.
Jimin y yo separamos nuestros rostros abruptamente y nos miramos a los ojos, preguntándonos con la mirada qué íbamos a hacer. Mi corazón se había paralizado y había encendido todas las alarmas en mi cuerpo, pero la palidez del rostro de Jimin me impresionó tanto que, de haberle dicho a cualquiera que era él el de la fiebre, se lo habría creído. Por supuesto, para ambos, todo rastro de excitación desapareció con el giro de la llave en el picaporte.
- ¿Hola? ¿Hay alguien en casa? -preguntó Jungkook, aunque la primera vez que avisó de que había vuelto, su voz había sonado como un eco lejano.
- S-Sí... -casi grité yo, buscando mi camiseta casi con desesperación por la cama mientras Jimin me imitaba buscando la suya-. Aquí, en mi habitación.
Jimin encontró la camiseta rápidamente y se la puso de una forma tan apresurada que no me habría sorprendido que se la hubiera puesto al revés.
- Voy al baño -anunció Jimin sin esperar respuesta, abandonando a la velocidad de la luz en dirección al baño, suponía que para lavar sus manos.
Los pasos de Jungkook ascendían por la escalera y se adivinaban mucho más cerca que cuando su voz había anunciado su llegada y había preguntado por nosotros. Cuando más prisa tenía, logré encontrar la camiseta del pijama arrugada en una de las esquinas de la cama y me la puse con rapidez. Acto seguido, me tumbé como pude en la cama intentando aparentar compostura.
- ¿Dónde está Jimin? -preguntó Jungkook, que acababa de llegar a mi habitación.
- En el baño -expliqué-. ¿Cómo ha ido esa conferencia?
- Me he sentido un poco fuera de lugar, no te voy a mentir -reconoció alicaído y encogiéndose de hombros.
- ¿En serio? ¿Por qué? -fruncí el ceño incorporándome ligeramente.
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[PJM] Si tú no fueras tú
RomanceNova, si tú no hubieras sido tú, nunca habría sentido el dolor más profundo que uno puede sentir en sus entrañas. Si tú no hubieras sido tú, nada de esto habría pasado, y tal vez nuestros corazones -o al menos el tuyo- seguirían de una pieza, tenien...