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Las clases ya habían finalizado. Esa tarde el Hellfire Club estaba libre, cada uno podía hacer lo que quisiese sin compromiso alguno. Dustin, Mike y Will se habían ido juntos. Lucas entrenaba.

Eddie caminaba por los pasillos, entretenido hablando con Chrissy, su dulce amiga.

Ella era una de las pocas personas con las que tenía una amistad sincera. Sorprendentemente se llevaban bastante bien, aconsejándose mutuamente.

Lo único que lo fastidiaba era su insoportable novio, insultándolo cada que tenía la oportunidad. Pero la trataba bien, y eso era genial.

Sus amigos lo vivían molestando con que "le vas a robar la novia a Jason", Eddie sólo levantaba el dedo de en medio.

- ¿Ensayo de porristas? - Preguntó Munson.

- Sí, los chicos van a desocupar el gimnasio en unos minutos, debo hacer tiempo ahora. - Sonreía. - Y como no vine la semana anterior, hay mucho para ver.

- Genial.

Silencio en el pasillo, sus pasos eran los únicos que se escuchaban. Chrissy caminaba con una libreta en sus manos. Eddie tenía sus manos en los bolsillos traseros de su pantalón.

Fue entonces que una puerta se abrió bruscamente delante de ellos, casi golpeando a ambos.

De ella salió una chica alta y de cabello corto, portando una gran caja de cartón, con papeles dentro.

- ¡Disculpen! - Gritó, retrocediendo. - Ey, yo a ti te conozco. - Apuntó con la mirada al chico.

Eddie arrugó sus ojos, tratando de recordar a la chica. Hasta que algo en su cabeza dió "click".

- ¡La amiga de Harrington!

- La misma. Ozzy. - Guiñó el ojo, Eddie soltó una risa. La mirada de la castaña cayó en la otra, mirando sorprendida. - Hola, Chrissy.

- Hola, Robin. - Correspondió la sonrisa, sin mostrar los dientes.

- ¿Se conocen?

- Estoy en la banda de la escuela. - Dijo Robin. -Y ella es la líder de las porristas. Nos vemos usualmente.

- ¿Necesitas ayuda con eso? - Preguntó la rubia, empujando su libreta en el pecho de su amigo, golpeando. Eddie se quejó pero agarró el pequeño cuaderno en sus manos.

- Bueno, te lo agradecería un montón. Hay una caja sobre la mesa. - Señaló con la mirada, Chrissy entró en el salón, agarrando la caja mediana señalada. - Ven, sígueme.

Robin se fue por el pasillo, seguida de la otra.

- ¡Nos vemos en el gimnasio, Eddie! - Le gritó antes de desaparecer al doblar por la esquina del pasillo. Eddie suspiró.

No quería ir otra vez ahí.

Encima solo.

¿Qué mierda se supone que iba a hacer? ¿Mirarlos entrenar? Ni en diez mil años.

- Joder. - Se quejó a lo bajo, balanceando su cuerpo y yendo al gimnasio, esperaría fuera a su amiga.

Después de todo, se había ofrecido a llevarla a casa. Esperaba no ser asesinado por cierta persona.

Al llegar a las grandes puertas, apoyó su cuerpo contra la pared, dejando caerse lentamente, sentándose en el suelo. Abrió la libreta. Estaban escritas y dibujadas algunas acrobacias. También había una enorme lista de nombres, eran todos de chicas.

Las leyó. No conocía a nadie que no sea Chrissy.

La puerta a su lado se abrió. Eddie alzó la mirada.

Kiss Me, Liar [STEDDIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora