Las clases dieron su fin.
Eddie se lavaba la cara en el baño, mirando su reflejo por varios segundos, cayendo en cada detalle de su rostro.
Tocó con sus dedos su mejilla izquierda, trazando un camino hasta su mentón.
Un chico a su lado se lavaba las manos, mirándolo de reojo.
Había dormido bastante tiempo, su cabeza dolía como el infierno. Le costó levantarse, limpiando su ropa.
Al estar ya reincorporado, salió a paso pesado para fuera, el pasillo estaba casi vacio. Llevó sus palmas a sus ojos, moviendo en circulos.
Mierda, no debió haber fumado un cigarro de cannabis y mucho menos dormir ahí. Su cuerpo dolía.
Al salir y ver el cielo que a su suerte estaba nublado, se dió cuenta de la persona que parecía estar esperando a alguien.
- Harrington. - Alargó letras, pasando frente a él, yendo recto. Steve se acercó al chico.
- ¿Dónde estabas? - Le preguntó, caminando a su lado. - Te he estado esperando.
- Qué irónico. - Murmuró.
El mayor olfateó a Eddie, arrugando la nariz. Seguido a esto, se dió cuenta del estado decayente en el que se encontraba su amigo.
- ¿Estuviste fumando marihuana en la escuela? - Fue directo, agarrando del brazo al otro para que no se escapase.
- Eso no debería importarte, suéltame. - Intentó safarse del agarre, pero Steve puso más fuerza. - ¿Qué mierda te pasa? ¿Eres mi tío?
- Teníamos un acuerdo para hoy.
- Estoy cansado, quiero irme a mi casa.
Steve miró al cielo, tratando de mantenerse en pie. No le gustaba insistir.
- Tampoco dejaré que manejes así, vas a terminar muriendo o matando a alguien.
Eddie iba a decir algo en broma, pero el otro lo calló.
- Ni se te ocurra decir que sería genial o algo así, vamos.
Lo llevó casi arrastrando del brazo, subiéndolo en el asiento de copiloto. Eddie dejó caer su cabeza hacia atrás, dejando expuesto su cuello.
Harrington inclinó su torso levemente, poniendo el cinturón al chico que cerraba los ojos y dejaba caer su cuerpo rendido.
De pronto las manos de Munson agarraron el cuello de la camiseta de Steve, la fuerza puesta impidió que el castaño saliera victorioso.
La cabeza de Eddie miró en frente, sus ojos se posaron sobre los del otro. Centímetros los separaban, Harrington tragó saliva y tapó la cara de Eddie con su mano.
Sacando su cuerpo por completo del vehículo, cerrando la puerta.
Tomó aire y se tranquilizó antes de irse a su asiento. Al encender el motor, notaba como la mirada de Eddie se clavaba en él.
- Deja de mirar, Munson. - Dijo manteniendo su mirada al frente, manejando hacia su casa.
- Harrington. - Murmuró, alargando la "o". - Tengo sed.
- Atrás hay agua, puedes beber.
Eddie miró lentamente hacia atrás, divisando una botella tirada. La agarró y la destapó, llevándola a sus labios.
Tomó unos cuantos sorbos. Steve apretó el volante.
- No deberías fumar hierba en la escuela.
- No me importa.
- Pueden expulsarte.
- Sería genial.
- No, no sería genial.
- No te preocupes tanto por mí, chico popular. Después de todo, vamos a dejar de hablar después del sábado.
- Estás seguro.
- Claro. Sólo necesito un poquito - Hizo un gesto con sus dedos. - de tu ayuda.
- Es parte del trato, no puedo negarme.
Eddie sonrió.
El auto estacionó después de unos minutos andando.
- ¿Necesitas ayuda para salir?
- Claro que no, estoy bien.
Ambas puertas fueron abiertas, y los dos chicos salieron, Steve se aseguró que el otro se encontrase bien.
- ¿Puedo dormir? - Murmuró Eddie, bostezando al lado del otro, quien ingresaba la llave en la cerradura.
- Uhm... - La puerta fue abierta. - Supongo, mientras no sea tanto.
Munson fue el primero en entrar, seguido del contrario. Subieron las escaleras, Eddie iba delante.
Steve abrió la puerta de su habitación, y el pelilargo se lanzó a la cama ordenada.
- Si vas a dormir, duerme bien. - Habló el castaño mirando la escena, Eddie tenía puesta su chaqueta y zapatos. Sin contar las cadenas y anillos.
- Siento el cuerpo pesado. - Murmuró.
El mayor se posó a su lado, haciendo un lugar bajo las mantas. Tanteó haciendo ruido, Eddie se arrastró hasta ahí.
- Quítate esas cosas.
Munson se sentó en la cama, tirando su chaqueta a un lado, llevando una queja del otro. Bajó el cierre de sus botas, tirándolas también.
- ¿Feliz? - Preguntó, estirándose y tapándose con las cómodas mantas. Steve miraba con los brazos cruzados.
Fue en el momento que Eddie pasó a rasgar su frente con un anillo puntiagudo, que Harrington nuevamente habló.
- Quítate esos anillos o despertarás sin un ojo.
- Hm.
- Munson, sé que no estás durmiendo.
- Hm.
Steve suspiró, sentándose en la orilla de la cama. Agarró una mano del otro, deshaciendo el puño y quitando los anillos.
Eran pesados y cuatro dedos estaban ocupados. Uno por uno los fue dejando en la mesita del lado.
Al estar con la mano sin sus habituales accesorios, Eddie la escondió bajo las cobijas. Steve siguió con la otra.
Eran sólo tres anillos, de los cuales uno fue complicado de quitar, dando algunas vueltas, sacando quejidos al otro.
Pero finalmente lo logró.
Había una que había llamado su atención. Era una calavera gigante y negra.
¿Cómo Eddie podía llevar tantas de esas cosas pesadas?
El chico se removió, Steve se paró de la cama.
Lo miró unos cuantos segundos antes de desaparecer por la puerta. Tenía hambre e iría a la cocina a ver qué comer.
Iba a comer solo.
Eddie despertó.
Sus ojos pesaban un poco, se sentó en la cama, miró por la ventana. Aún no era de noche, a su suerte.
Miró a los lados, estaba en la habitación de Steve. Estiró sus brazos, buscando al chico, no estaba por ningún lado.
Sus anillos estaban en la mesa de al lado, los quedó mirando, recordando la sensación de los dedos de Harrington desnudando los suyos.
Hundió nuevamente su rostro en la almohada, oliendo el cálido aroma. Era suave, apostaría que era algo de flores.
Al sentir pasos fuera se sentó en la cama, luciendo recién despertado. La puerta fue abierta, Steve se asomó con un vaso de agua.
- Justo venía a despertarte. - Dijo, acercándose. - ¿Quieres?
Eddie asintió, bebiendo rápido, estaba sediento.
- Bien. Tenemos cosas que hacer, Munson.
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Kiss Me, Liar [STEDDIE]
FanfictionUn nuevo año ha dado comienzo, Eddie Munson tiene una sola cosa en mente; Encontrar novia. ¿Por qué? Porque nunca ha tenido, y se siente un virgen desde todos los aspectos. Steve Harrington sólo quería asistir a una fiesta. Dos personalidades dist...