Capítulo 33

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~ Jimin

Tragué saliva con dificultad por lo que me había dicho, pero al menos su declaración suponía un punto de inflexión. Nos subimos a un taxi que nos alejó del lugar de la fiesta y nos llevó de vuelta al hotel, pero no habíamos articulado palabra en todo el camino. Nova había consolidado el muro que yo mismo había levantado entre los dos, y no iba a ser sencillo empezar a romperlo.

Entramos al hotel en silencio y nos encaminamos a la misma vez al ascensor. Mientras esperábamos, me percaté de que Nova me miró de soslayo.

- ¿Tú también vas a subir en ascensor? -preguntó.

- Claro -respondí, simplemente.

- Entonces iré por las escaleras -declaró.

Justo cuando se disponía a cambiar de rumbo, el ascensor llegó a la planta baja y abrió sus puertas. Agarré suavemente su muñeca y la arrastré conmigo al ascensor, impidiendo su propósito.

- Deja esta actitud infantil ya -rogué cuando el ascensor ya se había puesto en marcha.

- ¿Esta actitud infantil? -esbozó una sonrisa amarga-. Prefiero una actitud infantil a una actitud tan confusa como la tuya.

- ¿En qué he actuado de forma confusa? -fruncí el ceño.

- ¿En qué? -abrió los ojos como platos y enarcó las cejas, como si solo el mero hecho de preguntar resultara ofensivo-. Primero me besas, después me dices que nos hemos equivocado, después me dices que respetarás que necesite un tiempo que en realidad no necesito para asumir que debemos ser amigos, y después no paras de rondarme.

- ¿Rondarte? -fruncí el ceño saliendo del ascensor junto con ella.

- Sí, rondarme -repitió.

- No sé de qué... -tenté.

- Ni se te ocurra negarlo, Park Jimin -advirtió frenando en seco en mitad del pasillo-. Ni siquiera me has saludado en todo el viaje, pero te pusiste detrás de mí en el autobús, me has seguido en varias ocasiones durante estos días, incluso cuando fui a conocer el polideportivo -hizo una pausa en la que no pude responderle absolutamente nada-. Creías que no te veía, pero lo hacía. También mientras practicaba, ese día estabas peleando con Taeyang.

- Puedo explicarlo -concedí, asumiendo que la mentira ya no se sostenía.

- No es necesario -respondió, reanudando su marcha-. Lo que más me molesta es que me hayas tratado como si necesitara algún tipo de tutela. Pero, claro, algo me dice que Jungkook es el motivo detrás de todo eso.

- Estás equivocada -insistí, tanto que acabaría por creerme mi propia mentira yo mismo.

- Ah, ¿lo estoy? Parece que me equivoco mucho -enarcó sus cejas-. Entonces, supongo que me rondabas por voluntad propia. Si es así, eso significa que te intereso y no entiendo por qué dices que nos hemos equivocado y que todo es un error. Y la infantil soy yo -ironizó-. ¿Me rondabas por voluntad propia?

- Claro que no, ¿por qué iba a encontrar gusto en perseguirte? De hecho, ¿por qué tendría que estar persiguiéndote? Ni es por tu hermano, ni es por mí. No te he perseguido, directamente -expuse firmemente.

- Ya veo -pareció conformarse.

Sin darme cuenta, la había seguido por todo el pasillo hasta su habitación, lo cual resultaba irónico si se tenía en cuenta que me había pasado todo el camino hacia allí afirmando que no la estaba persiguiendo.

[PJM] Si tú no fueras túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora