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Sábado por la mañana. Steve desayunaba viendo una película animada en televisión.

Eddie dormía.

Cerca del mediodía, Harrington salió en busca de lo encargado. Yendo a la farmacia más cercana y entrando.

Al llegar a la sección "femenina" pasó mirando por arriba las toallas higiénicas, y su vista cayó en la larga y pequeña caja.

Leyó rápidamente, comprobó el precio, y fue a pagar.

No hubieron preguntas, por suerte. A veces la gente solía meter sus narices donde no correspondía, y era irritante. En especial cuando eran situaciones privadas.

Dejó caer la bolsa en los asientos traseros del auto.

Eddie despertó, estirando sus brazos. Bostezó unas cuantas veces, mientras caminaba lento hacía la cocina.

Saludó a su tío.

- Buen día. - Correspondió el saludo, sin apartar su vista de la televisión. Eddie sacó una botella de leche.

Buscó un pequeño plato, y en la repisa del lado, la caja de cereales fue bajada.

Tiró un poco de cereales en el plato, luego echó la leche. Revolvió con una cuchara, y caminó de vuelta a su habitación.

El día estaba soleado.

La fiesta comenzaría a partir de las seis, pero Eddie planeaba ir a las ocho. Pensaba holgazanear toda la tarde.

O bueno, componer algo si surgia.

Steve llamó a Nancy.

- ¿Hola?

- Nancy, tengo lo que me pediste, ¿voy a dejártelo?

- ¿Podría ser el lunes?

- Ahm, sí, claro.

- Muchas gracias Steve.

Y colgó.

Se quedó pensando, pero decidió no darle más vueltas al tema. Regresaría a su casa y pasaría la tarde ahí.

Cerca de las cuatro la puerta fue golpeada, y Dustin estaba tras ella. Eddie miró sorprendido, no esperaba visitas.

Y cerró la puerta en la cara del otro.

Golpes sin parar. Se vio obligado a abrir nuevamente.

- ¿Qué pasa? - Preguntó un adormilado Eddie.

- ¿Estabas durmiendo?

- Una siesta no pega mal a nadie. Ven, entra.

Se hizo a un lado, cerrando la puerta cuando su amigo estuvo dentro. Dustin lo miraba.

- Me da miedo tu mirada, ¿qué planeas ahora?

- Me mandaron para asegurarme que te bañes y vistas bien.

Eddie rodó sus ojos, tirando su cabeza hacia atrás y dejando escapar un quejido. Caminó hasta su habitación, siendo seguido por Dustin.

- ¿Traes también tu kit de maquillaje? - Preguntó burlón, tirándose en la cama desordenada. Dustin abrió el armario, buscando prendas apacibles a la vista. - Es todo lo mismo, sólo cambia el logo.

Henderson no se rendía, hasta que encontró una camiseta negra sin estampado.

- ¿Por qué buscas justamente la aburrida?

- Para atraer chicas.

- Las chicas pueden escuchar metal. O ver películas de terror. Si encuentro una así sería mejor, ¿no crees?

Kiss Me, Liar [STEDDIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora