Kiss Me, Liar [STEDDIE]

024

- ¿Y bien? - La vista de Steve estaba pegada en el párrafo señalado por el dedo de Eddie, pero de pronto se había olvidado cómo leer. Munson arqueó las cejas. - ¿Harrington, me escuchas?

El nombrado alzó su mirada hacia el otro, asintiendo levemente.

- Me estoy esforzando por entender esta mierda, al menos dí algo. - Protestó el pelilargo.

- Uh, sí, está bien. - Se levantó de la silla, sacando a Eddie de encima, éste ocupó su puesto. - Voy al baño, ¿quieres algo?

- ¿Del baño?

- No, puedo pasar a traerte algo.

- Estoy bien así, gracias Harrington.

El castaño salió por la puerta, cerrándola tras él. Eddie dejó caer su peso en el respaldo de la silla, llevando sus manos a su frente, tirando suave sus cabellos hacia atrás.

Después de unos segundos en aquella postura y cuestionándose toda su vida en ellos, se paró.

Caminó lento por la habitación de Steve, prestando atención en algunos detalles pequeños. Mirando los cuadros de cerca.

Ya había visto algunos la vez pasada, pero no se había tomado el tiempo de inspeccionarlos de cerca. La foto enmarcada del equipo de baloncesto.

Ahí estaba Steve, sonriendo y con el pulgar arriba. Eddie sonrió, apretando los labios. Dejó el cuadro en su lugar, mirando el armario a su lado.

Sobresalía una tela, y por culpa de la curiosidad, Eddie abrió las puertas, encontrándose con un gran regalo sorpresa.

Miró la chaqueta, reconociéndola al instante. ¿Cómo no reconocerla si los idiotas que la tienen la presumen todo el tiempo?

Pero ésta era diferente. "Harrington" estaba bordado detrás.

Ya la tenía en sus manos, leyendo una y otra vez el apellido en la parte trasera.

El color era uhm, bonito.

Quizá la "H" arreglaba todo. La "H" y "N". La tenía en sus manos, sin despegar la mirada de cada hilo sobresaliente. Se sentía bien al tacto, era de buena calidad a su sorpresa.

Decían por ahí que la curiosidad había matado al gato. Un gato negro, de pelos desordenados y unos dientes filosos.

Con una hermosa tela verde encima, cubriendo sus brazos y torso. Se miró en el espejo de la pared, dándose vuelta y mirando sobre su hombro.

"Harrington"

Se imaginó si diría "Munson" y casí vomita.

Su mirada mataba a su reflejo, admirándose con la chaqueta que tantas veces había insultado. Bueno, esa en específico no, ya que Steve no la usaba.

¿Por qué no la usaba? Ahora tenía una duda. A Eddie no le gustaba quedarse con dudas.

Se sentó en la cama, mirando directo a la puerta. Después de unos segundos, los pasos se acercaban cada vez más, la puerta fue abierta, dejando ver al chico con un vaso de agua.

Steve miró confundido y sorprendido al otro.

- ¿Qué estás usando? - Preguntó desde la puerta, estaba quieto, podría decirse que paralizado.

Eddie sonrió como acostumbraba, parándose de la cama y caminando hasta su amigo, posándose en frente.

Sacó el vaso de agua de su mano, tomando.

Harrington no decía nada, se limitaba a recorrer con su mirada al chico de en frente.

Al terminar de beber agua, Eddie dejó el vaso en la mano abierta de Steve.