[PJM] Si tú no fueras tú

Capítulo 22

Jimin ~

Con toda seguridad, mi piel habría perdido un par de tonos y no habría forma humana ni divina de disimular la expresión desencajada de mi rostro. Cuando nuestras miradas se encontraron, me apresuré a ponerme a su altura y me arrodillé frente a ella.

- Nova ¿qué pasa? ¿Por qué lloras? -la miré a los ojos mientras ella luchaba por evadir mi mirada.

- No lloro -mintió, apretando sus labios-. Estoy empapada por la lluvia, eso es todo.

- Te he escuchado -insistí-. Además, tienes los ojos rojos, y he visto tu bolso tirado en mitad del pasillo.

- No es nada -se encogió de hombros.

- Si no es nada, ¿por qué te abrazas a tus rodillas? -enarqué una ceja, examinando su expresión.

- Jimin, por favor -apretó sus labios como si con ello se estuviera esforzando para no volver a estallar en lágrimas-. Solamente necesito darme una ducha, cambiarme de ropa y estaré mejor.

- Está bien -concedí, conformándome con el hecho de que ya estuviera aquí-. Ve a ducharte, yo avisaré a tu hermano de que has vuelto.

- Ya lo sabe -anunció-. Dijo que llegaría poco después que yo, así que iré a ducharme ya. Por favor, no le digas que me has visto así.

- ¿No crees que tu hermano merece saberlo? -sugerí.

- No -respondió sin vacilar, recuperando su bolso del suelo-. Guárdame el secreto. Es lo que hacen los amigos ¿no?

Nova no esperó a que yo respondiera, pero sus palabras habían provocado que mi corazón diera un vuelco. Mientras ella se alejaba, yo decidí ir a por mi teléfono móvil, sorprendido por el hecho de que Jungkook lo supiera y no me hubiera dicho nada. Para cuando consulté la pantalla, comprobé varias llamadas perdidas de Jungkook y que mi teléfono estaba en silencio. <<Bravo, Park Jimin>>, me dije a mí mismo. Estuve a punto de devolver la llamada para confirmarle que Nova había vuelto cuando, esta vez sí, escuché la puerta principal cerrándose.

- ¡Jimin! -llamó Jungkook, así que me apresuré a salir a su encuentro en el pasillo-. ¿Nova ya ha llegado?

- Acaba de llegar -confirmé, otorgando alivio a su rostro-. Ha subido a ducharse, parece que la ha pillado la lluvia.

- Menos mal -suspiró profundamente con sus brazos en jarras-. ¿Estaba bien? La he notado rara por teléfono, pero no he querido decirle nada.

- Sí, sí -mentí, sintiendo la punzada de culpabilidad en mi pecho al instante-. Pero tiene que estar hambrienta por el entrenamiento, mejor empezamos a preparar la cena ya.

Jungkook asintió, coincidiendo conmigo. Para cuando Nova había salido de la ducha, una amplia variedad de platos coreanos reposaba en la mesa de la sala esperando a ser devorados. Nova saludó a Jungkook y pasó por delante de mí para ocupar asiento en el sofá, lo cual fue suficiente para hipnotizarme con su olor.

Mientras duró la cena, nadie articuló apenas palabra, pero Nova se sirvió una copa de vino para entrar en calor y advertí que temblaba ligeramente. La miraba de soslayo de vez en cuando, supervisando su situación sin poder eliminar de mi mente el estado en el que la había encontrado.

- ¿Estás emocionado? -preguntó Nova a Jungkook, consiguiendo disimular sorprendentemente bien.

- Estoy que no me lo creo, para empezar -reconoció Jungkook, sonriente-. Lo hago esperando que surja una buena oportunidad de todo ello.