29. Después...

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𝐽𝐸𝑁𝑁𝐼𝐹𝐸𝑅:

En la mañana, desperté. Eddie estaba a mi lado abrazandome, como cada mañana; siento que la cabeza me explota, o que tengo mucha sed, jamás me había puesto tan ebria, no suelo hacerlo.
Me levanté de la cama, y tome una pastilla para quitarme el dolor de cabeza, y fui al baño a lavarme la cara, al regresar al cuarto Eddie estaba empezando a despertar.

- Buenos días preciosa, ¿Resaca?
- Hola... Si, jamás creí llegar a este punto de mi vida.

Me deje caer en la cama casi desmayandome. Eddie pasaba su mano por mi espalda, y me dijo.

- ¿Recuerdas algo de lo que pasó ayer?
- No mucho, recuerdo que llegue a la fiesta, bebí, bebí, y baile, y recuerdo como estabas acostándome para dormir.
- ¿No recuerdas lo que pasó?
- Dime que no hice una estupidez.
- Bueno, al momento de beber mucho, subiste a la mesa y bailaste junto con Nancy, y bueno, tuve que bajarte de ahí.

Gruñí en contra de esto, Eddie rió.

- ¿Que más paso? -pregunte-
- Bueno... Entraste al baño, y al regresar dijiste que... Steve intento besarte.

Mi cabeza no podía recordar eso, y me quedé sin palabras, así que solo me levanté y dije.

- ¿Que? ¿En serio paso eso?
- Si, no entiendo que haya pasado en el baño, pero seguramente a lo largo del día lo recordarás.
- Eddie, puedo asegurarte que no hice nada, lo prometo, no lo bese, creo que de eso estoy segura.
- Te creo hermosa, tranquila.
- ¿Que pasa sucedió?

Deje caer mi cara en la almohada.

- Bueno -puso su mano en su nuca- al llegar a casa, cuando te estaba acostando, y me quedé pegado en la pared mientras esperaba que te durmieras, pero te levantaste y comenzaste a besarme para también besar mi cuello, pero... No paso nada cariño.
- Ohh, lo siento, si querías o no se, lo siento, ¿Que hice?
- Bueno, tu eras la que quería, pero, estabas muy ebria, no quiero que llegues a pensar que me aproveche de la situación, no paso nada por eso.
- Oh Eddie, gracias, que lindo es eso de tu parte.

Eddie se acercó a besarme.

- ¿Y como te sientes ahora?
- Para serte sincera, ahora al despertar, me siento con bastante sed, y mi dolor de cabeza está disminuyendo, pero bien...

Sonreí, y Eddie se levantó.

- Iré a prepararte algo de desayuno, y te traeré mucha agua.

Comenzó a reírse junto conmigo. Pronto regreso y llegó con un sándwich, y agua.

- Gracias cariño

Le di un beso, y el lo respondió, desayuné y después el puso un disco en mi cuarto.
Se sentó en la cabecera de la cama, y yo me senté en su regazo, me estaba quedando dormida, su mano recorría mi brazo, y mis manos.

- Te amo Eddie...
Me gire a verlo, y comencé a besarlo, le dije.

- Ahora no estoy ebria.

El sonrió coqueto, y comenzó a besarme suavemente, sus manos recorrían cada parte de mi cintura y espalda. Pasó...
Eddie jamás dejará de ser el chico con el que me siento segura, siento que cada vez que estoy con el, puedo hacer lo que quiera.

- ¿No sabes que eres mi obsesión?

Dijo Eddie mientras tenía sus manos en mi cintura.

- Te soñé cada día de esta semana.

El aire me faltaba, mi corazón se acelera, siento que me derrito cada que está conmigo. Y cuando dice esas cosas, su voz hace que el mundo esté lleno de locura hacia mi.
Y volvió a hablar, el sabe lo nerviosa que me pone, y eso le encanta.

- Estoy más que ocupado siendo tuyo, que no tengo tiempo de pensar en nadie ni en nada más.

Sus labios volvieron a tocar los míos, ponía su mano entre mi cabello, en señal de desesperación.
Su respiración junto con la mía, se escucha muy bien.

Nos quedamos un rato más durmiendo, el estaba en mi pecho una vez más, me gustaba que se acostara a dormir así.
Desperté un momento y lo vi dormir ahí.

