Kiss Me, Liar [STEDDIE]

001

Era un año lleno de nuevos comienzos. Estas esperanzas solían ejercerse, acumularse y expandirse al presentarse la oportunidad de "nuevo año". Muchos querían conseguir riquezas físicas u mentales. O ambas. Otros buscaban triunfar en sus intereses laborales. Formar familias. Aprender a tocar un instrumento. Dar los primeros pasos. Hablar por primera vez. Eran infinitos los deseos.

Pero... ¿Eddie Munson qué se había propuesto? Aquel chico que parecía convertirse en uno con la negatividad.

Pues bueno, él quería, por más extraño que suene viniendo de tal personalidad, encontrar el amor. Razones no le faltaban.

- Nunca he tenido novia. - Señalizó un dedo como punto número uno. - Tampoco me he enamorado. - Dos dedos levantados. - Y no quiero seguir siendo virgen a los diecinueve años.

Dustin miraba concentrado, manteniendo la mirada con su amigo, que se lamentaba con el aire.

- Me sorprende que nunca te hayas relacionado con alguna chica. - Comenzó hablando el más joven, parándose de la silla y leyendo lo escrito en el pizarrón.

"MISIÓN: LOGRAR CONSEGUIR NOVIA AL LÍDER" - Escrito por Gareth.

- Pero no es algo... imposible. - Posó su mirada en Eddie, decayendo más en su cabello descuidado y su ropa polvorienta. - Lo primero que debes hacer es cambiarte de ropa.

- ¿Qué? ¿Por qué? - Preguntó ofendido, mirándose a si mismo.

- Eddie, literalmente tienes una mancha de catsup en tu camiseta. - La señaló, el nombrado rodó los ojos.

- Puedo decir que es sangre, y que batallé de forma épica.

- Si, no creo que funcione.

Gareth, quien leía una historieta en el fondo, decidió acercarse a pasos lentos.

- ¿Cómo va todo? ¿Alguna candidata?

Eddie dejó caer su cuerpo en el gran sofá.

- Por ahora nada.

Steve tomaba de su refresco, apoyándose sobre la puerta de su auto, esperando a su fiel amiga.

Hasta que su figura se asomó, saludando con la mano desde la distancia. Al estar uno frente al otro, el chico se dignó a hablar.

- Al fin sales.

Se subieron al auto.

- Cuando estaba por salir, el profesor me pidió un favor. - Explicó Robin, moviendo las manos. - Y tengo corazón de abuela, no pude decir que no.

- ¿Qué favor fue? - El motor se encendió.

- Algo pequeño, que lo ayude a mover unas carpetas llena de papeles.

- Oh, ¿Eran los exámenes?

- Steve, es la primera semana.

- Los profesores son así, no te sorprendas si mañana hay examen sorpresa. Quedas advertida.

La chica sonrió, mirando los árboles por la ventanilla. Parecía que todo iba tan rápido.

- Nunca pensé que estaría en el auto de Steve Harrington. - Bromeó.

- Juzgas mucho, querida.

- ¡Tú mismo dijiste que eras un idiota! - Protestó manteniendo el tono amistoso. - De verdad, eras insoportable.

- Olvidemos el pasado, ¿qué quieres comer? - Preguntó, cambiando notoriamente el tema de conversación. Su amiga era consciente pero no valía la pena nombrarlo.