Nuevas oportunidades

Capítulo 40 - Bryce

Eran las cuatro de la mañana cuando unos ruidos en la cocina me despertaron, me asusté cuando pensé que podía haber entrado alguien pero en cuanto me giré para ver a Chris y vi que no estaba supe perfectamente de que se trataba. - Se puede saber que haces despierta a estas horas? - Me pregunto extrañado - Y tu, comiendo macarrones a las cuatro de la mañana? - Tenia hambre - si, eso está claro... le dije robándole un macarrón - Te han sobrado? Añadí - Es en serio? - Si que pasa? - Te lo juro que cada día me sorprendes más... toma acábate los míos

Abrí la nevera en busca de algo refrescante para hidratarme el cuerpo y me encontré con el refresco favorito de Bryce, no se que le veía de especial a esa bebida pero literalmente que era adicta, siempre llevaba una lata de esas encima y siempre he tenido ganas de probar - Me puedo tomar una? Le pregunte ya sabiendo que la respuesta - No, y cierra ya la nevera que se va el frío... Que le has puesto a estos macarrones, saben horrible - Y yo que se le he puesto lo que he encontrado por ahí, no te quejes tanto, dijo riendo - Me los he hecho para mi - Pues chico te vas a intoxicar.

Chris me quito el plato de las manos demostrando que estaba ofendido por lo que le había dicho, me cogió el tenedor, y se comió los cuatro macarrones que quedaban en el plato con cara de rechazo y luego dejo el plato en la encimera. - Las niñas mimadas como tú no durarían ni un día en mi rancho - Ni que el rancho fuese el Bronx... le dije riendo - No lo es, pero te puedo asegurar que si uno no está preparado lo pasa muy mal, me dijo mientras abría  la lata de mi refresco - Pero que estás haciendo? Me grito quitándome la lata - Te crees el rey del mundo? - Un trago... - No te doy ni medio payaso.

Le hice una llave karateca secreta de las mias y en medio segundo la dejé en el suelo merándose de la risa - Que sea la última vez que me llamas payaso, le dije quitándole la lata de las manos. - Me piro vampiro, si quieres algo estaré en el balcón. - Chris vueeeelve!!! Me chillo desde el otro lado montando un drama...

Me quede unos minutos en el suelo de la cocina hasta que decidí levantarme para ver que estaba tramando Chris. Entre en la habitación y le vi descansando en la tumbona mirando a las estrellas.
Se le veía tan bien, tan fresco que no quise molestar.
Podía ver como con los dedos iba marcando el ritmo de una canción que tenia grabada y como con la cabeza lo acompañaba.

Una vez se termino la lata la dejó en suelo sin hacer ruido y luego se secó las manos con la camiseta a la vez que resoplaba y erutaba silenciosamente por el gas.

Después de todas las conversaciones que hemos tenido a lo largo de estos años, después de todas las reflexiones y debates, podía imaginarme perfectamente en que estaba pensando en ese momento. Un día por la noche que estábamos en el set, me dijo que le encantan las estrellas y todas esas cosas sobre el cosmos, me dijo que eso siempre le traía muchos recuerdos de cuando era pequeño y salía a pasear con su abuelo a mirar las estrellas.

Después de un buen rato mirando y reviviendo recuerdos del pasado mientras miraba a las estrellas, empecé a coger frío y decidí que ya era suficiente y que había que ir a dormir. Deje la tumbona recogida a un lado y cuando volví la vista atrás, pude ver a Bryce tumbada ocupando toda la cama. Entre sin hacer ruido e intenté bajar la persiana para que no nos molestase la luz por la mañana.

Fui al baño a lavarme los dientes y a hacer un último pipí antes de ir a dormir y luego me metí en la cama.
Apague la luz de la mesita y busqué a Bryce para meterme entre sus brazos. Ella sin ni si quiera abrir los ojos, me rodeo el cuerpo con un brazo y con el otro me puso una mano en la cabeza y me empezó a dar caricias hasta que se quedó dormida.

Estando encima de su pecho podía notar su pausada respiración e incluso los latidos de su corazón, en ese momento me sentía como un bebé en el vientre de su mamá, protegido y cuidado hasta el último día. Me acurruqué más a ella y al final acabamos cogidos de la mano y entrelazando nuestras piernas para sentirnos más cerca. No podía entender en que momento me había empezado a enamorar y a depender tanto de ella... la quería mucho, la quería con locura y estar abrazado a ella era todo lo que me llenaba hasta ahora. - Te quiero, le dije sabiendo que no me iba a oír - Te quiero con locura.