- Solo tú mi chico, solo tu cariño.
Susurré mientras volvía a cerrar mis ojos y lo abrazaba más, sentí como el me abrazo aun más.

- Por favor no me dejes, no te vayas. -dijo-se que me extrañaras si me voy ahora.

Abrí mis ojos y vi como me miraba.

- ¿Por qué te irías? Por favor no me dejes.
- Prometo no hacerlo -dijo-

Volvimos a dormir. Al despertar el ya no estaba en mi regazo, estaba tocando la guitarra. Lo mire mientras estaba acostada.

- Oh Eddie, te amo tanto.

Me miró, y dijo.

- Te amo aún más niñita.
Reí, jamás me había dicho así.
- ¿Niñita?
- Si, es mi manera de decirte ahora cariño.
Mordí mi labio y lo miré, empezó a cantar.

𝐽𝑒𝑛𝑛 𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑎, 𝑦 𝑛𝑎𝑑𝑖𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑎𝑟𝑙𝑜
𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑚𝑒 𝑚𝑖𝑟𝑒
𝐽𝑒𝑛𝑛 𝑚𝑖 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑎

Reí y dije.

- ¿Será tu nuevo sencillo?
- Claro que sí.
Dejo la guitarra en su lugar y se acercó a mi para besarme, comenzó a jugar con mi cabello, y moviendo sus dedos en mi rostro.
Pase todo el día con el, no nos separamos ni un momento.

En la tarde de este día, comenzamos a ver una película, y mientras la mirábamos, mi cabeza comenzó a recordar, recordar lo que había hecho, como cuando baile con Nancy en la mesa, cuando Eddie evito que algo pasará ya que yo estaba ebria. Y recordé... Lo que intento hacer Steve, como puso sus manos en mis piernas eh intento besarme, recuerdo su rostro lleno de deseo, y como intento hacer eso. No era un secreto de que Steve era un idiota, intento pensar que no intento aprovecharse de la situación, de que yo estaba ebria, se que no es el mejor chico, pero estoy más que segura, que el no sería alguien de quien desconfiar, no lo sé, estoy confundida.

- Eddie... -dije- recuerdo lo que pasó ayer.
- ¿En serio? ¿Todo?
- Detalladamente no, pero creo que ya se que paso con Steve, hablaré con el, si es que no te molesta.
- Está bien bonita, no te preocupes.

Estuve todo el día con Eddie, mirábamos la televisión, y en un punto comencé a bostezar, Eddie me miraba con ternura y reía. Me quedé dormida en su hombro, el acariciaba mi cabeza, y se quedó dormido también, recargando su cabeza en la mía.
Desperté un rato después, y mire a Eddie recargado en el respaldo del sillón, y durmiendo.
Me levanté con cuidado, y me acerque a apagar la televisión, tomé una manta y se la puse encima para que pudiera dormir más a gusto, me fui a la cocina y prepare waffles para cenar, algo de chocolate y miel.
Una hora después Eddie se despertó, note que me estaba buscando, y dirigió su mirada a la cocina y dije.

- Hola dormilón.

El rió y dijo.

- Huele a waffles. ¿Preparaste?
- Si, ¿Gustas?
- Claro que sí, amo los waffles que tú haces.

Le serví un plato, y le eche algo de chocolate se que le gusta, y las fresas, así que eso hice.

- Aquí tienes. Le eche el chocolate que tanto te gusta.
- Eres grandiosa.

Partió los waffles y comenzó a comerlos, mire sus ojos de cansancio, y dijo.

- Tengo mucho sueño, he estado muy cansado estos días.
- Lo se, yo también, el trabajo me mata a veces, y no se, me siento muy muy cansada algunas veces, ¿Podemos dormir todo el día mañana por favor?

Lo mire con ternura.

- Claro que sí hermosa eso es lo que tanto deseo.

Así fue, nos fuimos a dormir, y no nos levantamos para absolutamente nada, solo para comer algo y volver a dormir.
El día nos rindió bastante bien, el dormía en mi pecho todo el tiempo, yo en el de el, me abrazaba, me daba besos y dejaba marcas en mi cuello, y me daba mucho amor mientras dormíamos.

𝐍𝐎𝐓𝐀𝐒... 𝐸𝑑𝑑𝑖𝑒 𝑀𝑢𝑛𝑠𝑜𝑛.💐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora